De ciegos y saliva. Jesús y su Vanidad.

                                                               Curación del Ciego. El Greco 1570

Ya sabemos que Dios fue el creador del mal y también que el mismo Dios cometió por su propia mano innumerables matanzas y asesinatos; pero el artículo de hoy profundizará en una historia contada en el evangelio de Juan y que nos indica que Dios creó las enfermedades para demostrar su poder al curarlas. De seguro ya usted amigo Cristiano sabe de que le estoy hablando: la famosa historia del “ciego curado por Jesús”; también veremos otras incoherencias de esta historia.

Veamos los versículos que la describen:

Juan 9,1-12

1Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. 2Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? 3Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. 4Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. 5Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. 6Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, 7y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo. 8Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? 9Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy. 10Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? 11Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista. 12Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? El dijo: No sé

Siempre me ha llamado la atención esta historia, porque incluso cuando era creyente no le encontraba algún sentido que me hiciera pensar que Dios es bondadoso y que Jesús es una buena persona.

La historia es sencilla. Jesús se encuentra un ciego de nacimiento y claro, como cualquier otro enfermo que se le cruzaba en el camino, lo cura. Lo diferente en esta anécdota son las palabras que nos brinda Jesús explicándonos el origen de la enfermedad (en este caso en particular, Ceguera). Jesús a la pregunta de sus discípulos sobre el origen de la enfermedad del pobre hombre, responde: “No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.”… en otras palabras, Dios le envió la enfermedad a este hombre desde que nació para que años más tarde apareciese Jesús y le demostrase a todos el gran poder de su padre y de él mismo. Disculpen, ¿Soy solo yo el único que ve la vanidad y el egoísmo en ésta acción? Dios en un acto de presunción y de falta de sensibilidad condenó a esta persona a sufrir desde su nacimiento para luego demostrar su poder e impresionar a las personas.

Hay dos maneras de proyectar e interpretar esta anécdota: quizá Jesús solo nos ofrecía el origen de la enfermedad de este hombre en particular, pero si leemos la historia con detenimiento, nos damos de cuenta que no hay nada que haga insinuar esto; por el contrario, parece ser que Dios ha creado las enfermedades y dolencias para (en algunos pocos casos) demostrar su gran poder curandolas.

Imagino que usted amigo Creyente Cristiano siempre ha visto esta anécdota como un ejemplo del gran amor y poder de sanación de Jesús, cuando en realidad es solo un acto de egoísmo y vanidad extraordinario. Y de seguro también pensará que el pobre ciego debió de estar agradecido con Jesús por devolverle la vista, cuando en realidad debería de estar ofendido por haberle quitado la vista en primer lugar solo para poder presumir en el futuro con sus compañeros.

Esta historia es un complemento de lo que conocíamos con anterioridad: que Dios es el creador del mal; solo que ahora sabemos y confirmamos que muchas veces este mal es creado para demostrar que el puede curarlas. Sería como el bombero que quema una ciudad para solo apagar con su manguera un par de casas y decir que es magnánimo y buena persona.

En todo caso, los enfermos que se curan por el poder de Dios es prueba de su poder y su infinito amor… pero ¿y los que no se curan? ¿es prueba de qué? ¿de qué Dios no es todopoderoso y no es Amor?... ahí les dejo la duda.

Esta historieta no solo nos demuestra la vanidad, pedantería, crueldad y egoísmo de Dios; sino que también nos hace analizar otras cosas no menos interesantes. Me parece sumamente curioso el hecho de que Jesús, para curar al pobre ciego utilizó saliva y tierra para untar los ojos del invidente con esta mezcla. ¿Por qué si Jesús es todopoderoso necesitó hacer esta maniobra? Recordemos que en una ocasión curó a una mujer con solo tocarle el manto, ¿por qué Jesús tuvo que actuar como un primitivo curandero cuando con solo quererlo lo hubiese sanado? Recordemos también el caso del sirviente del Centurión. ¿Cómo mide Jesús cuando debe usar estos elementos mundanos y cuando utilizar su gran poder? La verdad siempre me ha confundido esto.

Recordemos que Jesús en sus tres años de milagros y curaciones le devolvió la vista a las personas en cuatro oportunidades. Son las siguientes:

- Los dos ciegos de Cafarnaúm (Mt.9:27-31).

- Bartimeo, el de Jericó (Mt. 20:29-34, Mc. 10:46-52, Lc. 18:35-43): Él le suplicó misericordia y Jesús le dijo que fue salvado gracias a su fe.

- El de Betsaida (Mc. 8:22-26): A quien sanó poniéndole saliva en los ojos e imponiéndole las manos

- El de nacimiento (Jn. 9:1-41): Jesús lo sanó restregando lodo hecha con su propia saliva, en los ojos del ciego, quien luego se lavó en la piscina de Siloe (enviado).

Amigos lectores, si leen las referencias Bíblicas de estos 4 milagros, en todos Jesús necesita por lo menos tocar a los ciegos a los ojos para poder curarlos y en dos de los casos utiliza la saliva para completar su curación. Incluso, en Mc. 8:22-26 necesita escupirlo directamente a los ojos para curarlo:

Marcos 8:22-26

22Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. 23Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. 24El, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. 25Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos. 26Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea.

¿Por qué Jesús si es todopoderoso, necesita tocar o escupir a los ojos de los enfermos para curarlos?

Lo curioso de todo esto es que ya en el siglo VI antes de Cristo existía una persona que según la mitología ya curaba a ciegos con la saliva e incluso levantaba a los muertos. La mitología griega cuenta cómo Asclepio (Esculapio para los Romanos) no solo recuperó al enfermo moribundo usando "su buena mano" sino que también hizo revivir al muerto. Solía colocar saliva en los ojos de los invidentes para curarlos, ya que creía que la saliva tenia propiedades curativas para este tipo de afecciones. ¿A quien les recuerda?

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