Uruguay cierra el año siendo considerado por un importante periódico Británico como “El País del Año”; mientras otro destacado periódico lo propone como candidato al premio Nobel de la paz.
¿A que vienen todas estas alabanzas y reconocimientos? Fácil: Uruguay se convirtió en el primer país en legalizar la marihuana y dejar en manos del estado la producción, distribución y venta controlada del cannabis.
Sin duda los avances del país austral son destacables y siempre de la mano de su presidente José “Pepe” Mujica.
Evidentemente usted amigo Creyente lector dirá: ¿Qué tienen que ver estas noticias con el Ateísmo?
Mucho.
Y son sus decisiones y propuestas presidenciales totalmente condenadas por la religión y la Biblia quienes lo han hecho un destacado presidente y ha colocado a Uruguay a la vanguardia de los mejores y más modernos países del Mundo.
Recordemos que en Uruguay es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo; también es legal el Aborto y la Eutanasia. Y ahora con la legalización de la Marihuana sin duda este pequeño país suramericano será visto como el “infierno en la Tierra” por parte de los religiosos y ultraderechistas.
Pero lo importante es que, gracias al “Ateo” Mujica, Uruguay se está convirtiendo en uno de los mejores países del Mundo. Y ojalá esto sea permanente.
Llegue al pueblo Uruguayo mis más sinceras felicitaciones.
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Uruguay, el país del año según 'The Economist'
La publicación británica basa su elección en las "reformas" que ha emprendido el país
Alaba la figura del presidente, José Mujica, al que califica de ser admirable y humilde
DINO CAPPELLI Especial para EL MUNDO Montevideo Actualizado: 19/12/2013 14:36 horas
La publicación británica 'The Economist' ha elegido a Uruguay como 'País del año', debido a sus avances sociales logrados en el año 2013. En el informe se habla de reformas que abren camino no solamente a la nación sino también al mundo, y se cita la aprobación del matrimonio homosexual y la ley que regula y legaliza el mercado de la marihuana. Centrado en esta ley, el texto resalta que si otros países del mundo siguieran el ejemplo uruguayo, los daños que producen estas drogas se reducirían en forma drástica.
No es la primera vez que la publicación 'The Economist' sitúa a Uruguay a la vanguardia. En noviembre de 2006 destacó en un informe titulado 'El Mundo en 2007' que Uruguay era el único país de Sudamérica que integraba la lista de los 28 países del mundo que pueden considerarse con "democracia plena".
Ya por entonces el informe que aportó 'Economist Intelligence Unid' fue destacado a nivel nacional desde la Presidencia de la República y los medios de comunicación. Hoy, siete años más tarde, 'The Economist' lo posiciona como "El país del año" por sus avances sociales logrados.
También la publicación destaca la figura de José Mujica, un presidente al que califica como un ser admirable y humilde. "Con franqueza inusual en un político, se refirió a la nueva ley como un proyecto. Él vive en una humilde casa de campo, conduce él mismo para ir a trabajar en un Volkswagen Escarabajo y vuela en clase turista. Modesto pero audaz, liberal pero amante de la dirección. Uruguay es el país del año", remata el informe publicado en las últimas horas.
'The Economist' lo describe como un país "liberal y amante de la diversión (...) Los logros que más merecen elogio, creemos, son las reformas para abrir camino, que no sólo mejoran una sola nación, sino que podrían beneficiar al mundo entero". En referencia a la ley de matrimonio igualitario aprobada a mediados del año, cita "el matrimonio homosexual es una de esas políticas de cruce de fronteras, que ha aumentado la suma global de la felicidad humana, sin costo financiero".
Vía libre al mercado de marihuana
En otro párrafo se destaca la aprobación de la ley que regula el mercado de la marihuana, una decisión que tomó el Parlamento siguiendo la iniciativa del presidente José Mujica. "Éste es un cambio obviamente muy sensible, que exprime a los ladrones y permite que las autoridades se concentren en los delitos más graves. Ningún otro país lo ha hecho. Si otros siguieran su ejemplo, y otros narcóticos fueran incluidos, los daños que las drogas causan en el mundo se reducirían drásticamente".
Ésta es la primera vez que 'The Economist' elige el país del año y lo hace bajo el título 'Earth's got talent', explicando que no se sabía a ciencia cierta qué factores tomar en cuenta a la hora de la elección. Si se centraban en el crecimiento del PBI "nos llevaría a optar por Sudán del Sur, que probablemente tenga un aumento del 30% en 2013, pero optar por simples medidas de desempeño económico, puede ser engañoso".
Se reconoce también que evaluar a los gobiernos o sus personas es otro problema. "En algunos casos sus méritos son inversamente proporcionales: considérese Ucrania, con su presidente matón, Viktor Yanukovich, y sus ciudadanos valientes, la congelación de la democracia en las calles de Kiev, a pesar de que hace nueve años se tomaron la molestia de tener una revolución para mantener el mismo hombre fuera de la oficina", agrega 'The Economist'.
De ahí, que se apostara por los logros que merecen ser resaltados, como las reformas que abren caminos y que "no sólo mejoran una sola nación, sino que, si se emula, se podría beneficiar al mundo".
"Modesto pero audaz, liberal y amante de la diversión. Uruguay es nuestro país del año. ¡Felicitaciones!", finaliza la nota que ha sido recogida por todos los medios de Uruguay.
Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2013/12/19/52b2df8222601da91f8b456f.html
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'The Economist' designa a Uruguay 'país del año' por hacer feliz al pueblo
El influyente semanario financiero británico 'The Economist' por primera vez en su historia creó la categoría 'país del año', otorgando ese reconocimiento a Uruguay "por su receta de la felicidad humana".
Publicado: 24 dic 2013 | 10:25 GMT
"Los uruguayos somos una nación de tres millones de personas emparedada entre dos gigantes: Argentina y Brasil, y a menudo nos sentimos invisibles. ¡Qué refrescante es ser calificado de repente como un vanguardista de cambios progresivos!", opina Carolina De Robertis, columnista del diario 'The Huffington Post'.
Según argumentó 'The Economist' en un artículo dedicado al tema, su iniciativa de elegir el mejor Estado ha tenido como objetivo "reparar el equilibrio entre lo individual y lo colectivo". Detalló que la metodología en la que basó su decisión no tiene mucho que ver con los instrumentos financieros. Acentúa que si se hubiera centrado en los índices del crecimiento del PIB, habría triunfado Sudán del Sur, que tuvo un crecimiento en 2013 del 30%, mayormente como consecuencia de una caída de un 55% del año pasado. Otro posible ganador sería Estonia, que tiene uno de los niveles más bajos de deuda dentro de la Unión Europea.
Sin embargo, la revista destaca que estas dos candidaturas ni muchas otras no han podido satisfacer su criterio principal: el impacto que tienen las decisiones políticas de un gobierno en todos los ciudadanos y también en el resto del mundo. Uruguay, en cambio, combina varios factores que hicieron feliz a su gente y acabaron llevándola al primer lugar.
"Uruguay está en el centro del mundo por leyes consideradas de avanzada. El Gobierno de Mujica va a quedar en la historia", insistió Juan Carlos Doyenart, director del centro de análisis política Interconsult, ante la agencia de noticias AFP. Al mismo tiempo, el analista destacó que las reformas aprobadas en el país a lo largo del mandato de Mujica "no son prioritarias para toda la sociedad".
En 2013 Uruguay fue el segundo Estado latinoamericano y el 12º en el mundo que aprobó el matrimonio gay. De este modo logró aumentar la suma global de la felicidad humana sin ningún coste financiero, argumenta 'The Economist'.
Otra reforma revolucionaria que supone mejoras decisivas, no solo para el pueblo uruguayo, sino puede beneficiar también a todo el mundo, ha sido la legalización de la marihuana. A finales de este 2013, a pesar de numerosas críticas internacionales, Uruguay se convirtió en el primer país que no solo legalizó el cannabis, sino también encomendó el control de su producción y distribución al Estado. La ley impulsada por el propio presidente José Mujica como un experimento social entrará en vigor en el segundo semestre del 2014. Según la revista, se trata de un cambio muy sensible que permitirá a las autoridades centrarse en los crímenes más graves. Insiste en que si otros países siguieran este ejemplo, se reduciría drásticamente el impacto que tiene la droga en el mundo.
"No es simplemente una ley sobre fumar una porra. Es una ley sobre la paz y la seguridad. Se trata de una alternativa real para la estrategia fallida de EE.UU. de una guerra armada contra el narco", asegura por su parte De Robertis.
Y el último ingrediente de la receta uruguaya de la felicidad humana, de acuerdo con 'The Economist', es el máximo líder del país, José Mujica, una persona "admirablemente humilde" e "inesperadamente honesta". Vive en una casa rural austera, él mismo conduce su Volkswagen Beetle y vuela en clase económica. Para Doyenart, la fascinación internacional que despierta Mujica es muy comprensible y se debe al hecho de que "en el mundo entero hay una tremenda falta de credibilidad de la dirigencia política".
Fuente: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/115146-economist-uruguay-pais-ano-receta-felicidad
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The Guardian destaca: “Uruguay merece un Nobel por legalizar”
El prestigioso diario británico critica a la ONU y defiende la postura del gobierno de Mujica
13.12.2013, 11:10 hs - ACTUALIZADO 12:03
El prestigioso diario londinense The Guardian destaca hoy en una columna la actitud de Uruguay por legalizar, llamándola digna de un Nobel y criticando duramente la postura de la ONU por poner trabas.
La columna se titula “El heroico Uruguay se merece un Premio Nobel por legalizar Cannabis”, y en el subtítulo indica: “La guerra a la guerra contra las drogas es la única guerra que importa. Uruguay coloca en una situación vergonzosa a la ONU y a los Estados Unidos”
“Pensaba que la ONU era una una tienda indefensa, con burócratas que no pagan impuestos para trabajadores que de no ser por la organización estarían desempleados. Ahora me doy cuenta que es una fuerza del mal. Su respuesta a un intento significante de combatir una amenaza global (el nuevo régimen de Uruguay) ha sido declarar que ‘viola la ley internacional’”, escribe Simon Jenkins, periodista y escritor de larga trayectoria que también conduce en la BBC.Luego de describir en qué consiste la medida tomada por Uruguay, destacando que lo que se busca es combatir el narcotráfico buscando que los consumidores se alejen de las bocas y que la medida es “mucho más avanzada que la de los estados norteamericanos como Colorado y Washington”.“El coraje de Mujica no debe ser subestimado. El suyo es un amable y anticuado país y dos tercios de los encuestados se opusieron a la medida, pero de todas formas, está más arriba del 3% a favor que había una década atrás”, establece Jenkins y dice que la respuesta de la ONU ha sido “hipócrita, despreciable y explosiva”. De todas formas establece que “medio siglo de represión ha llevado a 162 millones de usuarios de cannabis a nivel mundial”.“El valor del mercado de la droga se ubica en segundo lugar detrás del tráfico de armas. De todos modos, los Estados Unidos se resisten a descriminalizar para poder continuar luchando contra la producción de cocaína y opio en América Latina, para evitar enfrentar el enemigo real: el consumo doméstico que está fuera de control”, señala Jenkins.
El autor ejemplifica con distintos países desarrollados y cómo se ha sido más permisivo en el consumo, por más que las leyes no lo permitan, “en términos efectivos, la ley ha colapsado”, señala el autor.
El artículo finaliza con una importante alabanza: “El camino fuera de la oscuridad está siendo recorrido no en el viejo mundo sino en el nuevo, en donde sus heroicos legisladores merecen ser premiados con un Nobel de la paz. Son ellos quienes han tomado el desafío de combatir la guerra global que realmente importa, la guerra a la guerra de las drogas. Es significativo que los países más corajudos son también los más pequeños. Gracias a los cielos por los pequeños estados”.
Fuente: http://www.elobservador.com.uy/noticia/267384/the-guardian-destaca-uruguay-merece-un-nobel-por-legalizar-/
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"Uruguay merece el Premio Nobel de la Paz por legalizar la marihuana"
"La lucha contra la lucha contra las drogas es la única lucha importante", y la postura que ha tomado Uruguay deja en evidencia a la ONU y EE.UU., aseguran medios británicos.
Publicado: 13 dic 2013 | 12:48 GMT
El "coraje" del presidente uruguayo, José Mujica, a la hora de impulsar la medida para frenar el narcotráfico "no debe ser subestimado", sostiene el periodista británico Simon Jenkins en un artículo del diario 'The Guardian'. Sin embargo, el organismo de las Naciones Unidas que vigila el cumplimiento de las normas internacionales sobre drogas señaló que esta medida es una actitud "propia de piratas".
Este martes el Senado uruguayo aprobó la legalización de la marihuana en ese país, encomendando el control de su producción y distribución al Estado. El Gobierno de Mujica espera que la nueva ley contribuya a combatir el crimen organizado y pueda "regular un mercado que ya existe". Argumenta que el efecto del narcotráfico "es peor que el de la propia droga" y que "la vía represiva" contra las drogas ha fracasado.
Raymond Yans, director de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU, calificó de "errónea" esta resolución de la nación sudamericana porque "solo causará un aumento drástico del consumo de drogas entre los más jóvenes" y "viola el derecho internacional".
"Pensaba que en las Naciones Unidas se realizaban debates que de una u otra forma tienen beneficios para el mundo. Ahora me doy cuenta que es una fuerza para el mal", opina por su parte el periodista británico.
Mientras tanto, el secretario general de la Junta Nacional de Drogas de Uruguay, Julio Calzada, dijo: "Durante 50 años hemos tratado de abordar el problema de las drogas con una sola herramienta: la penalización. Como resultado ahora tenemos más consumidores, organizaciones criminales más poderosas, lavado de dinero, tráfico de armas y otros daños colaterales".
Siguiendo el ejemplo de Uruguay, otros expresidentes latinoamericanos han pedido la legalización de la marihuana para que se pueda regular un comercio que está matando a miles de personas cada año debido a la enemistad entre sus operadores.
"El valor del comercio de drogas es superado solo por el comercio de armas. Sin embargo, EE.UU. se resiste a la despenalización para poder seguir luchando contra la cocaína y la producción de opio en América Latina y Afganistán, y así evitar enfrentar al verdadero enemigo: un consumo interno fuera de control", asegura Jenkins.
Según el periodista de 'The Guardian', la obsesiva guerra contra el narcotráfico dirigida por Occidente ha fallado, causando muerte y anarquía en México y otros países.
"El camino para salir de esta oscuridad se está trazando no en el viejo mundo sino en el nuevo, cuyos legisladores heroicos merecen que se les conceda el Premio Nobel de la Paz. Son ellos los que han tomado el desafío de luchar en una guerra mundial que realmente importa, la guerra contra la guerra contra las drogas.
Es significativo que los países más valientes sean también los más pequeños", finalizó Jenkins, quien en 2004 fue nombrado Caballero del Reino Unido por su trabajo periodístico.
Fuente: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/114102-uruguay-merece-premio-nobel-paz-guardian
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Articulo original de “The Guardian”
Heroic Uruguay deserves a Nobel peace prize for legalising cannabis
The war on the war on drugs is the only war that matters. Uruguay's stance puts the UN and the US to shame
Simon Jenkins
The Guardian, Thursday 12 December 2013 20.35 GMT
I used to think the United Nations was a harmless talking shop, with tax-free jobs for otherwise unemployed bureaucrats. I now realise it is a force for evil. Its response to a truly significant attempt to combat a global menace – Uruguay's new drug regime – has been to declare that it "violates international law".
To see the tide turn on drugs is like trying to detect a glacier move. But moving it is. Wednesday's statute was introduced by the Uruguayan president, José Mujica, "to free future generations from this plague". The plague was not drugs as such but the "war" on them, which leaves the world's youth at the mercy of criminal traffickers and random imprisonment. Mujica declares himself a reluctant legaliser but one determined "to take users away from clandestine business. We don't defend marijuana or any other addiction, but worse than any drug is trafficking."
Uruguay will legalise not only cannabis consumption but, crucially, its production and sale. Users must be over 18 and registered Uruguayans. While small quantities can be grown privately, firms will produce cannabis under state licence and prices will be set to undercut traffickers. The country does not have a problem on the scale of Colombia or Mexico – just 10% of adults admit to using cannabis – and stresses that the measure is experimental.
This measured approach is still way in advance even of American states such as Colorado and Washington, which have legalised recreational as well as medical cannabis consumption, but not production. While the Uruguayan law does not cover other drugs, by depriving traffickers of an estimated 90% of their market, the hope is both to undermine the bulk of the criminal market and to diminish the gateway effect of traffickers pushing harder drugs.
Mujica's courage should not be underrated. His is a gently old-fashioned country, and two-thirds of those polled oppose the move, though this is up from 3% a decade ago. In addition some pro-legalisation lobbies object to his de facto nationalisation. An open question is whether a state cartel will be as effective as a regulated free market. But the drugs chief, Julio Calzada, is blunt: "For 50 years, we have tried to tackle the drug problem with only one tool – penalisation – and that has failed. As a result, we now have more consumers, bigger criminal organisations, money laundering, arms trafficking and collateral damage."
The response of the UN's International Narcotics Control Board has been to incant futile bromides. The move, says its chief Raymond Yans, would "endanger young people and contribute to the earlier onset of addiction". It would also be in breach of a "universally agreed and internationally endorsed treaty". Yet the UN admits that half a century of attempted suppression has led to 162m cannabis users worldwide, or 4% of the total adult population .
The 78-year-old Mujica notes the irony that many of his South American contemporaries agree with him, but only after leaving office. They include Brazil's Fernando Cardoso, Mexico's Ernesto Zedillo and Colombia's César Gaviria, all of whom have now called for the decriminalisation of the drug market so that they can begin to regulate a trade whose feuding operators are killing thousands of people each year. The value of the drugs trade is second only to the trade in arms. Yet the US resists decriminalisation so it can continue to fight cocaine and opium production in Latin America and Afghanistan, to avoid confronting the real enemy: a domestic consumption that is out of control.
For all this, the futility of suppression is leading to laws crumbling across the west. Twenty US states have legalised medical cannabis. California this year narrowly rejected taxing consumption (turning down an estimated $1.3bn in annual revenue) and may yet relent. Drug use is accepted across most of Latin America and, de facto, Europe. Even in Britain, where possession can be punished by five years in prison, just 0.2% of cases prosecuted result in such a sentence. The most intensive drug users are said to be in the state's own jails. The law has effectively collapsed.
The difficulty now is to resolve the inconsistency of enforcers "turning a blind eye" to consumption while leaving supply (and thus marketing) untaxed and unregulated in the hands of drug traffickers. This is little short of a state subsidy to organised crime. Indulgence may save the police and the courts from the cost of enforcement, but it leaves every high street open to massive cross-jeopardy, from cannabis to hard drug use.
Ending this inconsistency requires action from legislators. Yet they remain seized by a lethal mix of taboo, tribalism and fear of the media. British policy on all intoxicants and narcotics (from booze to benzodiazepines) is chaotic and dangerous. The government on Thursday admitted its inability to control "legal highs", new ones being invented every week. It is running round back-street laboratories waving bans and arrest warrants like the Keystone Cops.
The catastrophe of death and anarchy that failed drug suppression has brought to Mexico and to other narco-states makes the west's obsessive war on terror seem like a footling sideshow. The road out of this darkness is now being charted not in the old world but in the new, whose heroic legislators deserve to be awarded a Nobel peace prize. It is they who have taken on the challenge of fighting the one world war that really matters – the war on the war on drugs. It is significant that the bravest countries are also the smallest. Thank heavens for small states.
Source: http://www.theguardian.com/commentisfree/2013/dec/12/heroic-uruguay-deserves-nobel-prize-cannabis
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“El navegante no ora por el viento,
aprende a navegar”
Gustaf Lindborg