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The Four Evangelists (1615) Abraham Bloemaert
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Una vez revisados algunas generalidades de los evangelios y las irregularidades de su contenido y su escritura, quedan muy pocas dudas de que sean genuinamente inspirados por Dios.
Recuerdo cuando era Creyente, me imaginaba a los escritores de los evangelios verdaderamente inspirados divinamente por Dios y el espíritu santo transcribiendo los sucesos de la vida de Jesús; su pluma era “Guiada” por Dios; no había errores ni contradicciones; simplemente se “complementaban”. Así lo creía yo y me imagino que muchos Cristianos lo creen de esta manera.
Ahora vemos que no es así… Ni siquiera los autores son los que creíamos que eran; hay diferencias y errores irreconciliables entre ellos y de forma individual; contradicen la historia y los historiadores de la época; son simples copias de los unos con los otros y de tradiciones orales; en fin… el creer que son “Divinamente inspirados” es una posibilidad muy remota. De esta manera ese Jesús que creíamos invencible y tan real como cualquier otro personaje histórico, se derrumba como un Dios con pies de barro.
La mayoría de los cristianos piensan que los evangelios fueron escritos muy pocas décadas después de la muerte de Jesús, y por lo tanto los escritores tenían los hechos “frescos” en su memoria. Recuerdo incluso con cierta ingenuidad que cuando joven los que me ilustraban sobre Dios y la Biblia me decían que Mateo fue el primer evangelio escrito ¡Apenas 10 años después de la muerte de Jesús!... hoy sabemos que no es así.
La fecha de escritura de los evangelios siempre ha sido un tema controvertido y que de seguro nunca ofrecerá una conclusión definitiva; pero conviene analizarlos con algo de cuidado para tratar de ubicar con cierta precisión las fechas de su escritura. Ya en cada uno de los artículos correspondientes a los Evangelios de Marcos, Mateo, Lucas y Juan, hemos tocado un poco este punto de la fecha de la escritura. Trataremos en el presente artículo profundizar un poco más.
¿Cuándo fueron escritos los Evangelios o sus versiones más tempranas?
Usualmente se asigna una datación a Marcos por su "Pequeña Apocalipsis" del capítulo 13, que nos habla de grandes disturbios y la destrucción del Templo, dicho como una profecía de Jesús. Se afirma que esto se refiere a la primera Guerra Judía (66-70); así, Marcos se escribió durante o un poco después de ésta. Pero incluso se asume que Marcos se basó en algunos elementos fuente, y algunos piensan que esta Pequeña Apocalipsis pudo haber sido originalmente una composición Judía (sin ninguna referencia a Jesús), una que Marcos más tarde copió y adaptó. O, si el capítulo 13 es de Marcos, perfectamente pudo haberse formado en un período posterior porque otros documentos muestran que las vívidas expectativas apocalípticas persistieron al menos hasta el final del siglo. De hecho, Marcos 13:7 muestra a Jesús alertando a sus escuchas acerca de no ver el Fin inminente incluso aunque los vientos de guerra lleguen.
Marcos 13:7
Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin.
Nada en Marcos nos fuerza a datarlo antes de los años 90.
Las fechas asignadas a Mateo y Lucas (e incluso Juan) están influenciada por lo que se conoce como el cuadro de "la separación de caminos" entre el cristianismo y el más amplio establecimiento Judío. Esto se reconoce como un desarrollo posterior, uno que los Evangelios leen retrospectivamente de forma anacrónica en el supuesto tiempo de Jesús.
Lucas también ha abandonado la expectativa de un inminente fin del mundo, colocándolo incluso más tarde.
Ninguno de estos factores son inconsistentes con fechas alrededor del final del siglo o un poco después.
Pero el testimonio es igualmente importante. ¿Cuándo empezaron a mostrarse los evangelios en el más amplio registro de los escritos cristianos?
Si Marcos es tan temprano como del 70, y todos los cuatro habían sido escritos para el 100, ¿por qué no los citan ni se refieren a ellos ninguno de los primeros padres: Clemente de Roma, Ignacio, Policarpo, el autor de la Epístola de Bernabé, escrita entre el 90 y 130? Estando tan deseoso de convencer a sus lectores de que Jesús, de hecho, había nacido de María y muerto bajo Pilatos y que realmente había sido un ser humano que sufrió, ¿Cómo pudo haber fallado Ignacio (alrededor del 107) en apelar a algún recuento evangélico como verificación de todo esto si hubiera conocido uno?
Eusebio reporta que en un trabajo ahora perdido, escrito alrededor de 130, el obispo Papías mencionó dos piezas de escritos de "Mateo" y "Marcos". Pero ni siquiera estos pueden ser igualados con los evangelios canónicos, porque Papías llamo al primero "dichos del Señor en Hebreo", y también suena como si el último no fuera un trabajo narrativo. Más aún, parece que Papías mismo no había visto estos documentos.
Solamente en Justino Mártir, escribiendo entre el 150 y 160, encontramos las primeras citas identificables de alguno de los evangelios, aunque él los llama simplemente "memorias de los Apóstoles", sin nombres. Académicos como Helmut Koester han concluido que cualquier alusión más antigua a material tipo evangélico son realmente tradiciones flotantes que encuentran ellas mismas su camino hasta los evangelios escritos. ¿Es concebible que la recopilación más temprana de la vida y muerte de Jesús pudiera haber sido consignada en escritos tan temprano como los 70 (algunos lo fechan incluso antes) y aún así, transcurriera casi un siglo hasta que el mundo cristiano recibiera copias de ésto?
Por otro lado, si la "biografía" de Jesús de Nazaret era algo inusual que iba contra la tendencia de la creencia y el conocimiento actual, se puede entender cómo las versiones primitivas de los evangelios, escritos alrededor del cambio de siglo, pudieron haber disfrutado únicamente de uso limitado y reescritura aislada por al menos una generación. También empieza a parecer que Marcos, Mateo y Lucas originalmente vinieron de un grupo de comunidades ligadas.
Con respecto a Hechos, escrito por el mismo autor que escribió la versión final de Lucas, no hay referencia a él antes del año 170 ¡más de un siglo después de la fecha que a menudo se le asigna! Resulta claro que era desconocido incluso para Justino. Algunos como John Knox, ven a Hechos como una respuesta al punto de vista del Gnóstico Marción, por parte de la Iglesia de Roma, en la mitad del siglo segundo. El autor de Hechos se basó en núcleos de tradición acerca de la iglesia Palestina primitiva pero estos han sido remodelados para encajar en la nueva línea del esquema. Hay una gran cantidad de discrepancias entre Hechos y lo que Pablo nos dice en sus cartas. La academia ha sido forzada a admitir que gran parte de Hechos es una absoluta fabricación. Con su desacreditación, los verdaderos inicios del cristianismo caen en una nebulosa penumbra.
Una solución mucho más sensata a todo esto sería que todas estas expresiones de la idea de "Jesús" y "Cristo" eran destilaciones separadas de los conceptos que estaban flotando en las corrientes religiosas de la época. Los académicos admiten ahora que "Los comienzos del cristianismo fueron excepcionalmente diversos, variaron dramáticamente de región a región, y eran dominados por individuos y grupos cuya práctica y teología sería denunciada como herética." Sólo intereses confesionales continuarían insistiendo que dicha diversidad (la mayoría de ella descoordinada y competitiva) explotó súbitamente de un humilde predicador Judío y de un único movimiento misionero.
Los eruditos han reconocido desde hace mucho que los Evangelios están hechos de unidades más pequeñas, del tipo de las encontradas en “Q”: dichos individuales o conjuntos de dichos, anécdotas de milagros, historias controversiales. Ellas han sido encadenadas como "eslabones en una cadena" con material de relleno adicionado, detalles narrativos para comunicar cierto tipo de impresión secuencial: Jesús fue allí, luego fue allá. Alguien entra en escena y hace una pregunta para que Jesús pueda dar la respuesta. Se pensaba que las unidades separadas eran piezas fiables de tradición que habían pasado a través de transmisión oral, muchas yendo atrás hasta Jesús mismo, otras formuladas dentro de la iglesia primitiva en repuesta a él. Pero gradualmente se entendió que los evangelistas habían alterado o le dieron sustancia a estas unidades en formas que servían a sus propios propósitos editoriales y teológicos; muchos simplemente las escribieron ellos mismos. No puede haber garantía de que algo de esto pueda venir originarse en Jesús.
Ahora se reconoce que los evangelios son escritos absolutamente sectarios. Estos eran una respuesta a la "condición de vida" de los grupos que los produjeron, que servía a sus necesidades. Estos crearon un pasado sagrado para la fe, uno que se remitía a una fundación divina. Ofrecieron una defensa contra ataques externos. Legitimaron las creencias de la comunidad y sancionaron sus prácticas. Es fácil ver cómo dichos intereses sectarios, cuando fueron involucradas varias comunidades diferentes y épocas diferentes, conducirían a las muchas contradicciones que hallamos en las acciones y pronunciamientos de Jesús entre uno y otro evangelio. Sin duda alguna hay una ausencia total de inspiración divina en la redacción de estos evangelios.
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Ver: Jesús no Existió. Introducción.
Ver Artículos sobre: Jesús
Ver Sección: Análisis Bíblico.
"No puedes convencer a un creyente de nada porque sus creencias no están basadas en evidencia, están basadas en una enraizada necesidad de creer" Carl Sagan