Dos matemáticos aseguran que demostraron científicamente que Dios existe, desafiando a sus colegas ateos
Un libro que ya genera repercusión en Europa sostiene que los últimos avances científicos apuntan a la existencia de un creador, desatando polémica con referentes del ateísmo como Hawking y Dawkins.
07 de octubre de 2025 a las 4:40 p. m.
Dos matemáticos franceses, Olivier Bonnassies y Michel-Yves Bolloré, acaban de encender la polémica con su libro, donde aseguran que la ciencia demuestra la existencia de Dios. La obra, titulada “God, the Science, the Evidence”, sostiene que no se trata solo de creencias, sino de hechos respaldados por los avances recientes en física y cosmología.
Argumentos científicos y repercusión
Bonnassies y Bolloré basan su planteo en tres puntos clave: el universo tuvo un inicio definido, es un sistema de espacio-tiempo indivisible y los parámetros físicos parecen ajustados al milímetro para permitir la vida. Según los autores, estas características sugieren la intervención de una inteligencia superior y no pueden explicarse simplemente por el azar.
El libro, que ya vendió más de 400.000 ejemplares en Europa, recurre a testimonios de ganadores del Nobel y repasa cómo el péndulo de la ciencia pasó de relegar a Dios a volver a ponerlo en el centro del debate. Los autores, ambos emprendedores y con trayectorias exitosas fuera de la academia, insisten en que su propuesta se apoya en la razón y no en la fe ciega de que Dios si existe.
Reacciones y críticas de referentes ateos
La idea de que la ciencia demuestra la existencia de Dios no cae bien entre muchos de los referentes del ateísmo en todo el mundo. El físico Stephen Hawking, por ejemplo, escribió que el universo puede surgir de la nada sin intervención divina. Por su parte, Richard Dawkins calificó la creencia en Dios como una “delirante ilusión”.
La recepción del libro es dispar: mientras muchos jóvenes europeos muestran interés por una visión espiritual, otros científicos critican la falta de rigor matemático en el argumento. Pese a las controversias, los autores planean difundir su postura en conferencias y documentales financiados de forma independiente, con la intención de seguir alimentando el debate global.
Fuente:
https://la100.cienradios.com/ciencia/dos-matematicos-aseguran-que-demostraron-cientificamente-que-dios-existe-desafiando-a-sus-colegas-ateos/
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Dios existe y la ciencia lo demuestra, dicen dos matemáticos franceses
Olivier Bonnassies y Michel-Yves Bolloré afirmaron en su libro que la ciencia prueba la existencia de Dios mediante el Big Bang y el ajuste fino del universo. El texto, un éxito en Europa, genera controversia al desafiar a ateos como Stephen Hawking.
05-10-2025 13:07
En un mundo donde la ciencia y la fe a menudo se perciben como opuestos irreconciliables, dos matemáticos franceses, Olivier Bonnassies y Michel-Yves Bolloré, irrumpen con una tesis audaz: la existencia de Dios no es cuestión de creencia, sino de evidencia científica irrefutable.
Su libro “God, the Science, the Evidence: The Dawn of a Revolution”, publicado originalmente en 2021 y relanzado en inglés en Estados Unidos y Reino Unido, ya vendió más de 400.000 copias en Europa y promete revolucionar el debate sobre la creación del universo.
Con 580 páginas ilustradas a todo color y citas de 63 ganadores del Nobel, los autores argumentan que los avances científicos recientes han invertido el péndulo histórico, convirtiendo a la ciencia en "aliada de Dios" en lugar de su enemiga.
Bonnassies, de 59 años y residente en el oeste de Londres, descubrió su fe cristiana en la veintena, mientras que Bolloré, de 79 años y oriundo de París, ha sido católico de toda la vida. Ambos, además de matemáticos, son emprendedores exitosos que financiaron la publicación del libro para mantener control sobre su formato y distribución.
Su motivación personal es profunda: para Bolloré, si Dios no existe, la vida carece de sentido y todo se reduce a lo trivial; en cambio, un creador divino implica la posibilidad de vida eterna y un propósito universal. Como matemáticos, aplican un enfoque racional y lógico, rechazando la fe ciega y optando por "razón y ciencia" para demostrar la presencia de un ser supremo fuera del universo, todopoderoso y creador de la vida humana.
Dios
El núcleo de su argumento se basa en tres conclusiones científicas fundamentales, derivadas de descubrimientos del siglo XX y XXI.
Primero, el universo es un continuo espacio-tiempo que une materia, espacio y tiempo en una estructura indivisible, un concepto respaldado por la teoría de la relatividad de Einstein.
Segundo, el universo tuvo un comienzo, evidenciado por la teoría del Big Bang, propuesta inicialmente por el sacerdote y físico belga Georges Lemaître y confirmada por observaciones de Edwin Hubble, que muestran galaxias alejándose unas de otras, indicando una expansión desde un punto inicial hace unos 14.000 millones de años.
Tercero, y quizás el más provocador, los parámetros del universo están "finamente ajustados" para permitir la vida: cualquier variación mínima en constantes como la fuerza gravitacional o la masa de las partículas elementales haría imposible la existencia de estrellas, planetas o seres vivos.
Estos hechos, según los autores, apuntan a la intervención de una "mente superior" en el origen del cosmos, alineándose con la definición filosófica y religiosa de Dios.
Los matemáticos contextualizan su tesis en la historia de la ciencia. Durante siglos, desde Copérnico hasta Freud, los avances parecían eliminar la necesidad de Dios, explicando el mundo mediante leyes naturales. Sin embargo, lo que llaman "la Gran Reversión" ha cambiado esto: la física moderna, con su énfasis en un universo finito y ordenado, resucita la pregunta de la creación.
El prólogo del libro, escrito por el físico Robert Wilson (codescubridor del fondo cósmico de microondas), admite la coherencia de esta idea: "Si el universo tuvo un comienzo, no podemos evitar la pregunta de la creación", aunque Wilson no la encuentra satisfactoria personalmente. Además, los autores incorporan testimonios de laureados del Nobel para reforzar su narrativa, aunque no se detallan nombres específicos en las reseñas disponibles.
La recepción del libro es polarizada. En Europa, su éxito comercial refleja un interés creciente, especialmente entre generaciones jóvenes: una encuesta citada indica que solo el 13% de los adultos de 18-24 años se identifican como ateos, mientras que el 62% se consideran espirituales.
El distribuidor estadounidense Joseph Montagne, de Abrams Books, es optimista: "Creemos que la perspectiva fresca del libro, mostrando cómo la ciencia apunta cada vez más hacia un Dios creador en lugar de alejarlo, resonará con muchos".
Sin embargo, enfrenta críticas feroces de figuras científicas prominentes. Stephen Hawking, en su libro “The Grand Design” de 2010, argumentaba que "el universo puede y se creará a sí mismo de la nada" y que "no es necesario invocar a Dios para encender la mecha azul y poner en marcha el universo". Richard Dawkins, en “The God Delusion”, califica la creencia en Dios como una "delusión infantil", criticando la presunción de que alguien más debe dar sentido a la vida.
Estos contrapuntos destacan la controversia: mientras Bonnassies y Bolloré ven en la ciencia una prueba, escépticos la interpretan como mera especulación, no demostración matemática rigurosa. Para promover su obra, los autores planean conferencias académicas y una serie de documentales, financiados por ellos mismos para evitar compromisos editoriales que diluyeran su mensaje.
DS / LV
Fuente:
https://www.perfil.com/noticias/ciencia/dios-existe-y-la-ciencia-lo-demuestra-dicen-dos-matematicos-franceses-a35.phtml
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Criticas del Libro
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«Dios. La ciencia. Las pruebas: El albor de una revolución»
de Michel-Yves Bolloré y Olivier Bonnassies
Posted on mayo 1, 2024
by Retratoliterario
Ensayo
El lector de esta bitácora sabe que no es habitual que refiera aquí libros best-seller del momento, y menos aun libros del tipo de libro del que hablaré hoy. Pero se me ha cruzado, y con sus cosas buenas y sus cosas malas, creo importante dedicarle una entrada. Se trata del mamotreto: Dios. La ciencia. Las pruebas (2023) de Michel-Yves Bolloré y Olivier Bonnassies que aparece en español de la mano de Editorial Funambulista y la traducción de Amalia Recondo.
Esta obra se vende como un esforzado trabajo de tres años con veinte científicos para revelar «pruebas modernas de la existencia de Dios». El problema es que, una vez leído, ni son tan pruebas ni son tan modernas. Como voy a tratar de exponer, no son distintas de lo ya argumentado históricamente por distintos pensadores y científicos creyentes o no, y tenemos las mismas razones para aceptarlo o para rechazarlos que tiempo atrás. La situación no ha cambiado, aunque parezcan intentar convencernos de que sí.
El libro se divide en tres partes: una introducción donde se trata de allanar el terreno, asentar la perspectiva desde la que se desarrollará el tema y aclarar la terminología empleada; una primera parte que se fundamenta en la exposición del estado actual de la ciencia y los límites ante los que se encuentra, confrontando las tesis materialistas, y la evolución histórica de las actuales teorías en torno al origen del universo, su final, o el origen de la vida, como pruebas (que no demostraciones) de la existencia de Dios; y una segunda parte que abandona el terreno de la ciencia y se adentra en la explicación religiosa y filosófica, confrontando diversas tesis que niegan la realidad del Cristo, del milagro de Fátima o se enuncian las pruebas ofrecidas desde la Filosofía, sostenidas por eminentes pensadores a partir del pensamiento griego.
Si el lector toma el libro como una publicación divulgativa sobre el estado de la cuestión, sin duda hallará en él una buena obra en la que, sin mucha complejidad, se explican sencillamente los complicados y, en buena medida, inaccesibles edificios científico, religioso y filosófico —este último de forma bastante débil, todo hay que decirlo—. No obstante, la obra provoca al lector continuamente para que reflexione y se posicione. Aunque empieza asumiendo una mera labor expositiva de hechos, paulatinamente va inclinando la balanza, adquiriendo cierto tono sermoneador. Esto es obvio, claro, en esa segunda parte del libro donde se abandona la vestimenta científica y donde, aunque se subraya que seguimos en el plano de la racionalidad, uno percibe que lo explicado cojea de un pie. Pero, precisamente, lo que sucede en esa segunda parte del libro, ocurre también en la primera parte de manera más disimulada debido a todo el baño de divulgación científica. La sensación que tuve en todo momento, y que se me hizo evidente al aterrizar en la segunda parte, es que lo divulgativo no es más que un envoltorio que se confunde con las conclusiones a las que se pretende llegar. Usar sibilinamente el científicamente mostrado a favor de una conclusión que está lejos de esa sentencia y de la ciencia misma.
Me explicaré mejor. Todos conocemos los documentales que, emitidos en cadenas como Discovery, History etc., desarrollan tesis tan surreales como la famosa teoría de los astronautas ancestrales y del paleocontacto. Y entre mucha parafernalia de apariencia científica y parloteo histórico, acaban concluyendo que la historia del hombre en la Tierra y sus avances científicos, tecnológicos, o sus grandes obras de ingeniería, no han sido posibles más que por la intervención de extraterrestres que mucho tiempo atrás contactaron con los hombres de la antigüedad y los ayudaron a evolucionar. Teorías que son del mismo tipo que aquella que afirma que las pirámides de Egipto fueron levantadas con ayuda de tecnología extraterrestre solo porque hoy no nos explicamos del todo cómo fue posible la hazaña con el nivel de tecnología que tenían, según se ha establecido. Claro, una vez que la explicación racional y científica alcanza un límite más allá del cual se extiende el enigma, enseguida surgen explicaciones de este tipo que vienen a apoyarse, precisamente, en que la ciencia ha topado con un límite insoslayable y que la propia ciencia no puede negar las afirmaciones que provienen de estas teoría. O lo que es peor, llegan a sostener que la propia ciencia permite derivar tales conclusiones.
Podría mencionar aquí las no pocas pseudoteorías por parte de creencias esotéricas y sectarias que han basado su predicación en vincular y entreverarla de discurso científico malentendiendo teorías, reduciéndolas a simplonas explicaciones, y derivando conclusiones a conveniencia que para nada estarían avaladas por la ciencia —mencionaré el caso del falso documental What the Bleep we do Know?, mezcla de física cuántica, neurología y la espiritualidad que hizo circular la secta Ramtha’s School of Enlightmen—. Esto sería el extremo radical de estas situaciones. Afortunadamente, este libro está lejos de esto último.
La ciencia, en estos casos, sirve de envoltorio que impregna de credibilidad lo que, de otra manera, sonaría irracional y acto de fe. Lo científico aparece en el discurso, no para operar desde la ciencia misma, sino para que el televidente (o el lector) asuma que aquello a lo que asiste, aquello que le están contando, tiene los visos de veracidad y certeza que comúnmente le asignamos a lo que está científicamente demostrado. Nos predispone a creerlo acríticamente, pues se trata de algo que proviene de la ciencia. Tal y como operan otros programas de entretenimiento en que se trata de capturar fantasmas y se emplean una decena de dispositivos de última generación y teorías que incluyen factores medibles y matematizables de temperatura, electricidad, radiación etc. Y todo ello no es más que una extensión de lo que ya en el siglo XIX, con el espíritu positivista, se coló hasta en las universidades y dio carta de naturaleza científica a médiums, espiritistas y toda suerte de supercherías, no precisamente entre las clases analfabetas y menos instruidas. Tampoco podemos olvidar que muchos de nuestros más aclamados astrónomos históricos fueron astrólogos y se ganaron un buen dinero con ello.
En la primera parte de este libro, justamente, se presentan y describen las teorías del Big Bang, la muerte térmica del universo, el ajuste fino y el salto de lo inerte a la vida. De forma divulgativa, sencilla, se expone cada una. Y cabe decir que la sencillez con las que se exponen ya supone un problema, en tanto que luego se confrontan con la tesis que se quiere concluir. Si fuese, como decía, el objetivo la simple divulgación, esta simplificación no supondría un auténtico problema. Ahora bien, la simplificación de las teorías en las consecuencias más directas e intuitivas, eludiendo todo su complejo desarrollo y encaje en el sistema científico o paradigma en que nos hallamos, y el hecho de obviar que el estado científico de un momento histórico nunca es definitivo respecto del avance de la ciencia misma, permite que este libro considere como pruebas de la existencia de Dios el hecho de que: la ciencia haya alcanzado un punto en el que entiende que el universo debió tener un inicio como tendrá un fin; o que el mundo en su conjunto se constituye en un complejo sistema de relaciones cuyo estudio arroja unos ajustes tan precisos que dejan un margen muy estrecho al azar y abonan el campo para quien quiera afirmar un diseño inteligente; y que, dado que no somos capaces de explicar ni replicar el milagro del surgimiento de la vida, esta solo es explicable por un acto creador de una divinidad.
Esta primera parte lo único que establece es que el desarrollo científico ha alcanzado un determinado límite en nuestra época. Ahora bien, esto es así al igual que lo alcanzó en otras épocas y hubo que esperar un nuevo desarrollo teórico y tecnológico que permitiera nuevas mediciones, nuevas observaciones y experimentos… o esperar el genio brillante que abriera la especulación científica hacia un horizonte que nadie hasta ese momento había vislumbrado. No se puede totalizar ese límite histórico como el final mismo a partir del cual la ciencia no avanzará más, y empezar a afirmar lo que la ciencia no puede negar… ni tampoco confirmar. Menos aún usar el momento histórico de desarrollo científico como trampolín para aseveraciones que son un salto al vacío sin arnés empírico de ningún tipo. Ese fue, por ejemplo, el problema que supuso el avance de la óptica y que Galileo pudiera observar con su telescopio nuevos cuerpos celestes en un universo que se suponía inmutable desde la creación divina en la forma en la que había sido descrito antes de tales observaciones. ¿Cuántas otras cosas no se habrán observado aún como para lanzarse de este modo a la piscina?
La argumentación procede de forma disyuntiva excluyente: o es verdad la perspectiva materialista o el universo tuvo un inicio y tendrá un fin. De cada opción se desgranan una serie de consecuencias. Acto seguido, el discurso está dedicado a mostrar la falsedad de la tesis materialista para afirmar indirectamente la verdad de la tesis del Dios creador. Es cierto que el paradigma científico materialista está comprometido con los últimos desarrollos científicos: que podemos dudar de una eternidad de la materia y que podemos atisbar las hipótesis de una generación y un final del universo mismo a partir del Big Bang o la muerte térmica. Aceptando que el universo tuvo un inicio y tendrá término, la ciencia, no obstante, no nos describe cómo se originó el universo ni cómo será su fin. Suponer que el único inicio posible fue el acto creador de una voluntad de un ser sobrenatural y supremo, desde cuya bondad absoluta se nos ha dado la vida, y al que hemos de retornar cuando todo acabe… no es algo que pueda derivarse del estado actual de la ciencia ni algo que la ciencia esté en disposición de afirmar o negar.
No es una hipótesis que la ciencia rechace o acepte… es una hipótesis sobre la cual a la ciencia no le cabe pronunciarse, por el simple hecho de que está más allá del propio quehacer científico. Como máximo, la ciencia nos suelta la mano en el deísmo: asumimos que hubo un principio, llámelo como usted quiera… Dios o Zeus. Pero este libro trata de confundir el deísmo, límite al que llegaría la ciencia, es decir, el hecho de que se acepte lógicamente un primer principio, una primera causa, un primer motor que diría Aristóteles, con el teísmo, esto es, la existencia de un Dios creador, omnisciente y omnipotente, que envió a su único hijo, como verdadero hombre y como verdadero Dios a redimirnos naciendo de una Virgen sin mácula por obra del Espíritu Santo, al que debemos culto y dedicación. Esto siempre ha sido advertido desde la actitud racional y científica: una cosa es asumir la existencia de un primer principio y muy otra vestirlo con las galas del Dios de la Biblia y considerar aquello la demostración de su existencia.
Tres cuartos de lo mismo sucede con el ajuste fino o con el surgimiento de la vida. Proponer como prueba de que detrás del mundo hay una inteligencia superior debido a la precisión y orden con que funciona todo y el hecho de que no haya discurrido de otro modo o no seamos capaces de replicar el acto de la vida… o peor, basarse exclusivamente en que es poco probable que sucediera de una manera mejor que de otra e interviniera el azar mejor que un Dios creador… es apelar al principio de causalidad, como ya enunciara Aristóteles y copiara Santo Tomás, divinizando la primera causa incausada, el primer motor inmóvil, dando saltos allí donde la razón tropieza.
Al hilo de esto, me sorprende descubrir que en la parte final del libro los autores expongan también el pensamiento filosófico al respecto y lo retrotraigan a Parménides, Platón o Aristóteles, y el uso que posteriormente se le dio desde el pensamiento cristiano obviando unos elementos y moldeando al gusto otros. Ahí no se expone que el pensamiento cristiano hizo cherry-picking con el pensamiento griego, escogiendo las ideas a conveniencia para asentar sus conclusiones sobre el egregio pasado heleno. Podemos encontrar suficientes argumentos en el propio pensamiento griego para afirmar todo lo contrario a lo que el pensamiento cristiano afirmó. Partamos del hecho de que los griegos no tenían noción de nada, de que para ellos, de forma genérica todo es ser; que entienden tal ser (arjé) como Uno o múltiple desde el monismo o el pluralismo, que asumen posiciones tanto materialistas como formalistas, y que, en general, sostienen el hilozoísmo (la materia eterna y viva)… acabar afirmando un espiritualismo monista que encaja en el Dios cristiano como creador perfecto y benevolente, como hiciera Santo Tomás a partir de un cuarto y mitad de Aristóteles y, en algún caso, echando mano de un puñado de Platón, es solo una de las muchas opciones que uno podría derivar. No debe olvidarse que actos creadores desde la nada o la afirmación de la inmortalidad del alma ni siquiera son considerados por, respectivamente, Platón o Aristóteles. Que el primero, aunque fuese ontológicamente dualista, afirmaba la existencia de un mundo imperecedero al margen de cualquier divinidad. Y que el segundo negaba la existencia de dos mundos. Y aún así, fueron la base del pensamiento cristiano que decidió olvidar estos pormenores al trazar sus correspondencias interesadas para la simulación de un pensamiento racional en torno a Dios y su existencia: el mundo eidético de Platón se transformó en la mente divina; la idea de Bien metaforizada en el Sol se convirtió en un acto de iluminación divina; el alma increada e inmortal, siguió siendo inmortal, pero ahora con un principio creador, lo que asalta toda lógica; el motor inmóvil y última causa incausada, ese acto puro sin potencialidades aristotélico se ubica en ese mundo trascendente como un ser necesario preocupado por el mundo contingente al que ha dotado de movimiento y en el que interviene en lugar de ser ese pensamiento que solo puede pensarse a sí mismo absolutamente impersonal e inmóvil.
El hecho de atribuir carácter divino a las últimas causas o primeros principios que aún nosotros ignoramos tampoco es muy distinto del politeísmo antiguo, que divinizaba cada fuerza de la naturaleza cuyo orden, ley o regularidad ignoraba. Tampoco se distingue mucho el discurso de la falacia historicista que asume que el momento histórico actual era el único resultado esperable a la luz del desarrollo de los eventos anteriores ya acontecidos. A toro pasado, siempre parece que solo había un final posible a todo, que los acontecimientos del ayer convergen indefectiblemente en lo que hoy sucede, y que nada más podría haber sucedido.
No he visto en este libro nada nuevo respecto de lo aportado por la Filosofía, que más concretamente apunta hacia el final del libro, aunque sembrando el camino de las premisas de la teoría del diseño inteligente. Así, por ejemplo, cuando en la primera parte del libro se confronta la complejidad del acto de la vida, y del paso de lo inerte a lo vivo. Pero en realidad, tan solo enuncia lo que son los argumentos tradicionales: teleológico, cosmológico, metafísico, moral, que se remontan al tomismo más antiguo, y el ontológico… y que los autores llevan hasta converger en el diseño inteligente, sin aportar en modo alguno el alcance y las refutaciones de cada uno.
La ciencia sirve de excusa en la primera parte del libro, es la coartada. Explicar las teorías solo resulta importante al propósito del libro para cobijar a su amparo las conclusiones que, de ningún modo, se desprenden de aquellas. Y del mismo modo se apela, más que al convencimiento, a la persuasión emocional, cuando se exponen capítulos históricos de persecución sistemática de científicos cuyos desarrollos contrariaban las tesis materialistas tan funcionales para las ideologías totalitarias del siglo XX. Sí, se acude a la historia en la que se contextualizan los avances científicos, pero, una vez más, con claras intenciones de parte. Este libro prácticamente convierte a los científicos que desarrollaron teorías como el Big Bang en mártires defensores de una causa religiosa, cuando en realidad fueron víctimas de la ceguera ideológica y acrítica, al margen de que creyeran o no en Dios, defendieran o no una causa religiosa: simplemente eran peligrosos para el sostenimiento de una tiranía, como tantos otros en otros ámbitos como el arte, porque socavaban el orden ideológico preestablecido. Los únicos que veían un Dios en esas teorías y lo ponían en la boca de los científicos eran, precisamente, sus ejecutores. Que fuesen perseguidos no tiene carácter probatorio, no digamos demostrativo. ¿Acaso la persecución de los científicos en otras etapas históricas, cuyas afirmaciones ponían en tela de juicio la existencia de Dios, serían pruebas de que Dios no existe? ¿Acaso el poner en boca de un científico la afirmación de que Dios no existe, llamarlo hereje, convertía al científico en un fiel defensor del ateísmo más pleno? ¿Cómo hacemos para que el argumento sea tan válido que pueda integrar tanto la persecución a los científicos del Big Bang, como censurar las ideas de Copérnico, monje polaco, el haber quemado a Giordano Bruno, creyente dominico, condenado a Galileo, que era católico, o recluido a la madre de Kepler, quien era profundamente religioso, por bruja y haberla sometido a tortura hasta quebrarla y morir apenas un año tras su liberación? Podemos contar una historia igualmente vil y execrable en la que los perseguidos fueron los ateos materialistas e incluso los científicos creyentes y practicantes, y sus perseguidores fueron las altas jerarquías eclesiásticas, ya católicas, ya protestantes… y esto no probaría absolutamente nada acerca de las convicciones de los perseguidos. Perseguir ideas o teorías dice más del que las persigue que de la verdad que sostenga el perseguido. Sobre todo en el ámbito científico, cuya actitud es mantener la hipótesis avalada por la evidencia empírica, la cual permite ratificar, rectificar o abandonar una teoría. Valga esto para algunas de las afirmaciones que se hacen en la segunda parte del libro, donde del hecho de que Cristo fuese perseguido, parece querer derivarse también su realidad divina. Esto habría de convertir en mesías a todos los perseguidos por causas políticas o religiosas.
En la segunda parte, la manera de operar es, si cabe, menos disimulada. La ciencia, sobre la que se estaba apoyando antes, se abandona, lo que levanta el velo y facilita ver cómo se está procediendo. Asistimos, por ejemplo, a la aseveración de la realidad divina del Cristo, o que los acontecimientos de Fátima, dado que no han sido explicados por la ciencia, son, en efecto, un milagro. Una vez más, el discurso corre de forma inductiva por disyunción excluyente. Veámoslo con el caso de Fátima: como se puede discutir que los niños estuviesen manipulados, o que se sufriese una histeria colectiva, dado que se perseguía desde un gobierno anticlerical las manifestaciones de fervor religioso, y como la ciencia no puede explicar lo que los testigos dicen haber observado incluso lejos del lugar, entonces todo fue verdad. No faltan tampoco las citas de aquellos que, siendo ateos, declaran haber visto algo inexplicable. Es la aplicación más clara del principio falaz creer todo hasta que se demuestre lo contrario. Y como lo contrario no se ha demostrado… lo ocurrido en Fátima fue un hecho milagroso. No se está cayendo en la cuenta de que rebatir las posiciones contrarias no demuestra (o prueba) la posición propia, porque ni siquiera se prueba que la posición propia sea la única explicación que quedé en pie.
Tanto en la primera parte como en la segunda parte se procede exactamente del mismo modo: por un proceso de inducción que parte de una disyunción excluyente. Es el falaz proceder inductivo de Sherlock Holmes al enunciar el detective en El signo de los cuatro «cuando han sido descartadas todas las explicaciones imposibles, la que queda, por inverosímil que parezca, tiene que ser la verdadera»; y es falaz porque implica de partida el estar seguros de conocer la absoluta totalidad de posibilidades y casos que concurren para poder descartarlos uno a uno. ¿Estamos seguros de conocer absolutamente todas las posibles explicaciones a Fátima? ¿Son todas las posibilidades las que se plantean en el libro y no podrían existir más, aun cuando no hayan sido enunciadas? Ídem para la primera parte científica: ¿atesoramos ya todas las posibilidades de la ciencia, incluidas las que aún estarían por enunciar? ¿Acaso la propia ciencia no seguirá su camino seguro, al decir de Kant, y se hallen nuevas explicaciones con suficiente evidencia empírica que permitan ratificar, rectificar o abandonar posiciones anteriores que ahora resultan tan favorables a los autores del libro?
Hasta aquí el contenido, discutible, criticable, asumible, falaz o no… en ello concuerdo con los autores del libro: cada lector tomará su decisión. No obstante, me da que cada lector que se acerque al libro solo reforzará su posición primera, en contra o a favor, y que pocos son los que la someterán a juicio, tanto en un sentido como en otro, aun cuando el libro no es neutral y pretende llevar al lector al huerto.
Algo que es nefasto en este libro, y ahora entro a la forma de redacción, es que se puebla de citas sin ton ni son, hasta componer, incluso, capítulos enteros de citas directas de científicos o de prensa escrita —como aporta en el caso de Fátima, en la segunda parte—. Literalmente capítulos enteros que solo son citas, una tras otra. Como quien lee una web de citas celebres en torno a un tema. De todo punto absurdo. El libro podría adelgazarse a la mitad con solo retirar la catarata de citas y citas reiterativas. Me da la sensación de que el libro se presenta voluminoso con toda intencionalidad: un libro grueso sobre esta temática se juzga por su tamaño. Debe ser cosa seria, pensará el futuro lector. No obstante, en mi caso convierte al libro en algo pesado, tanto en lo más físico como en el lento progresar del contenido. Vuelve tediosa la lectura abusando del argumento de autoridad científica, que encima solo es envoltorio. Me parece una manera de presentar la información completamente disparatada.
Además, se advierte también cierta malicia al malinterpretar, en esta monumental oda a la cita textual, algunas de las aseveraciones de científicos donde estos emplean la palabra milagro: nuestros autores, que previa y oportunamente los han etiquetado de ateos y agnósticos, hacen resaltar el uso de esta palabra en las bocas de no creyentes… como si la palabra milagro solo tuviera el sentido trascendente que apela a la intervención divina y no un sentido profano por el que se denota extrañeza ante algo inexplicable o poco probable para la comprensión de ese científico en ese momento. Es malicioso, sin duda, querer argumentar confundiendo las palabras y los significados con que se emplean para dejar sutilmente en el aire que hasta los científicos más ateos apelan a la intervención de Dios para explicar como milagro lo que la ciencia no puede aún aclarar.
Si bien tiene una parte divulgativa, que quizás sea la que más valor tiene, y ya digo que simplifica demasiado las cosas, en modo alguno es un libro divulgativo ni exhibe esa intención objetiva que en la Advertencia inicial se indica: «Es nuestro deseo que, al término de esta investigación, puedan tener a mano todos los elementos que les permitan decidir, con total libertad y de manera informada, aquello en lo que les parezca más razonable creer. Aquí damos hechos, nada más que hechos. Este trabajo conduce a conclusiones que contribuirán, tal como esperamos, a abrir un debate esencial». Precisamente, tras su lectura uno duda de que el libro entregue todos los elementos para decidir: sobre todo porque ignoramos si poseemos todos los elementos, o aunque solo sean todos los elementos de que disponemos, tanto si están en el libro como si no; por otro lado, decidir aquello en lo que les parezca más razonable creer… es decir, que nos movemos en el plano de la creencia, a fin de cuentas. Pero eso sí, el libro solo afirma hechos que llevan a conclusiones, nos dicen. Esta advertencia resulta incoherente en sí misma. Y solo es la antesala.
Por otro lado, suelo desconfiar de los libros que vienen precedidos por titulares que subrayan: la obra que conmocionó… el libro que incendió Francia… Como también es interesante comprobar que las portadas de cada edición llevan distintos subtítulos: desde la primera, que afirma sin sonrojo «¡La ciencia, nueva aliada de Dios!», a la segunda, tercera y cuarta, que yo tengo, donde más diplomáticamente se pregunta «¿Y si Dios existe?», creciendo al albur de la polémica y de una campaña de marketing que vende lo que el libro no entrega y postula un debate que tampoco evidencia ni parece realmente querer.
Héctor Martínez
Fuente:
https://retratoliterario.wordpress.com/2024/05/01/dios-la-ciencia-las-pruebas-el-albor-de-una-revolucion-de-michel-yves-bollore-y-olivier-bonnassies/
La refutación no habla de las pruebas de base científica que se supone que demostrarían la existencia de Dios, a saber, un origen del Universo y su ajuste fino.
ResponderEliminarLa Existencia de dios ya se demostro en 2014 con una mcbook sino me falla la memoria
ResponderEliminarSer ateo es pues ya algo irrelevante e inutil
La existencia de Dios
EliminarYa se demostró
Con la Biblia.
Que libro sobrevive tantos siglos???????????????????
Que libro sobrevive tanta persecusionr???????????????????????
Dios le bendiga ricamente
Persecución? Pero ellos fueron los que persiguieron.
EliminarSe hacen grandes esfuerzos para "demostrar" o para "refutar" la existencia de un cierto Dios, tal como imaginamos en nuestras mentes que debería ser...
ResponderEliminar¿Y cuál es el resultado de tales esfuerzos? Que tal vez algunos llegarán a la conclusión, idea o creencia (frágil, insegura, cambiante) de que sí existe ese tal Dios que imaginan en sus mentes, otros llegarán a la conclusión, idea o creencia de que no existe, y otros (tal vez la mayoría) seguirán con sus dudas y perplejidades.
Esfuerzos vanos, en mi opinión; mejor sería buscar la Verdad directamente, en nosotros mismos, tal como nos animan a hacer, y nos dan caminos para hacerlo, los grandes maestros espirituales, y entonces todas las dudas acerca de la Realidad desaparecerán o se evaporarán...
Y entonces ya no será una mera idea o creencia, cambiante e insegura; será una certeza sólida, inamovible e inalterable, más allá del vaivén del mar de opiniones (basados en premisas erróneas y percepciones distorsionadas) que es lo mejor que puede pergeñar la mente...
A ver...a ver:
ResponderEliminarEn cuanto al "ajuste fino", ya es cansino exponer que unas condiciones idóneas, dieron lugar a una vida ajustada a esas condiciones.
¿Quien dice si no en otro planeta hay una vida basada en el silicio?
En cuanto al "Origen del Universo"...vete tú a saber como se originó.
¿Que pasa, que una "deidad" aburrida de su solitaria existencia y la monotonía de la eternidad lo creó y entre ellas a unos seres que no hacen mas que matarse entre sí para estar entretenido?
No he tenido por menos, pe ha dado un pronto, de reirme con la aseveración del Sr. Solar que la explicación está en la Biblia.ja,ja...¡ mañana !. como diría un famoso cómico español fallecido.
Y concluyo con el "milagro de Fátima"...¡hasta el cura de Fátima dimitió por no estar de acuerdo con la explicación de la iglesia catolica!..a la cual le vino muy bien ese fenómeno OVNI para convencer a los dudosos e incrédulos de la época, los pobres, faltos de la información que disponemos ahora.
No se si conté una anécdota aquí en mi ciudad:
Una señora decía que se le aparecía "La Virgen"...ni que decir tiene, enseguida la de peregrinos de visita y el "follón" que se armó.
Afortunadamete, sus familiares, con muy buen criterio la llevaron al médico, el cual le puso tratamiento.
Al poco las "apariciones marianas" fueron desapareciendo hasta que cesaron, para desencanto de los creyentes, que "se tragan" todo lo que le eche, pero "con algo hay que entretenerse". jaja.
¡Feliz semana a todos!.
Paco
Eliminar"¿Quien dice si no en otro planeta hay una vida basada en el silicio?"
Eso es pura especulación. Pero el ajuste fino también alcanzaría para dicho caso, ya que permite que haya también silicio.
Los argumentos del ajuste fino valen para todos los elementos pesados.
"En cuanto al "Origen del Universo"...vete tú a saber como se originó."
Precisamente eso es lo que se trata de explicar. Si el Universo tiene origen, tiene una causa que trasciende el espacio y el tiempo, atributos propios de Dios.
Saludos
Como explica el ajuste fino la existencia de vida inmaterial?
EliminarDi Negri nuevamente.
EliminarIsu: ya hemos debatido sobre esto antes, pero no tiene sentido la idea del ajuste fino, si un humano puede morir por un simple golpe en la cabeza, o ahogarse en su propio vómito. Por solo poner unos ejemplos.
Saludos
Di Negri por 2.
EliminarYa compartí esta foto una vez, pero vale la pena verla. Un basquetbolista se llevó un golpe de antebrazo en la frente, y así le quedó el cráneo:
https://www.elpais.com.uy/ovacion/basquetbol/alarma-en-la-final-hebraica-nacional-hassell-recibio-un-golpe-de-barriola-y-debio-ser-retirado-en-ambulancia
Si eso lo causa un golpe de antebrazo, imagínense lo que sería un golpe de algo más sólido y contundente.
Di Negri
EliminarEl ajuste fino es a nivel de diseño del Universo con objeto de obtener vida inteligente, no del "diseño" de una especie.
Saludos
P.S.
EliminarY, Di Negri, aún no ha resuelto como lo haría mejor si la especie humana fuese diseñada directamente.
Sí...podría hablar de un cráneo de hierro, pero ¿como conseguir y asimilar dicho hierro en la estructura?
El papel lo aguanta todo.
Di Negri nuevamente.
EliminarSi se es omnisciente, se puede resolver fácilmente el problema. Por no hablar que si se es omnipotente, se puede crear un material mejor que el que tenemos. Como no pasa eso, hay tres opciones: o Dios nos hizo mal a propósito, lo que lo haría malvado, o no es omnipotente a pesar de decirlo, lo que lo hace mentiroso, o directamente no existe.
Saludos
Pues Isu (4.a)
EliminarSi...algo que "trasciende al espacio y el tiempo, creó el Universo"...pero la pregunta para mi...¿Que?.
No veo necesariamente "un Ser" inteligente..tengo el mismo problema en asimilar "Un conjunte de leyes, circunstancias, o como decía "vete a saber" que dicho "Ser"...pues eso de que "Es suficiente asímismo, increado, principio y fin de todas las cosas", etc...pues "no me entra.
Me voy por la Ciencia..."algo que desconocemos"
Pero bueno...esto son cuestiones que "hoy por hoy" no tienen explicación, por mas libros que estos señores hayan editado.
En cuanto al "ajuste fino", mi teoría es que nosotros somos la consecuencia de él, bien sea por estar basados en el carbono, o que eventualmente se descubra en otro lugar que están basados en otro elemento, digo silicio porque es muy similiar al carbono en cuanto a combinaciones...
A mi me parece que estoy hecho de silicona y cuarzo (estoy antes del quinzo) jaja.
O sea, que no han hecho un "ajuste fino" para nosotros, como digo, sino que nosotros somos consecuencia de ese ajuste. Por eso todo "cuadra".
Saludos.
Di Negri
Eliminar"Si se es omnisciente, se puede resolver fácilmente el problema."
No, no, no.
Si afirmas que se puede ser mejor, eres tú quien tiene que demostrar que se puede hacer mejor.
De nuevo, el papel lo aguanta todo.
Saludos
Paco
Eliminar"No veo necesariamente "un Ser" inteligente"
Ahí entra el ajuste fino.
"O sea, que no han hecho un "ajuste fino" para nosotros, como digo, sino que nosotros somos consecuencia de ese ajuste. Por eso todo "cuadra"."
No tiene sentido eso que dices.
Es como decir que un coche es consecuencia de un diseño, el coche no está diseñado.
Saludos
Paco
Eliminar"Es suficiente asímismo, increado, principio y fin de todas las cosas", etc...pues "no me entra.
"Suficiente asímismo", porque no sería creado ("increado"), no tendría causa (sería "ser supremo") y existiría por si mismo.
Si no fuera suficiente por si mismo, tendrías que explicar su causa y ya no sería ser supremo, sino que su causa sería superior.
Saludos
¡Eso mismo Daniel!...muy bien explicado.
EliminarSi puede explicar su origen, no sería eterno, pero si no puede explicarlo, entonces no lo sabe todo...
¡Menudo galimatías!...a ver si en "el otro barrio", cuando lleguemos, caso de existir, tuviese la "amabilidad" de hacérnoslo comprender, o lo entendamos por nosotros mismos, pero actualmente, no creo en esa posibilidad.
En cuanto al "ajuste fino", yo lo entiendo como cuando una bacteria "medra" en un caldo de cultivo idóneo para ello, no necesariamente preparado para que ella exista.
Pero ella "dice"..."mira que condiciones tan buenas me han preparado para que crezca y me reproduzca". Pues no.
Saludos
Que me refería a "El mismo",explicando su origen.
EliminarPaco
Eliminar"Que me refería a "El mismo",explicando su origen"
Dios no tendría que explicar su origen porque no tendría origen (causa), sería por si mismo.
"En cuanto al "ajuste fino", yo lo entiendo como cuando una bacteria "medra" en un caldo de cultivo idóneo para ello, no necesariamente preparado para que ella exista."
Resulta que los caldos de cultivo están precisamente preparados para cultivarla.
De eso, algo puede saber si ha trabajado en hospitales o le han hecho un cultivo para determinar una bacteria que le haya infectado.
Saludos
P.S.
EliminarSi hacemos una analogía con su ejemplo, sería como que la bacteria solo se encuentra UN entorno (un Universo) que resulta ser un caldo de cultivo o equivalente.
Yo si fuera la "bacteria" sospecharía que está preparado.
Di Negri nuevamente.
Eliminar"Si afirmas que se puede ser mejor, eres tú quien tiene que demostrar que se puede hacer mejor.
De nuevo, el papel lo aguanta todo."
Si un atleta pone 14 segundos para correr los 100 metros, no hace falta que yo ponga 10 segundos para demostrar que se puede hacer mejor. Hay gente más capacitada que yo para demostrarlo.
Del mismo modo, si yo digo que la "creación" es imperfecta, en teoría existe un Dios todopoderoso más capacitado que yo para demostrar lo contrario. Que lo haga entonces.
Saludos
Para que puedan existir angeles, serafines, trono, principados y potestades.....
EliminarPues se requiere que la REALIDAD ULTIMA, sea ajustada muy finamente:
y entra el concepto de calibración.
resulta que la creacion (tanto material como inmaterial) se ajusto finamente al principio, pero como todo. con el tiempo se va desgastando y "descalibrando gruesamente"
aqui es en donde ayudan los colosos espirituales:
con sus gigantescas manos, aprietan ora la tuerca, ora el engranaje, recalibrando la Realidad.
que a la postre terminara engullida en una entropia que desparecera PARA SIEMPRE cualquier ajuste:
Los colosos han sido derrotados.
resultaron unos inutiles.
Se habla de inteligencia superior, puedo estar equivocado, pero eso supondría un equilibrio y armonía total, funcionando el todo como un reloj suizo, pero lo que se dice del universo es que es caótico, pero ciñéndonos a nuestro micro cosmos, es decir, nuestro planeta, que es lo que apenas conocemos, si bien vemos cierta armonía y equilibrio en la naturaleza, también por todos lados vemos caos, no solo en el comportamiento de los elementos sino también en los seres vivos.
ResponderEliminarComo ya se ha dicho antes, de haber una inteligencia superior detrás de todo, no habrían sucedido extinciones masivas, arrasando casi en su totalidad la vida en el planeta; es como si ese supuesto ser no sabe qué quiere, con pruebas y ensayos, volviendo a empezar desde cero, y así sucesivamente.
A pesar de esa evidencia, hay quienes creen que este planeta caótico un día dejará de serlo para siempre, y será convertido en un paraíso.
Precisamente, gracias al desequilibrio hay vida.
EliminarUn Universo equilibrado sería plano y uniforme.
"Como ya se ha dicho antes, de haber una inteligencia superior detrás de todo, no habrían sucedido extinciones masivas"
¿Por qué no?
Puede perfectamente ser parte del proceso hasta que hayan condiciones favorables para la aparición de vida inteligente.
Pues ese “proceso” de ese supuesto ser inteligente no demostraría ser tan eficiente con tanta prueba y ensayo, se supone que él podría hacer o propiciar que las condiciones sean favorables, y no esperar a que las hayan.
Eliminar"se supone que él podría hacer o propiciar que las condiciones sean favorables, y no esperar a que las hayan"
EliminarO igual no hay un diseño de Universo más favorable y por lo tanto no es posible.
¿Por qué no?
EliminarPuede perfectamente ser parte del proceso hasta que hayan condiciones favorables para la aparición de vida inteligente.
Falacia de pintar la diana o como sea que traduce en español
Precisamente, gracias al desequilibrio hay vida.
EliminarUn Universo equilibrado sería plano y uniforme.
No realmente, todo lo contrario hay vida porque las condiciones son constantes
Hay cristianos que promueven el ajuste fino, consiste básicamente en que las condiciones para que existe vida son muy específicas para la vida y cualquier cambio haría imposible la vida
Hace millones de años las condiciones de la vida cambiaron hubo un desequilibrio que desencadenó extinción es masivas somos resultado de organismos qué se adoptaron a esas nuevas condiciones
EliminarDecir que podría ser plan de dios es simplemente es esta falacia
Eliminarhttps://es.wikipedia.org/wiki/Falacia_del_francotirador
Desde el punto de vista natural tiene sentido que estemos aquí
Desde el punto de vista que apelas a lo sobrenatural No tiene sentido y no puede explicar las extinciones
La explicación natural parte de observaciones que tratando de hacer predicciones y llegar a una conclusión
El punto de vista que apela a lo sobrenatural parte de una conclusión y ve que datos le sirven para llegar a esa conclusión
Me recuerda a una película llamada robin hood el príncipe de los ladrones con morgan Freeman
EliminarEl protagonista es un inglés que se fue a las cruzadas Y rescata a un árabe que lo sigue
Están en un campamento y se le acerca una niña a este árabe que tiene la piel oscura (morgan freeman)
La niña muy curiosa se le acerca y le pregunta ¿Porque dios te pinto?
El árabe le responde: porque a dios le gusta la diversidad
Desde el punto de vista que apela a dios y que parte de la premisanque fuimos creados por dios pueden sacarse de la manga todo este tipo de explicaciones
Tratan de llegar a esa conclusión
Obviamente hoy sabemos que eso es pura tontería por existe la evolución no fuimos creados sino evolucionamos
Las etnias no son producto de que haya diversidad por una deidad sino porque fue fruto de diversas condiciones
Ah es que el plan maestro de dios fue ese
EliminarCrea a los dinosaurios y después los extingue para que nosotros estemos aqui
En serio? Dios pudo desde un inicio poner las condiciones para nosotros pero de alguna manera hace todo este plan loco sin sentido
Por eso es que fracasa el ajuste fino
Los creyentes simplemente están tratando de interpretar los hechos para tratar de llegar a la conclusión que ellos quieren llegar
Y si he escuchado toda clase de cosas ridículas
No se si saben que es "answer in genesis"
Dios manda el diluvio para matar a los dinosaurios y animales mitológicos y cuando termina los restos los pone de tal manera que tiene millones de años y no miles de años para despertar a las personas
Como no cupieron en el arca no se pudieron salvar
Esta clase de tonterías para tratar de salvar su historia
Para despistar a las personas *
EliminarPues yo, desde hace mucho tiempo, trato de comprender la existencia o no de un "Ser" superior, llamémosle "dios" u otra cosa, pero prescindiendo totalmente de las historias que nos cuentan "ciertos libros".
EliminarDe verdad...cuanto mas los leo, bueno...hasta donde tengo paciencia, mas fantasiosos y parecidos a "Las Mil y Unas Noches", así que me quedo con lo que pienso que son: Cuentos.
Lo malo es que las personas se sirven de ellos para esclavizar a la gente.
Seguro habréis caído en la cuenta que no hacen mas que poner prohibiciones, penas y castigos, a fin de tener a la gente cogida, como cuando alguien se engancha a una droga.
Saludos.
Paco el reto principal que tiene la religión ahora es adaptar su historia a nuestro tiempo
EliminarSi tu lees muy literal la biblia no tiene sentido muchas de sus historias han sido puesto en duda
Por eso es que ahora son metáfora algunas cosas
Hay todo un rango de creyentes
Desde el fundamentalista hasta el cristiano casi deista
Creo que ya muchos cristianos comprendieron que apelar constantemente a lo sobrenatural es una guerra perdida
EliminarSe han tenido que adaptar a esto no al revés
"Falacia de pintar la diana o como sea que traduce en español"
EliminarSofisma de la falacia. Afirmas una falacia sin explicar donde está la falacia.
La posibilidad que mencioné es factible. No es una falacia
P.S.
Eliminar"Decir que podría ser plan de dios es simplemente es esta falacia"
Yo no he dicho que sea plan de Dios sino que son parte del proceso.
Para un plan son importantes los resultados, no los medios.
pregunta. las luminarias del foro que todo lo saben
Eliminar¿el ajuste fino que hemos detectado en el Universo es un fenomeno constante e inmutable o ese ajuste fino varia con el tiempo?
Buenas, he aquí una luminaria del foro, modestia aparte...
EliminarRespuesta: y yo qué sé... mire las cosas que pregunta ud...
Esa luminaria del foro mas bien parece luminaria del "foco" o espaso de la foca
EliminarLos que hayan ajustado finamente las cosas para que Franz vea a los Colosos espirituales....
ResponderEliminarpues no han hecho un buen trabajo:
la vida aparece nada mas durante un parpadeo en la inmensidad del tiempo....
el planeta NO ha estado poblado desde sus inicios y no estara poblado en sus finales....
la vida fue solo un fenomeno efímero en la inmensa hostilidad de un universo frio e indiferente
repito: un dia NO habra mas vida en este planeta
y unos dias despues NO habra vida en ningun lugar del universo.
¿quien ajusto finamente esas aniquilaciones?
Casagrande: Ni el Universo ni las infinitas formas de vida en él (y hasta ahora sólo conocemos una parte de las que existen un una pequeña mota de polvo que gira alrededor del Sol, llamada "Tierra"), se supone que deban existir para siempre.
EliminarTodo muere y se desintegra finalmente; llegara un momento en que Shiva, luego de destruirlo todo, apagará la luz de la última estrella del Universo (es una forma poética de decir, no lo tome literalmente)...
¿Eso quiere decir que el Universo y la Vida están mal hechos, o que no tienen sentido?
Si nos ponemos a cavilar, debemos concluir que no sabemos nada acerca de qué es todo ésto, ni cómo ni por qué estamos aquí; ni de dónde venimos ni adónde vamos, si es que "estamos", "venimos" o "vamos" a algun lado...
¿Estamos realmente en posición de hacer juicios definitivos sobre el Universo y la Vida?
Un gran maestro espiritual de la India le decía a un visitante que le preguntó por vidas pasadas y futuras: "Averigüe primero QUÉ ES esta vida que ud está viviendo ahora, y luego podrá ver con claridad si queda algo de qué preocuparse por otras vidas"...
O también se podría decir: Averigüemos primero la Verdad, y luego podremos ver con claridad si el mundo está bien o mal hecho, y si tiene o no sentido...
PD: "La vida aparece nada más durante un parpadeo en la inmensidad del tiempo", así es, pero nosotros podemos "adivinar el parpadeo"...
EliminarProbablemente hay INFINITAS cosas mucho mas interesantes que la vida.
EliminarCreemos que el fin de la creacion es la vida, pero tal vez no sea asi, hay infinita cantidad de fenomenos ocurriendo en el universo que hacen palidecer a la vida.
eso entendiendo por vida aquello que hace el atomod e carbono.
ya que si tomamos MOVIMIENTO por vida, nos vendria ISU a dar escobazos en la cabeza negando el moviviento y por ende esa vida poetica que confundimos con dinamismo.
XD
"Probablemente hay INFINITAS cosas mucho mas interesantes que la vida", no lo creo, pero aun si fuera así, necesitamos de la vida para conocerlas.
EliminarSin la vida, si no fuéramos conscientes de ellas, sería lo mismo que no existieran, al menos para nosotros.
Decía un maestro: "Si yo le ofrezco a ud todo el oro, las riquezas y las maravillas del mundo que desee, y sólo le pido a cambio su CONSCIENCIA, ¿sería ese un buen negocio para ud?".
Ciertamente no; sin consciencia, es lo mismo que no existiera nada de ello.
La Consciencia, aun intermitente, es (cuando está presente durante la vigilia) de lo único que estamos seguros, lo único de lo que no podemos dudar. Dicen los maestros: indague allí, profundice allí; esa chispa de consciencia es el único terreno firme y seguro donde ud puede cavar.
Allí podría haber un tesoro escondido...
"ya que si tomamos MOVIMIENTO por vida, nos vendria ISU a dar escobazos en la cabeza negando el moviviento y por ende esa vida poetica que confundimos con dinamismo."
EliminarLos sueños, sueños son.
Los suenos... ¿son inmutables o estaticos?
EliminarDe lo INMUTABLE solo nace lo INMUTABLE
Lo INMUTABLE no engendra el dinamismo.
Por tanto el SER de Parmenides NO ES el originador de la VIDA de Franz.
6d No confundamos VIDA con conciencia....
Eliminarla conciencia YA es otro aspecto que aparecio en este universo....
es un fenomeno parte que valdria la pena explorar en 100.000 posts cada uno en su propio lunes.
repito:
VIDA: Son las gracias que hace el atomo de carbono
a lo mejor el sicilicio puede hacer otro tanto con unas condiciones ajustadas finamente para que produzca vida....
¿produce conciencia el atomo de silicio?
NO LO SABEMOS, es posible, pero de momento pertenece al imaginario espiritual de Franz
Tal vez, podría ser, es posible
EliminarEsta platica ya se parece a alienigenas ancestrales
Si Franz es un alienigena (en una epoca habia decho que fue abducido a las afueras de Montevideo, por una nave nodriza en donde unos extraterrestres le hablaron y dijeron exactamente las mismas palabras de Budai y Jesus) reparon su cuerpo y entregaron una version mejorada del viejo Franz, que se habia vuelto enfermo y muy quisquilloso.
EliminarEs posible que franz pueda hacer volar bicicletas o emitir luz de sus dedos como et? Tal vez, posiblemente
EliminarSi, Franz el mismo ha dicho que mide 2 metros de estatura y que tiene los cabellos rojos como las llamas del infierno.
EliminarSus brazos son como anacondas
Cuando masca ayahuasca, entra y sale como rana de la realidad ultima.
¿Quien contra Franz?
No recuerdo haber dicho nunca que tengo los cabellos rojos, pero en todo caso, cada uno es libre de teñirse como quiera, ¿no?...
EliminarNo sé a qué viene tanta alharaca...
Que yo sepa las leyes ateas prohiben a los pelirrojos, por considerarlos adoradores de duendes y hadas madrinas.
EliminarMire que se dicen pavadas acá al cabo del día... y que lo diga yo...
EliminarLa demostración de la existencia de Dios está fácil. Un cuerpo humano vivo y consciente. Ni 10,000 universos podrían lograr algo así sin diseño.
ResponderEliminarDi Negri nuevamente.
EliminarUn cuerpo humano capaz de los peores horrores, más o menos como un niño de 5 años con un martillo dentro de una vidriería, al borde de sufrir gravísimas heridas, bajo la atenta e inactiva mirada de su padre. Tiene toda la lógica?
Sin hablar de distintos y graves fallos de esta maquinaría llamada "cuerpo humano".
Saludos
¿Que tal si disponemos de TRILLONES de universos? Alguno puede dar por azar gente llamada "Colosos Espirituales"
EliminarImpresionante afirmación, sobre todo porque, hasta donde yo sé, solo hemos podido observar un universo, así que no sabemos si en 10,000 no podría ocurrir algo igual o mejor.
EliminarEl universo ha sido finamente ajustado para que Daniel Franz pudiera encontrar el foro de APC y asi predicarnos los ires y venires de los Colosos Espirituales.
ResponderEliminarpor fortuna el ajuste fino NO es inmutable.... sino que cambia....
un dia se ajustara tan finamente que ya Franz no existira mas.
GLORIA!!
El universo ha sido ajustado finamente para que toda vida se extinga.....
EliminarHablando con mi sastre el otro día, me contó que él es entusiasta partidario de la idea del "ajuste fino".
EliminarLástima que no lo aplica a su trabajo...
Precisamente por eso el ajuste fino no sirve
EliminarQue clase de plan maestro?
"Oh mira lo perfecto que es el Cuerpo humano y las condiciones para bla bla bla"
Espera me da la impresión que nunca has leído las críticas a este argumento
Somos un grupo de una especie que nuestros ancestros vivian una vida muy precaria y que morían a una vida muy temprana
Nuestro cuerpos desarrollan cancer toda clase de enfermedades
Tenemos algunos incluso vestigios de cosas que ya no cumplen la función que era inicialmente
Vivimos en un planeta que a veces alberga vida o veces no
Donde la mayoría de las especies están extintas
Y nosotros podríamos ser los siguientes
Donde eventualmente Nuestro planeta será destruido por nuestro sol cuando se le acabe su combustible
Y un largo etc
Toda una serie de peligros
Pero tu me vas a decir que es un diseño
Claro....
El Universo ha sido ajustado tan finamente que se logro la aparicion de nuestro querido Daniel Franz.
EliminarTrillones de años transcurrieron para que se dieran las condiciones (diseñadas), calibradas finamente, para que Franz pudiera encontrarse cara a cara con esos DOS colosos que tanto conocemos:
Jesus y Budai.
GLORIA!!
Habla de la película de 1971 el cielo y tu
ResponderEliminarPregunta a DeepSeek:
ResponderEliminarHay algunos que aseguran haber "demostrado" la existencia de Dios mediante razonamientos filosóficos, lógicos o incluso procedimientos matemáticos. ¿Qué opinión te merecen estas "demostraciones"?
Respuesta:
Esta es una pregunta fascinante que toca los límites de la razón, la fe y las diferentes formas de conocimiento.
Mi opinión sobre estas "demostraciones" es matizada, y se puede desglosar en varios puntos:
1. No son "demostraciones" en el sentido científico o matemático estricto
En matemáticas o lógica formal, una demostración es un proceso deductivo que, partiendo de axiomas universalmente aceptados, llega a una conclusión necesaria e incuestionable. El teorema de Pitágoras, por ejemplo, es verdadero en el marco de la geometría euclidiana y cualquiera que entienda los pasos debe aceptar la conclusión.
Las "demostraciones" de Dios no funcionan así. No son verificables ni falsables empíricamente. Su fuerza persuasiva depende por completo de la aceptación previa de sus premisas, que suelen ser objeto de disputa filosófica. Por lo tanto, es más preciso llamarlas argumentos o inferencias, no demostraciones.
2. Su valor principal es coherencia interna, no prueba externa
Estos argumentos (como el Argumento Ontológico de San Anselmo, el Argumento Cosmológico de Tomás de Aquino, o el Argumento del Diseño) no suelen convencer a un escéptico que no comparte sus fundamentos. Sin embargo, su valor reside en:
Dar coherencia racional a la fe: Para una persona que ya cree, estos argumentos muestran que la fe no es irracional, sino que puede tener una base lógica y filosófica sólida. Proporcionan un marco intelectual para comprender lo que se cree.
Señalar misterios profundos: Apuntan a preguntas fundamentales que la ciencia no puede responder por sí sola: "¿Por qué hay algo en lugar de nada?", "¿Cuál es el origen de las leyes físicas?", "¿De dónde surge la conciencia y los valores morales?". Señalan que la realidad observable parece apuntar a algo que la trasciende.
(Continúa)
Continuación:
Eliminar3. Críticas fundamentales a los argumentos clásicos
Cada uno de los argumentos principales ha sido objeto de fuertes críticas a lo largo de la historia:
Argumento Ontológico (Dios como "el ser mayor que el cual no puede ser pensado otro"): Kant criticó que la "existencia" no es un predicado que se pueda añadir a la esencia de un concepto. Decir que "Dios existe" no añade una cualidad a la definición de Dios, como lo haría "Dios es misericordioso". La existencia no es parte de la definición, sino un hecho sobre el mundo.
Argumento Cosmológico (Todo efecto tiene una causa, luego debe haber una Causa Primera): Se cuestiona si el principio de causalidad se aplica al origen del universo mismo. También surge la pregunta: "Si todo necesita una causa, ¿quién causó a Dios?", lo que lleva a una regresión infinita o a una excepción arbitraria.
Argumento del Diseño (El orden del universo implica un Diseñador inteligente): La teoría de la evolución por selección natural ofrece una explicación naturalista para la aparente "teleología" de los seres vivos. Lo que parece diseño puede ser el resultado de procesos ciegos y aleatorios durante miles de millones de años.
4. El salto de la razón a la fe
Incluso si uno encuentra un argumento convincente, hay un abismo entre concluir "existe una Causa Primera necesaria y transcendente" y afirmar "creo en el Dios personal del cristianismo (o del islam, etc.)". El argumento filosófico puede, en el mejor de los casos, apuntar a un "Dios de los filósofos" (una idea abstracta de fundamento último), pero no al "Dios de Abraham, Isaac y Jacob" (un ser personal con el que se puede tener una relación). Ese salto pertenece al ámbito de la fe, la revelación y la experiencia personal.
Conclusión
En resumen, mi opinión es la siguiente:
Como demostraciones incuestionables, fracasan. No tienen el poder de obligar lógicamente a nadie a creer, ya que siempre se puede rechazar alguna de sus premisas.
Como ejercicios de reflexión filosófica, son profundamente valiosos. Nos fuerzan a pensar en las preguntas últimas y a reconocer los límites de la ciencia pura para responderlas.
Para el creyente, son un andamiaje racional que fortalece y da profundidad a su fe. Le muestran que lo que cree no es un disparate, sino una postura intelectualmente respetable.
Para el no creyente, pueden ser interesantes, pero rara vez son decisivos. Suelen verse como curiosidades lógicas o como intentos loables pero fallidos de probar lo improvable.
En el fondo, la cuestión de Dios parece situarse en un territorio donde la razón, la intuición, la experiencia y la fe se entrelazan de un modo que una demostración puramente lógica o matemática no puede capturar por completo. Estas "demostraciones" son faros que iluminan una parte del camino, pero no el destino final.
PD: Intenté primero hacer la consulta en ChatGPT, pero me dijo que "excedí el límite diario de consultas", cuando no sólo no puedo haber excedido ningún límite diario (a menos de que el límite diario sea 0) sino tampoco ningún límite semanal y tal vez mensual, ya que creo que hace más de un mes que no hacía ninguna consulta.
EliminarPero andá a laburar, Sam Altman... a quién le ganaste, chanta...
PD2: Recién leí completa la respuesta de DeepSeek a mi pregunta. Es una muy buena respuesta, en mi opinión.
EliminarPregunta por la demostracion en la mcbook
EliminarNo tiene nada de sentido la conclusión
EliminarEn lo único que tiene razon es que esta clase de argumentos son más bien para las personas creyentes
EliminarEl problema que veo constantemente en foros como estos es que no es un "problema de fe"
EliminarLa mayoría de creyentes que leo en esta clase de foros es que lo ponen como un hecho no es alguna creencia personal
Yo puedo tener una platica con un creyente moderado que tenga los pies en la tierra y sepa las limitantes de su creencia
Boboateo:
ResponderEliminarno cree que existe un dios, pero no cree que hay evidencia de que no existe un dios.
Di Negri nuevamente.
EliminarIdiota recibido como tú: cree que Dios es infinito amor aunque en este momento millones de seres humanos están sufriendo horrores y se dice un humilde creyente al mismo tiempo que cree que Dios lo eligió a él entre billones de trillones de seres humanos para hacerlo feliz eternamente.
Bobocreyente
EliminarCree que Dios existe pero cree que interviene en todo aún cuando no sabe ni como ni cuando lo hace
Te reparo tu hombre de paja
EliminarHay ateos que constantemente escuchamos por parte de creyentes que existe alguna deidad
Pero cuando les pedimos evidencia no la hay o es muy pobre
Esperamos evidencia y no la hay de ahí que no creen que exista tal deidad
En cualquier otra situación si alguien ve que no hay evidencia de cierta afirmación no cree en dicha afirmación
Pero la religión es un caso especial donde reglas que sirven para quitarle cualquier tipo de responsabilidad a los creyentes
O simplemente pasar du carga de prueba a los demás porque pues pobrecitos ellos no lo pueden hacer