Entre
todas las cosas malas y terribles que nos ha dejado la religión y la
creencia en Dioses, sin duda lo peor es la larga estela de muerte y
destrucción que siempre parece acompañarla.
Las
Religiones (en especial el Cristianismo) se jactan y vanaglorian de
predicar y esparcir amor y bondad entre sus adeptos cuando a veces la
realidad es sangre y sufrimiento el legado que han de recibir. Y las
personas que se encargan de dirigir y conectar el mensaje de “Dios”
con el pueblo, suelen ser responsables directos de estas barbaries.
En
ocasiones se asocian fatalmente la megalomanía del líder religioso
con la sumisión y candidez del creyente, aunado a la absurda
creencia que esta vida es pasajera y que después de morir nos espera
un cielo/paraíso, formando todo esto una mezcla que suele terminar
muy mal.
Veremos
a continuación 5 tristes y lamentables ejemplos de este tipo relación
donde personas inocentes pierden la vida por causa de una religión
mal enfocada y abyectos líderes psicópatas.
Y
aunque afortunadamente este tipo de acontecimientos no son más
frecuentes, son razones de sobra para prescindir de las religiones y
luchar por un mundo Laico donde las creencias sean PERSONALES y
privadas.
Basta de sufrimiento por causas religiosas.
Basta de muerte
por culpa de Dioses invisibles e inexistentes.
Y
es que para muchos Creyentes, a veces el camino al cielo está lleno
de sangre y muerte...
Advertencia:
Contenido e imágenes fuertes.
Se recomienda discreción.
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Templo
del pueblo
El
18 de noviembre de 1978, 918 estadounidenses murieron en la Tragedia
de Jonestown, Guyana, incluidos 909 miembros de la secta El Templo
del Pueblo liderada por el pastor Jim Jones. 4 El suceso incluía a
303 niños. Una cinta de los últimos momentos del Templo fue
encontrada en el pabellón de Jonestown, la cual contiene reiteradas
discusiones al interior del grupo en la que afirmaban que cometerían
un «suicidio revolucionario», incluye también referencias a la
toma del veneno y los recipientes que usarían.5 En la cinta, Jones
les informa a los miembros de la secta que Rusia habría negociado
con ellos un éxodo potencial por meses, luego de haber asesinado al
congresista Leo Ryan, al reportero de la NBC Don Harris y a otros
tres en una pista de aterrizaje cercana.5 Cuando los miembros al
parecer rompieron a llorar, Jones los consuela diciendo: "Detened
esta histeria. Esta no es la manera de morir para las personas
socialistas o comunistas. No es nuestra forma de morir, debemos morir
con algo de dignidad".5 Al final de la cinta Jones concluye
diciendo: "No cometimos un suicidio, perpetramos un «acto
suicida revolucionario» en protesta de la condiciones de un mundo
inhumano".5 La gente en Jonestown murió por envenenamiento con
cianuro, a excepción de Jones y su personal de apoyo quienes al
parecer murieron por lesiones de arma de fuego auto infligidas. 6 Los
miembros del Templo ya habrían hablado en ocasiones anteriores del
«acto suicida revolucionario», y a los miembros se les habría dado
a beber lo que se les dijo que era veneno, pero tal bebida no tendría
veneno. 7 Otros cuatro miembros de la secta murieron en los cuarteles
del Templo del Pueblo en Georgetown, Guyana.
El
suicidio de la secta de Jones en Guyana, veinte años después
El
18 de noviembre de 1978, el mundo se estremecía con las imágenes
del suicidio de 913 estadounidenses, miembros de la secta Templo del
Pueblo. El relato de una sobreviviente.
El
fanatismo al reverendo Jones terminó en una tragedia.
Creía
ser la reencarnación de Lenin, Jesucristo y Buda.
Fue
el suicidio colectivo más trágico de la historia contemporánea.
Hace 20 años, el 18 de noviembre de 1978, 913 estadounidenses
miembros de la secta Templo del Pueblo murieron colectivamente
tomando cianuro en la jungla de Guyana, cerca de la frontera con
Venezuela. Si lo hicieron forzada o voluntariamente, nunca se supo.
Lo que sí está claro es que este episodio –que en aquel momento
conmovió a ese país y al mundo entero– está casi olvidado ahora
en Estados Unidos; sólo un puñado de familias y sobrevivientes han
previsto volver hoy a la fosa común donde están enterrados más de
400 cuerpos, la mayoría no identificados, en el cementerio Evergreen
de Oakland, en California.
Inclusive,
a pesar de sus esfuerzos, estos sobrevivientes no han podido reunir
el dinero suficiente para construir un monumento en memoria de las
víctimas. Hombres, mujeres y niños que siguieron a su líder
espiritual Jim Jones para levantar un mundo ideal en la selva de
Guyana.
La
colonia agrícola, bautizada Jonestown y que fue fundada en 1973, era
para algunos el paradigma de la felicidad multirracial, con
pretensiones igualitarias y dominada por un cuarentón con enorme
carisma e ideas marxistas que creía ser la reencarnación de Lenin,
Jesucristo y Buda. Jim Jones no sólo era fiable, además era rico y
estaba ligado a algunos políticos californianos. Contaba entre sus
amistades a Rosalyn Carter, la esposa de Jimmy Carter, presidente de
Estados Unidos entre 1977 y 1981. Y al legislador estatal Willie
Brown, actual alcalde de California.
Pero
en 1976 la colonia ya no era el paraíso soñado: “La gente tenía
miedo de Jim Jones, trataba de huir. Una vez que llegabas, no te
podías marchar”, explica Jynona Norwood, pastor de la Family
Christian Cathedral, en Los Angeles. Veintisiete miembros de su
familia se suicidaron.
La
idea del suicidio colectivo surgió tras el asesinato de un
congresista de California, Leo Ryan, que fue a investigar la colonia
a petición de algunos padres, inquietos porque sus hijos no volvían.
Dos periodistas que lo acompañaban también fueron asesinados por
miembros de la secta cuando se disponían a subir al avión de
regreso. Al día siguiente, Jim Jones instó a los miembros de la
colonia a cometer “no un suicidio, sino un acto revolucionario”,
según una grabación encontrada en el lugar. Algunos estaban
dispuestos: “No le tenemos miedo a la muerte”, escribió antes de
morir uno de los suicidas. “Esperamos que el mundo se dé cuenta un
día de los ideales de justicia e igualdad por los que vivió y murió
Jim Jones.”
Pero
las madres se mostraban reticentes a envenenar a sus hijos con
cianuro. Las protestas se sofocaron rápido y tres días más tarde,
el mundo, conmocionado, descubrió las imágenes de centenares de
cuerpos tendidos en la jungla, a menudo boca abajo.
Este
año, los hijos de Jim Jones, Stephan y Jim Junior, que no se
encontraban en la comunidad el día del drama, han vuelto al lugar.
“Era gente cariñosa y apasionada. Esta gente no hubiera tenido que
morir”, explicó Stephan Jones a la cadena de televisión ABC,
organizadora del viaje. “Pero hacia el final, a (Jim Jones) lo
consumió su propia locura”, agregó. “El final fue horrible,
pero pienso en lo que intentó construir”, asegura, por su parte,
Jim Junior. La secta dejó de existir después del drama. Decenas de
sobrevivientes (que huyeron justo antes) intentaron, a duras penas,
reintegrarse en la sociedad a pesar de las “dudas, las acusaciones
y la vergüenza”, confiesa Jynona Norwood.
El
drama de Jonestown, que seguirá siendo un misterio, no disuadió
otros suicidios colectivos. En Estados Unidos, más de 80 miembros de
la secta de los davidianos murieron en 1993 en el incendio,
aparentemente voluntario, de su granja en Waco (Texas), que la
policía había tomado por asalto. En Suiza y Québec, en octubre de
1994, dos grupos de miembros de la Orden del Templo Solar (OTS), en
total 53 personas, también fueron encontrados muertos, antes de otro
suicidio colectivo de la OTS, en 1995 en Francia. El suicidio
colectivo más reciente es el de los 39 adeptos de la Puerta del
Paraíso, en marzo de 1997, en California. En total, según la
AFF(American Family Foundation, centro de investigaciones sobre las
sectas), hay entre 3000 y 5000 grupos de este tipo en el mundo que
reagrupan a entre 5 y 20 millones de miembros.
La
voz que oyó Deborah
Deborah
Layton vivió en Jonestown y teóricamente tendría que haber muerto
allí, pero fue uno de los pocos miembros del Templo del Pueblo en
salir con vida de la selva de Guyana. Layton fue también una de los
pocos disidentes que había alertado sobre lo que se estaba
preparando en la ciudad erigida por la secta. Pero sus advertencias
no fueron suficientemente tenidas en cuenta.
Desde
su casa en las afueras de San Francisco, Layton se aventuró de nuevo
a la oscuridad del Templo del Pueblo para intentar encontrar alguna
explicación al abismo mortal al que se precipitaron cientos de sus
ex camaradas. Sus esfuerzos para exhumar las memorias derivaron en un
libro: Veneno seductivo: la historia de una sobreviviente de
Jonestown sobre la vida y la muerte en el Templo del Pueblo. También
la llevaron de nuevo al fatídico lugar de la jungla de Guyana.
Su
madre, que se había unido a la secta en parte para estar más cerca
de ella, está enterrada allí. Murió de cáncer diez días antes de
que Jim Jones realizara el último acto de su locura. Y su hermano,
Larry, quien la había convencido para que entrara a la secta, cumple
una sentencia a cadena perpetua. Es la única persona procesada por
el mortal atentado contra el legislador californiano Leo Ryan y un
grupo de periodistas en una pista de aterrizaje de Guyana.
Layton
huyó de Guyana en mayo de 1978. La que llegó a ser una de las
principales ayudantes de Jones, cada vez se sentía más preocupada
por la dirección hacia la que el adorado “Padre” conducía su
rebaño. Layton explica que la huida fue una cuestión de hacer caso
a su voz interior, una voz que Jones trataba de apagar con discursos
delirantes. “Te decía que la voz era mala, que era la voz del
egoísmo”, cuenta la mujer que le decía Jones. “Pero fue esa voz
la que me salvó”, asegura, con vida, ahora.
Fuente:
http://www.pagina12.com.ar/1998/98-11/98-11-18/pag22.htm
________________
Orden
del templo solar
Entre
1994 y 1997, los miembros de La Orden del Templo Solar iniciaron una
serie de suicidios en masa que sumaron 74 muertes.8 En las notas de
despedida que habrían dejado los miembros, expresaron que creían
que sus muertes serían un escape a la «hipocresía y opresión del
mundo».9 Adicional a esto creían que serían «llevados a
Sirius».10 Algunas grabaciones que serían recogidas por la policía
de Québec mostraron que algunos miembros habrían hecho donaciones
personales al líder de la secta, Joseph Di Mambro, por un millón de
dólares.11 Otros miembros de la secta intentaron suicidarse a
finales de la década de 1990, pero sus intentos fueron frustrados.
Todos los suicidios e intentos de suicidio ocurrieron alrededor de
los equinoccios y solsticios, porque al parecer estaría en
concordancia con las creencias del grupo.
Secta
"La Orden Soberana del Templo Solar"
Su
Fundador Dr. Luc Jouret
-
Avisan que el
final del milenio está cerca.
-
Anuncian el
retorno en gloria solar de Cristo-Dios, es decir, la Parusía, para
el año 2000.
-
Para que Cristo
regrese se deben dar dos factores: la venida y muerte del Anticristo,
el que precede a Cristo; por eso en 1994 la secta asesinó de 54
puñaladas y con una estaca en el corazón a un inocente bebé,
Christopher Dutoit, de tres meses… desde entonces fueron
perseguidos
Desenlace
de su doctrina:
-
Suicidios
colectivos en cadena en diferentes lugares
-
El primer suicidio
colectivo se produjo el 4 de octubre de 1994 en Cheiry y Salvan, dos
idílicas aldeas de Suiza. Murieron 48 personas calcinadas.
-
El 23 de diciembre
de 1995 otros 16 cuerpos fueron encontrados carbonizados, entre ellos
tres niños, en un bosque de los Alpes franceses, en la región de
Grenoble.
-
Otro suicidio
ritual tuvo lugar el 23 de marzo de 1997 en Saint Casimir, una
localidad al suroeste de Quebec (Canadá). Los cadáveres de tres
mujeres y dos hombres fueron hallados en una vivienda que había sido
incendiada.
Fuente:
http://www.victimasectas.com/Terrorismo/OrdenTemploSolar.html
Horrores
Humanos: La orden del templo Solar
Qué
animal tan particular es el ser humano, capaz de arriesgar la vida
por el prójimo y a la vez es capaz de realizar verdaderas
atrocidades por los motivos más banales.
Si
existe un infierno, Joseph Di Mambro y Luc Jouret, deben tener un
puesto de honor en el.
Un
Poco de Historia
Joseph
Di Mambro nació en Francia en 1924. Relojero y joyero de profesión
que compartía con un interés hacia lo oculto, lo que lo llevó a
pertenecer a varios cultos, hasta que en 1973 decide formar el suyo
propio, el “Centro para la Preparación de la Nueva Era”.
Esta
secta fundó una comuna en la frontera Franco-Suiza, en donde Di
Mambro comenzó a recibir dinero de sus seguidores, bajo el pretexto
de que él era la reencarnación de cuanto personaje histórico y
bíblico le sirviera para la ocasión.
Debido
a que gran parte de sus seguidores pertenecía a la clase alta, las
ganancias de la secta empezaron a crecer, lo que permitió la
adquisición de una mansión en Ginebra Suiza para la creación del
cuartel general de la rebautizada “Fundación de la Vía Dorada”,
que más tarde en 1984 se conocería como la “Orden Del Templo Del
Sol”.
Por
otra parte Luc Jouret, era un médico obstetra belga, nacido en el
Congo Belga, y que comenzó a trabajar incansablemente para la Orden.
Gracias a su increíble carisma se convirtió en guía y profeta de
la secta, multiplicando el número de seguidores de la misma.
Para
fines de la década de los ochenta, la orden tenía entre 450 y 600
seguidores, regados en Francia, Suiza, Canadá, España y Estados
Unidos.
Para
ese entonces Di Mambro y Jouret, habían logrado recaudar entre sus
seguidores una cantidad de casi 93 millones de dólares… nada mal
para sólo 5 años de “trabajo”.
Creencias,
Organización, y Funcionamiento de La Orden
Las
creencias básicas de la Orden eran:
1)
El establecimiento de las nociones correctas de la autoridad y poder
en el mundo … Algo como Hitler ¿no?
2)
La afirmación de que lo espiritual está por encima de lo material
(para los seguidores no para ellos).
3)
Asistir a la humanidad en una gran “Transición”.
4)
La preparación de la segunda venida de Cristo como el "Dios-Rey
Solar"
5)
La unificación de todas la iglesias cristianas y el Islam (un plan
un poco ambicioso).
Las
actividades diarias de los templos de la orden eran un batido de
Cristianismo Protestante, creencias New Age con rituales Masones. Eso
si, el Templo era un club exclusivo, ya que Jouret tuvo la acertada
idea de reclutar solo a miembros con una buena posición social, algo
así como la Madre Teresa, pero al revés.
Cada
uno de los miembros era iniciado con una complicada serie de
ceremonias -con sus respectivos trajes ceremoniales-, al ir subiendo
de rango dentro de la secta los miembros debían pagar una serie de
“tarifas de iniciación” que incluían joyas, trajes y gastos
administrativos.
Otra
cosa importante es que solo Di Mambro podía autorizar a las parejas
de la orden para tener hijos, ya que podían poner en peligro a su
hija como la “elegida”.
Los
asesinatos y los suicidios masivos
Durante
el resto de los años 80 la secta fue creciendo en seguidores, pero
al mismo tiempo comenzó a tener problemas internos con sus
“feligreses” mas antiguos.
Al
mismo tiempo, la Orden fue sujeta a investigación por parte de las
autoridades, debido a una supuesta conexión con una organización
dedicada a los crímenes políticos.
Las
investigaciones del FBI con respecto a la masacre de Waco, Texas y la
mala publicidad hacia los cultos ocasionada por este terrible hecho,
hicieron que muchos miembros pidieran la baja de la orden.
Todo
esto llevo a Di Mambro a predicarle a sus seguidores, que el fin del
mundo se acercaba, y que debían recluirse en la “Arcas de
seguridad”, para que toda la energía negativa del mundo los
ayudara en su paso al más allá.
En
octubre 1994, en un Chalet propiedad de Di Mambro ubicado en Morin
Heights, Quebec, un infante de sólo tres meses de edad es asesinado
al ser apuñalado 6 veces con una estaca de madera.
Sus
padres Tony y Nicky Dutoit, ex miembros de alta jerarquía de la
secta también fueron encontrados apuñalados en el mencionado
chalet.
La
investigación dio como resultado que los 3 fueron mandados a matar
por Di Mambro, por haber dejado la Orden y tenido un hijo sin permiso
de este, hijo este que Di Mambro consideraba el “Anticristo”,
enviado a la tierra para frenar sus planes.
Días
después, el mismo Di Mambro llevó a cabo junto 12 de sus
seguidores, una “Ultima Cena” ritual.
Algunos
días después en Cheiry una aldea ubicada en el oeste de Suiza, los
bomberos acudieron a apagar un fuego en una granja cercana, al entrar
a la casa, los bomberos encontraron a una un hombre muerto acostado
en la cama con una bolsa en la cabeza.
Al
investigar con más detenimiento, se dieron cuenta que el hombre
había sido asesinado de un tiro en la cabeza, al revisar la casa
encontraron varios dispositivos incendiarios.
Al
entrar a lo que parecía el garaje, se encontraron con un hall de
entrada, con muchas pertenencias regadas pero sin nadie a la vista,
al revisarlo bien hallaron una pared movible y se llevaron una
sorpresa digna de una película de David Fincher o Kubrick: Allí
había un centro de ceremonias, con su altar y totalmente tapizado de
rojo, en el centro encontraron un grupo de 18 personas muertas
formando un circulo, entre ellos Di Mambro y Jouret.
De
los 18, 10 habían sido “asesinados” de un tiro en la cabeza, los
otros se habían envenenado a sí mismos.
A
180 Km de allí en la aldea Granges-sur-Salvan, otro fuego llevo a
los bomberos a otros 3 chalets, al entrar encontraron 25 cuerpos
carbonizados, entre ellos 3 adolescentes y 4 niños, muchos de ellos
asesinados de un varios disparos.
Las
investigaciones arrojaron que los 4 chalets, así como las víctimas
pertenecían a la Orden.
El
15 de diciembre de 1995, 16 personas, entre ellos 3 niños, fueron
encontradas carbonizadas y con heridas de bala en lo que se le conoce
desde entonces como el pozo del infierno en Grenoble, Francia. 14 de
ellas formaban una estrella, y algunos presentaban señales de
agresión. Los otros 2 se presumen eran los tiradores. También
pertenecían a la Orden.
Y
allí no acaba la cosa. El 22 de mazo de 1997, 5 miembros de la orden
se quitaron la vida en Casimir, Quebec, iniciaron un fuego en la casa
y tomaron unos tranquilizantes y se pusieron en forma de cruz a
esperar pasar a otro planeta.
Tres
jóvenes de 13, 14 y 16 años, hijos de una de la parejas que
murieron, lograron escapar al fuego y se les encontró no lejos de la
casa en llamas, bajo los efectos de los tranquilizantes.
Y
por último en 1998, la policía previno que una psicóloga de origen
Alemán, realizara otro suicidio colectivo en Tenerife.
Hasta
el sol de hoy, se dice que la Orden del Templo Solar permanece
activa.
Fuente:
http://www.culturizando.com/2012/10/horrores-humanos-la-orden-del-templo.html
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Heaven's
Gate
El
26 de marzo de 1997, 39 seguidores de la secta Heaven's Gate murieron
en un suicidio masivo en Rancho Santa Fe, California, en la frontera
norte de San Diego; creían, según las enseñanzas de la secta, que
con sus suicidios «dejarían sus formas humanas» y que sus almas
abordarían una nave espacial que seguiría al cometa Hale-Bopp. 13
Algunos hombres, miembros de la secta, habrían sido sometidos a una
castración voluntaria para prepararse para una vida sin sexos, que
llegaría luego de su muerte. 14 el 30 de marzo de 1997, Thomas
Nichols, hermano menor 15 de la actriz Nichelle Nichols, fue
descubierto muerto en su tráiler con una nota que decía en parte:
"Me voy hacia la nave que va hacia el Hale-Bopp para estar con
los que se fueron antes que yo"; usando gas propano para
terminar con su vida. Nichols, al igual que los demás miembros de la
secta, tenía la cabeza cubierta con una bolsa plástica y su torso
cubierto con una mortaja violeta. La conexión de Nichols con la
secta es desconocida.
En
mayo de 1997, dos miembros de la secta que no estuvieron presentes en
el suicidio en masa, intentaron suicidarse, uno de ellos murió en el
intento, el otro estuvo en coma por dos días y luego se recuperó.16
En febrero de 1998, el sobreviviente, Chuck Humphrey, se suicidó.
La
secta que quiso ser el cometa Hale-Bopp
Amigos
y familiares de las víctimas no se explican cómo pudo producirse
semejante fenómeno de locura colectiva
RANCHO
SANTA FE, California, 28.- Mezclaron vodka con calmantes y, cual
complemento de un cóctel funesto, ahogaron el último aliento en
bolsas de plástico. No había otra forma, según ellos, de ingresar
en el Reio de Dios. Y ahora, en teoría, van montados en la estela
del comenta Hale-Bopp.
Eran
39, 18 varones y 21 mujeres, dos de ellos negros, de edades que
rondaban entre los 20 y los 72 años. Pertenecían a una secta
llamada Heavens´s Gate (Puerta del Cielo) que hacía rodar sus
curiosos mensajes de computadora en computadora vía Internet.
De
ellos, vestidos todos con pantalones deportivos y zapatillas, queda
hoy puro estupor. De amigos y vecinos que todavía no pueden creer
que hayan llegado al extremo del suicidio colectivo en aras de un
ideal tan incierto como la súbita conversión en ángeles.
Estaban
convencidos de ello. A juzgar, sobre todo, por la prédica constante
de desechar las envolturas (los cuerpos) que les impedían pelear
contra el mal en una guerra cósmica cuyo principal aliado era el
cometa.
Paul
Follosco, empleado de un lavadero de autos al cual iban seguido los
miembros de la secta, meneaban la cabeza confesaba a La Nación :
"Estamos todos muy impresionados. Sabíamos que tenían ideas
religiosas muy particulares, pero jamás nos hubiéramos imaginado
que iban a terminar así" . El dueño, Al Vignato, rompió en
llanto.
Otro
de ellos conserva, cual recuerdo, un holograma atado a un cordón en
el que se vislumbra una cabeza blanca, rapada y alargada, con ojos
verdosos. Tiene aspecto de extraterrestre.
Despedida
de la vida
Fue
el regalo de uno de los miembros de la secta antes de despedirse. De
despedirse de la vida, en realidad, porque un rato después, el
miércoles, sobrevendría un desenlace fatal en cadena que habría
comenzada días antes. El 25 de marzo, al parecer, tenía un
significado especial para ellos.
En
el barrio Rancho Santa Fe, un paraíso en donde hoy florecen los
frutales, nadie comprende bien qué fue lo que pasó. Lo vieron por
televisión. Por temor,e en muchos casos, a enfrentar el absurdo de
tanta muerte en medio de mansiones, tipo Beverly Hills, que animan
más al placer que al sacrificio.
El
escenario del crimen es una casona que, rodeada de palmeras y pinos,
domina la cima de una colina en la cual desemboca, cuesta arriba, un
camino angosto y serpenteante.
Tiene
tejas rojas y arcadas de estilo español, todo un símbolo, a un paso
de México, de calles que, como San Diego, 32 kilómetros al Sur, la
ciudad cabecera de este confín del Oeste, suenan raras en boca de
los norteamericanos.
En
la esquina Colina Norte y Camino del Norte, el oficial de la policía
Matt Wellhouse señaló a La Nación que ya habían sido retirados
los cuerpos y que todos ellos tenían documentos de identidad,
circunstancia que habría facilitado la investigación.
Allá
arriba, como si nada, un jardinero podaba arbustos y un camión de
Federal Express continuaba con el reparto de la correspondencia.
Allá
abajo, también como si nada, unos cuantos golfistas seguían con su
rutina a la vera de pequeños lagos y majestuosos montes.
Video
macabro
Las
muertes, su otra cara, quedaron registradas en un testimonio macabro
que obra en poder de la policía. Es un video en el que uno de los
miembros de la secta dice, por ejemplo: "Hoy es el día más
feliz de mi vida" . Algunos se acercan dos o tres veces a la
cámara, sonrientes. Sólo una mujer llora.
Las
vísperas de Pascua, al parecer, eran el momento propicio para ellos.
En consonancia, además, con la proximidad del fin del siglo y del
milenio en tren de aventurar un motivo, siempre relativo.
"Como
fue prometido, las llaves del Reino del Cielo están aquí,
nuevamente en manos de Ti y de Do (nombre adjudicado a dos
extraterrestres de poderes supremos que habrían secuestrado a seres
humanos en los 70), como hace 2000 años en manos de Jesús y de su
Padre" , dejaron como legado en sus páginas de Internet.
Para
ellos, según sus prolijos mensajes, el acercamiento del cometa Hale
Bopp era algo así como una señal, ya que presagiaba el arribo de
una nave de características sobrenaturales que iba a conducirlos a
la diestra de Dios: "Nuestros 22 años de aprendizaje aquí, en
el planeta Tierra, llegan a su fin. Estamos preparados para abandonar
con alegría este mundo".
El
líder murió con ellos. Se llamaba Marshall Applewhite, tenía 66
años y, al parecer, estaba identificado con la tendencia New Age. Ya
en 1975, al igual que Bonnie Lu Trusdale Nettles, fallecido también
por mano propia 10 años después, habría persuadido a varias
personas de California, de Colorado, de Nuevo México y de Oregón
para que abandonaran sus hogares.
Su
secta primitiva llevaba el nombre de UFO y respondía al culto de Ti
y de Do, nombres que, salta a la vista, podrían tener la misma
vinculación con las notas musicales que el cinematográfico ET.
En
busca de un Arca de Noé propia
Otra
vez el suicidio colectivo. Otra vez la sorpresa y el horror ante las
vidas que se truncan a través de una decisión grupal que desemboca
en un final tan extraño al sentido común, que provoca no sólo
estupor, sino también un profundo cuestionamiento acerca de los
límites a los cuales puede llegar la mente humana.
Las
palabras "lavado de cerebro" y "locura colectiva"
son las primeras que aparecen intentando explicar por qué muchachas
y muchachos, en su mayoría, se matan en forma tan "prolija",
esperando un premio cósmico, que los aleje de este mundo "vulgar"
en el cual no saben encontrar un sentido para existir.
Las
ideas que habitan en la mente de los miembros de grupos sectarios
tienen una apariencia inexpugnable. Con pocas grietas, ladrillo a
ladrillo, las consignas, las amenazas, las ideas de salvación y,
sobre todo, las visiones pre fabricadas del mundo terreno y
extraterreno, van construyendo un muro entre las ideas y los afectos
ligados al mundo social y, sobre todo, familiar. Perdidos esos
anclajes, la mente se desboca hacia "las alturas", sin
referentes que puedan reintegrarla al sentido común, al sentido de
la común unidad con el resto del cuerpo social.
Existe
la semilla de este tipo de mentalidad sectaria en todo grupo cerrado
en el que se pretenda alguna supremacía respecto del resto de la
humanidad, y en donde la amenaza de castigo (humano o divino) pesa en
las conciencias de los miembros, generando en ellos, un miedo
profundo y degradante, basado en el temor a perder totalmente un
lugar en el mundo y a quedar sin sustento de identidad y afecto.
La
idea de una salvación exclusiva, una suerte de Arca de Noé VIP,
sólo puede surgir para compensar personalidades vaciadas de ser. A
mayor vació de identidad, mayor necesidad de ideas "celestiales"
que, a modo de atajo respecto del genuino y humilde camino
espiritual, pretenden contrarrestar la pobreza psíquica. La
desesperación y la soberbia demuestran, en estos actos lamentables,
ser caras de una misma moneda.
El
espíritu sectario se manifiesta a través de muy diversas ideas y
estéticas. El común denominador está en que siempre se basa en el
miedo, el desamor, el rechazo a la diferencia y, sobre todo, en la
necesidad de inventar un mundo exclusivo, para entrar al cual, se
exige, a modo de carísimo peaje, la renuncia a la propia conciencia,
lo que implica dejar de lado aquello que caracteriza, esencialmente,
a los seres humanos.
Por
Miguel Espeche
*Licenciado
en Psicología
Manson
opinó por Internet de la matanza
LOS
ANGELES, 28 (ANSA).- La World Wide Web, el espacio multimedial y de
intercambio en Internet, vive momentos de histeria colectiva tras el
suicidio masivo de una secta que ofrecía sus servicios y se
comunicaba por la red informática.
Advertencias
de los expertos sobre los peligros del mundo virtual y bromas
desmitificadoras de algunas comunidades "on line" conviven
con el anuncio de un santón condenado por homicidio, el satánico
Charles Manson, de la apertura de un sitio virtual dedicado a su
secta.
Miles
de usuarios se preguntan en Internet sobre las razones del suicidio
masivo de los 39 miembros de la secta Higher Source en una lujosa
residencia de Rancho Santa Fe, cerca de San Diego, en California.
En
medio de las preguntas, uno de los primeros en capitalizar la
tragedia es Manson, el psicópata que en 1969 ordenó a cuatro
secuaces de su secta asesinar a cinco personas, entre ellas la actriz
Sharon Tate, esposa del director Roman Polanski.
Manson,
quien con un cuchillo se grabó en la frente una esvástica, comentó
el suicidio colectivo de los "ángeles de Internet" con
sarcasmo. "Estos monjes que se mataron en San Diego -dijo- me
parecen un poco atrasados en el tiempo. En lo que a mí se refiere,
en cambio, tengo mi propio sitio en Internet para difundir mi
mensaje. Pero no creo que deba suicidarme por ello".
"Correo
basura"
Gritos
de alarma sobre los peligros de Internet llegaron de expertos de todo
el mundo tecnológico, pero especialmente de los estudiosos de los
fenómenos religiosos "alternativos".
"Hay
sectas que utilizan Internet para alcanzar distintos objetivos -dijo
John Knapp, presidente de la Trancenet.group, un centro neoyorquino
de estudio sobre las técnicas de manipulación psicológica-, para
reclutar nuevos adeptos, para difundir sus mensajes delirantes o como
fuente de ingresos".
Louis
West, profesor de psiquiatría de la Universidad de California y
reconocido experto en estudios sobre las víctimas de cultos
satánicos, agregó que "las sectas totalitarias como la Heavens
Gate de San Diego usan cualquier medio a disposición para atraer
nuevos miembros".
"Hoy
en Internet -señaló- se utilizan las mismas técnicas usadas por el
"correo basura" o por los vendedores "puerta a
puerta", es decir, un acoso de mensajes que, en vez de ser
verbales, son digitales".
Tragedia
anunciada por Internet
WASHINGTON,
28 (ANSA).- El suicidio de la secta de la "Puerta del Cielo"
era una tragedia anunciada, de la cual surgen cada vez más detalles,
así como de la vida del líder, Marshall Applewhite.
Applewhite
incitaba a sus seguidores desde hacía 20 años a dejar la tierra
para buscar una forma de vida superior en el espacio.
Sobre
el delirante "culto de los OVNI" se escribieron libros y
tesis de graduación. La secta misma ilustró sus preparativos de
muerte en un volumen de más de 400 páginas, accesible desde hacía
un año mediante Internet, aunque nadie movió un dedo para
impedirlo.
El
cuerpo de Applewhite fue reconocido entre los 39 muertos de la lujosa
residencia de Rancho Santa Fe, que la secta había trasformado en una
suerte de convento, hasta la tragedia del miércoles.
Las
21 mujeres y 18 hombres de la secta se quitaron la vida en el lapso
de tres días, dejando su mensaje póstumo en un video.
"Este,
aseguró un hombre, es el día más bello de mi vida, que esperé por
tanto tiempo".
Applewhite,
que se hacía llamar "Do", grabó una última orden para
sus fieles antes de llevarlos hacia el largo viaje.
"Puedo
ser vuestro pastor y ustedes pueden seguirme, pero no pueden
permanecer aquí y seguirme al mismo tiempo. Deben seguirme ya,
dejando este mundo antes de que concluya nuestra partida desde esta
atmósfera, en preparación para su reciclaje".
Este
mismo lenguaje se encuentra en el manifiesto de la secta en Internet.
En
síntesis, los seguidores de "Do" creían que sus cuerpos
eran contenedores provisorios. Con la muerte, el alma subiría a una
nave espacial oculta en la cola del cometa Hale-Bopp.
"El
cometa -se lee en el documento- es la señal que esperábamos, nos
preparamos a dejar este mundo".
A
los 65 años, Marshall Applewhite tenía en sus espaldas una larga
carrera de profeta visionario. Creía haber recibido el primer
mensaje desde el espacio en los años 70, cuando estuvo internado en
un manicomio de Colorado, luego de un infarto.
Applewhite,
antes de su afición a los OVNI, había sido un profesor de música,
casado y con dos hijos.
"Do"
se había graduado en la Universidad de Colorado, cantaba en un
teatro y había dirigido al coro de una iglesia de Houston. Amante de
la lírica, había alterndo la docencia en St. Thomas University con
15 roles en la Houston Grand Opera.
Ya
en el manicomio, la primera que le creyó fue la enfermera Bonnie Lu
Nettles, apasionada de la astrología. Ambos se volvieron con el
tiempo una pareja tan popular como Bonnie y Clyde. Se hicieron llamar
Ti y Do.
Adquirieron
fama en 1975, cuando fueron entrevistados en el Desierto del
Colorado, donde se reunieron con cientos de seguidores para esperar
la llegada de extraterrestres.
Un
capítulo sobre su secta resultaba así obligado en cualquier
volumen, serie o miniserie dedidaco a las sectas.
Margaret
Singer, la primera escritora que estudio a "Ti y Do" cuenta
que luego de la experiencia en Colorado, donde jamás llegó una nave
extraterrestre, ambos siguieron vagando de ciudad en ciudad
convencidos de que la nave espacial tan esperada llegaría para
acogerlos.
Bonnie
Lu Nettles murió de cáncer en 1985 y "Do" Applewhite
siguió predicando, encontrando un público entusiasta en Internet.
Cuando
un astrónomo principiante de Texas difundió en Internet su teoría
de que había un OVNI en la cola del cometa, el destino de la secta
de "Do" estaba sellado.
Según
la reconstrucción del médico forense, la primera tanda de suicidas,
15 personas, tenía junto a los cadáveres una receta similar a la
del "Doctor Muerte", Jack Kevorkian: budín de miel
mezclado con vodka y dosis masivas de somníferos.
Para
acelerar su muerte, cada uno de los suicidas se colocó una bolsa de
plástico en la cabeza.
Sus
sobrevivientes hicieron limpieza: quitaron las bolsas, los restos de
la poción mortal y acomodadon los cadáveres cubriéndolos con un
lienzo violeta.
Asimismo,
a cada cadáver le pusieron en el bolsillo el pasaporte y un billete
de 5 dólares, quizá para pagar el pasaje en la astronave.
La
segunda tanda siguió a la primera con el mismo rito. Los últimos 9
acomodaron a sus compañeros y se suicidaron.
"Todo,
relató el médico legal Brian Blackbourne, estaba en perfecto orden.
Para la cita con la muerte se habían puesto ropa nueva, igual e
impecable".
Fuente:
http://www.lanacion.com.ar/65998-la-secta-que-quiso-ser-el-cometa-hale-bopp
____________________
Los
Davidianos
El
19 de abril de 1993, el Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y
Explosivos de los Estados Unidos sitió la facción de los Davidianos
cerca de Waco, Texas que terminó con un asalto y seguidamente con un
tiroteo que destruyó el lugar, en el que murieron muchos de sus
habitantes. Durante el hostigamiento fueron disparadas muchas
granadas de mano y bombas de gas CS18 Algunas personas creyeron que
fueron las granadas y demás material disparado lo que encendiera los
abastecimientos de combustible que había dentro de la
construcción.19
Richard
L. Sherrow, un investigador experto en fuego y explosiones, fue
contratado por una corte civil para precisar las causas del inicio de
la conflagración y su conclusión fue: "El fuego fue originado
en la torre ubicada en la esquina noreste cuando una linterna tipo
Coleman cayó en el material comburente, más precisamente en las
camas, dado que el lugar era usado como dormitorios. La linterna
habría caído luego de un impacto mecánico entre la torre y el
CEV".20
Los
medios de comunicación reportaron inmediatamente después del
hostigamiento y lo calificaron
como un suicidio colectivo ritual incluso un asesinato perpetrado por
los líderes de la secta. Sin embargo, algunos medios independientes,
académicos y otros expertos sostienen que el fuego se originó
accidentalmente o resultado del pánico.
Tragedia
de Waco
masacre en texas David
Koresh
Hay
nombres geográficos inexistentes y lugares desconocidos para la
mayoría de la gente que, un buen día (realmente, un día terrible),
alcanzan una fama quizás no deseada pero ya imborrable.
El
nombre de Waco y el de un rancho próximo llamado por sus ocupantes
Monte Carmelo pasaron del más absoluto incógnito a ser noticia con
motivo del asedio y posterior destrucción de unas paredes entre las
que aguantaban el cerco David Koresh y sus seguidores, los
davidianos, del que éste se había autoproclamado líder espiritual.
Era el 19 de abril de 1993 cuando, tras casi dos meses de conminación
a la rendición (exactamente 51 días), las tanquetas del FBI
entraron en el citado rancho ubicado cerca de Waco (Texas). Tras los
agentes, otro «ejército» tan numeroso como el de aquellos: los
periodistas que captaban con sus cámaras (más de un centenar) el
horrendo y dantesco paisaje después de la batalla.
David
Koresh Yaweh se llamaba realmente Vernon Wayne Howele y era uno de
los numerosos predicadores generalmente apocalípticos que en Estados
Unidos aterrorizan a sus seguidores con toda clase de calamidades
individuales y colectivas a no ser, claro, que les sigan a ellos en
la fórmula única (única de cada uno de estos cientos de
engañabobos) para formar parte de un restringido grupo que, cuando
toda la humanidad perezca, logrará salvarse. En el caso de Koresh, y
como en tantos casos similares, todo se reducía a un fundamentalismo
cristiano que ni siquiera interpretó los pasajes más oscuros de la
Biblia sino que, por el contrario, los siguió al pie de la letra. Ya
desde sus tiempos de estudiante en Houston, Vernon Wayne, que era un
mal estudiante, provocó —y quiso compensar aquella carencia— a
sus profesores con la memorización de todos los textos bíblicos.
Pues
bien, siendo ya el líder de los davidianos se había metido entre
pecho y espalda el Libro de las Revelaciones, y como otro burdo
«mesías» más salido de los histerismos de una sociedad enferma
(realmente estaba convencido de ser la nueva reencarnación de
Jesucristo), anunciaba todo un panorama de final inmediato con
tétricos tintes de castigo divino, invitando a la gente a que se
salvara siguiendo su camino.
La
secta de los davidianos se basaba en un fundamentalismo cristiano que
anunciaba el Apocalipsis
Koresh
había llegado a dirigir su secta a través del matrimonio con Rachel
Jones (14 años), hija de uno de los dirigentes de la misma y al que
arrinconó enseguida, sustituyéndolo en la cima jerárquica. De
todas partes llegaban nuevos adeptos ganados por la persuasiva
doctrina de un David Koresh que, al fin y al cabo miembro de una
sociedad como la estadounidense, estaba armado hasta los dientes
dentro de lo que sería su gran mausoleo en Waco. Previamente había
efectuado compras de armas por valor de más de 250.000 dólares,
según él para estar preparados llegado el momento del acoso del
«Mal».
En
vísperas de la tragedia, y en el que sería su último refugio,
Koresh había reunido junto a él a numerosos adultos pero también a
un buen número de niños, y con unos y otros, se dispuso a convertir
en un fortín inexpugnable el rancho Monte Carmelo. El primer
encontronazo había tenido lugar el 28 de febrero, cuando las
autoridades, tardíamente preocupadas por el cariz que tomaba el
asunto, decidieron pasar a la acción, acusando a los davidianos de
tenencia masiva de armas y de abusos sexuales para con los niños que
mantenían a su lado. Recibidos a tiros, los agentes contestaron de
igual manera, produciéndose entonces un primer balance de cuatro
agentes muertos y una decena de sectarios abatidos. La cuenta atrás
empezaría a ponerse en marcha desde aquel día premonitorio.
Las
túnicas anaranjadas que vestían sus seguidores serían, durante los
siguientes 51 días, blancos perfectos para los prismáticos de los
que los cercaban, y también, para efectuar los primeros disparos,
que al final acabarían siendo continuos, y que eran respondidos por
los asediados utilizando el arsenal que guardaban entre aquellas
paredes. Durante esos largos días, murieron miembros de los
federales y también de los davidianos, en un goteo de víctimas que
preparaba la gran hoguera final. De vez en cuando se conseguía un
alto el fuego para una nueva mediación que diera lugar a una salida
airosa al conflicto, sin resultado alguno. Pero los asaltantes no
sólo utilizaban las armas mortíferas reales (sin hacer ascos, por
cierto, a la utilización de gases prohibidos por todas las
legislaciones y que eran arrojados al interior del rancho), sino que
recurrieron a una guerra sucia. Para ello no dudaron en, por ejemplo,
cortarles la luz, el agua y la llegada de alimentos, al tiempo que,
llegada la noche, potentes reflectores barrían las ventanas del
rancho, para impedir el más mínimo descanso de los sitiados. Como
guinda de aquella batalla terrible, potentes altavoces difundían
música rockera a todo volumen. Pero junto a esta parafernalia
sicodélica y enloquecedora, algo se echaba de menos. Algo,
teóricamente, muy importante: la presencia allí de bomberos y
ambulancias, necesarios siempre en una situación a punto de
estallar. Unos y otras eran invisibles incluso en los tensos momentos
que precedieron al final.
Los
davidianos fueron asediados por los federales, produciéndose bajas
en ambos bandos
Dicho
final tuvo lugar el día 19 de abril cuando, a las 5,30 horas, los
tanques del FBI decidieron atacar definitivamente. Cuando los
asaltantes lograron abrirse camino por entre las llamas que ya
consumían el edificio del rancho, ante su vista aparecieron
confundidos y mezclados los cuerpos carbonizados de la mayoría de
los seguidores de Koresh, incluido este mismo, que presentaba un solo
disparo en la frente. El apocalipsis próximo profetizado por el
perturbado Vernon Wayne había llegado por fin para él y los suyos,
y era ya una terrible y humeante realidad para buena parte de los que
tuvieron la debilidad de creerlo.
El
balance final de muertos dentro de Monte Carmelo fue de 69 adultos y
17 menores, todos calcinados. La versión oficial de la policía
hablaría de que fueron los mismos davidianos los que provocaron el
incendio en un aquelarre de suicidio colectivo. Otras fuentes se
refirieron, por el contrario, a vuelcos de las tanquetas federales
que habrían provocado la inflamación del queroseno y, a su vez,
habrían trasladado las llamas al interior del rancho. De cualquier
forma, la tragedia había finalizado y Waco sería ya, en el futuro,
un nombre de referencia macabro y maldito. Es una población, por
cierto, predestinada a sufrir algo parecido teniendo en cuenta los
datos de que, para 90.000 habitantes, había 18 armerías y 200
iglesias.
Fuente:
http://historiaybiografias.com/sectas2/
____________________
Movimiento
de restauración de los diez mandamientos de Dios
El
17 de marzo de 2000, 778 miembros del Movimiento de restauración de
los diez mandamientos de Dios murieron en Uganda. 25 La teoría de
que los miembros habrían muerto en un suicidio en masa cambió
cuando se hallaron a varios de los cadáveres con signos de
estrangulación y heridas de arma blanca. 26 El grupo divergía de la
Iglesia católica en el énfasis de la llegada del apocalipsis y
ponía en duda las apariciones marianas. 27 El grupo fue llamado un
movimiento de revisión interior, que usaba uniformes y restringía
el vocabulario para evitar decir cosas pecaminosas o deshonestas. 28
29 El el momento del suicido, según testimonios de los propios
lugareños, los miembros estaban celebrando una fiesta, donde se
consumieron 70 cajas de refrescos y 3 toros.30
Esta
versión de los eventos ha sido criticada por Irving Hexham, 31 y
fuentes ugandesas que han establecido que "nadie realmente puede
explicar los porqués, los cuándos, los cómos, los dóndes,
etcétera". 32
Kanunga,
el mayor suicidio colectivo de la historia
Los
800 seguidores de la secta ugandesa liderada por Joseph Kibweteere se
encerraron en su iglesia, tapiaron las ventanas y se prendieron fuego
en marzo del 2000
Había
llegado «el gran día». Al líder de la secta ugandesa de la
«Restauración de los Diez Mandamientos de Dios», Joseph
Kibweteere, y sus cerca de 800 seguidores se les iba a aparecer la
Virgen y les iba a llevar al cielo. La locura colectiva se había
desatado. Y el 17 de marzo de 2000, tras varios días de ofrendas y
rituales, se refugiaron en su iglesia, cerraron las puertas con llave
y tapiaron las ventanas para que nadie pudiera arrepentirse en el
último momento. Luego, sin más dilación, se rociaron con gasolina
y «desataron el infierno» hasta morir carbonizados.
Kibweteere,
que estaba convencido de que el fin del mundo llegaría en el año
2000, había sido un destacado político demócrata de la década de
los 60, cuya vida dio un giro tras perder unas elecciones.
Desapareció siete años y, después, comenzó a predicar que había
tenido una conversación con la Virgen y Jesucristo, la cual, decía,
había grabado en una cinta.
Aquel
mensaje apocalíptico fue difundido entre todos sus seguidores con la
advertencia de que, antes de que llegara el fin del mundo, debían
inmolarse «para poder alcanzar la salvación».
«Se
oyeron algunos gritos, aunque no muchos», dijeron los vecinos de
Kanunga, la pequeña población situada a 320 kilómetros al suroeste
de Kampala, cerca de la frontera con la República Democrática del
Congo, donde ocurrió la que entonces llamaron «la tragedia del
siglo».
«No
mentirás»
Los
lugareños contaron que los miembros de aquella secta apenas
hablaban. Al parecer, tenían miedo de incumplir el mandamiento de
«no mentirás». Dos días antes del día del macrosuicidio se
habían ido congregando en una escuela que los miembros de la secta
utilizaban como iglesia, en donde se comieron «tres vacas asadas,
bebieron setenta cajas de gaseosa, cantaron y rezaron».
Kanunga,
el mayor suicidio colectivo de la historia
Los
días previos al suceso, los seguidores de Kibweteere vendieron todas
sus propiedades siguiendo las recomendaciones de su líder y
recorrieron las aldeas cercanas para despedirse de sus familiares.
Las
primeras informaciones de la «tragedia del siglo» hablaban de 230
muertos. Ese era el número de miembros censados por la secta cuando
fue registrada en 1997 como una ONG. Sin embargo, pocos días después
la cifra ya había ascendido a más de 1.000, y los periódicos
–incluido ABC – la calificaban como «el suicidio colectivo más
mortífero de la historia contemporánea». Superaba al de Guyana en
1978, donde 914 personas, lideradas por el estadounidense Jim Jones,
habían acabado con su vida ingiriendo cianuro.
Cerca
de 80 niños muertos
Pasado
el tiempo la Policía concluyó que las primeras estimaciones habían
sido exageradas y que la cifra final de muertos se había establecido
en 778. Entre ellos, cerca de 80 niños. «Además, se han hallado
cadáveres de adultos que habrían sido asesinados antes del macabro
ritual y cuyos cuerpos fueron arrojados a las letrinas cavadas en el
exterior de la iglesia», contaba ABC en febrero de 2000.
La
cifra de muertos superaba de manera considerable los 88 seguidores de
David Koresh que murieron en el incendio de la fortaleza de Waco
(Texas), en 1993. También a los 48 fanáticos de la «Orden Templo
Solar» que se quitaron la vida en una granja y tres chalets de
Suiza, en 1994. Y a los 39 miembros de la secta «Puerta del Paraíso»
que, en 1997, fueron hallados muertos en una mansión de San Diego
(California, EE.UU.), boca arriba y con un velo que les cubría la
cara y el pecho, esperando iniciar su «viaje» hacia una nueva
dimensión, a la que llegarían en una nave extraterrestre.
«Las
sectas destructivas no conocen ni fronteras, ni culturas, ni
tradiciones, ni arraigos locales. Todo a través de la mente y las
emociones puede dar un giro de 360 grados», escribá el psicólogo y
experto en sectas, Eloy Rodríguez Valdés, en ABC. Los casi 800 de
Kanunga son un triste ejemplo de ello.
Fuente:
http://www.abc.es/archivo/20131119/abci-suicidio-colectivo-secta-kimbwetere-201311131026.html
__________________
ANEXO:
Los
suicidas de Masada, un dudoso ejemplo para Israel
La
Unesco proclamó a la fortaleza Patrimonio de la Humanidad y desató
la polémica
Unesco
acaba de proclamar a la fortaleza de Masada (Metzadá, en hebreo),
Patrimonio Cultural de la Humanidad. Y con ello ha desatado una
inesperada controversia.
La
fortaleza corona un escarpado y casi inaccesible monte en el desierto
de Judea, cercano al Mar Muerto. Ha sido explorada, estudiada,
reconstruida y fotografiada hasta el cansancio desde múltiples
ángulos. Se convirtió en un gran centro de peregrinaje turístico.
El
movimiento sionista la había convertido en símbolo del heroísmo
que ejercieron los judíos para preservar su libertad y soberanía
frente a las legiones romanas durante el siglo I. En efecto, después
de la caída de Jerusalén, en esa fortaleza continuaron la
resistencia durante otros tres sangrientos años. Pero los romanos,
con dotaciones diez veces más numerosas, construyeron un gran
terraplén y sitiaron el lugar por tiempo indefinido. Cuando los
novecientos rebeldes comprendieron que no tenían salvación,
incendiaron Masada y se mataron entre ellos. Antes del impresionante
final, su líder, Eleazar ben Iair, pronunció un discurso vibrante
en el que explicaba que era mejor una muerte digna que vivir como
esclavos. Sus palabras fueron reproducidas por el historiador Flavio
Josefo sobre la base del testimonio de contados sobrevivientes.
Desde
comienzos del siglo XX se revalorizó esa gesta como el modelo al que
debía retornar un pueblo tenazmente oprimido, humillado e impotente;
un pueblo considerado cobarde e incapaz de defenderse por sus propios
medios. Masada -así como un siglo y medio antes los Macabeos-
demostraba con su ejemplo que los despreciados judíos tenían
reservas para volver a la historia.
Pero
la historia se interpreta de diversos modos. Y es lo que ahora ocurre
con esa fortaleza.
El
debate
Hasta
hace poco, a nadie se le hubiese ocurrido objetar la conducta de los
bravos combatientes de Masada. Pero el irracional conflicto que
enluta a palestinos e israelíes, sumado al estímulo del suicidio
que nutren organizaciones terroristas, ha producido una vuelta de
timón.
Oded
Balabán es un destacado filósofo israelí de origen argentino,
profesor en la Universidad de Haifa y reconocido luchador por la paz.
Acaba de enviarme tres artículos publicados en el diario Haaretz,
órgano que se destaca por el alto nivel de las firmas que allí
escriben. Con el espíritu crítico que abunda en Israel, sintetizan
la polémica desatada por la resolución de la Unesco.
Nadie
niega que la fortaleza deba ser destacada y protegida. Tampoco que
constituye un importante y doloroso capítulo de la historia judía,
el escenario estremecedor de una etapa crucial. Pero se discrepa
sobre su carácter de paradigma.
En
Masada no sólo lucharon contra los romanos hasta las últimas
energías, sino que optaron por el suicidio colectivo en nombre de la
libertad. Ahora el suicidio se ha transformado en un arma terrorista.
¿Es bueno exaltarlo?
Arié
Barnea, director del más antiguo colegio de Tel Aviv, sostiene que
ese suceso "no debe servir como carta de presentación".
Recuerda que los luchadores de Masada eran fanáticos que no sólo
combatieron a las fuerzas romanas, sino que asesinaron a judíos
moderados. Eran los fundamentalistas de entonces. Usaban un pequeño
cuchillo llamado en griego sikara , por lo cual se los empezó a
conocer como sicarios, palabra que hasta el día de hoy se refiere a
un criminal. Son los que rechazaron negociar con el imperio y buscar
formas de convivencia. En última instancia, son también culpables
del desastre nacional. Son el precedente de los pocos israelíes que
se niegan a un arreglo razonable con los palestinos. Son el
precedente, también, del fanático que asesinó a Yitzhak Rabin.
Arié
Barnea, sin embargo, afirma que es bueno subir a Masada con los
alumnos, porque es parte del acervo cultural de Israel, así como de
la indisoluble ligadura de este abnegado y heroico pueblo con esa
tierra. Es bueno, agrega, diferenciar los valores de los fanáticos y
de los moderados, y sacar conclusiones sobre los efectos que cada uno
de ellos consigue a largo plazo.
La
aporía
En
respuesta de esas reflexiones escribieron Ron Juldai y Michael Lanir;
el primero es intendente de Tel Aviv y también fue director del
colegio que ahora conduce Barnea. Centran el mérito de la gesta
ocurrida en Masada en el formidable discurso que pronunció Eleazar
ben Iair antes de darse muerte. Es una de las piezas más
conmovedoras sobre el valor de la libertad. Sus palabras volvieron a
resonar con fuerza cuando el pueblo judío decidió reaccionar contra
su destino trágico.
Sostienen
estos autores que no se trata de exaltar el suicidio, sino de
enfatizar la decisión de combatir el infortunio. En última
instancia todo luchador es un suicida, porque con su actitud se pone
en riesgo. ¿Es justo condenar a Janus Korczak? Korczak fue un dulce
maestro que no se permitió abandonar a sus alumnos cuando los nazis
los conducían a la cámara de gas. ¿También se debería considerar
suicidas a los jóvenes que protagonizaron el increíble y, en última
instancia, estéril levantamiento de los guetos?
Estos
autores citan a Emmanuel Kant, que habría sostenido que el valor de
la vida, pese a su importancia, no puede ser un valor supremo. Ambas
posiciones fueron finalmente objeto de la disección efectuada por
Oded Balabán.
Balabán
nos recuerda que, en la antigüedad, el suicidio era avalado por la
cultura romana. Sólo podían ejercerlo los amos, nunca los esclavos.
En consecuencia, Eleazar ben Iair estuvo "colonizado" por
ideas romanas que entraban en colisión con la tradición
predominante en Israel, de irrestricto respeto a la vida, porque la
vida es obra de Dios.
Cita
a Kant para demostrar que ese filósofo no aceptaba la relativización
de la vida, porque escribió: "Cuando las contrariedades y la
aflicción desesperada han borrado el gusto por la vida, cuando el
desgraciado se siente desanimado y hundido, cuando desea la muerte y,
sin embargo, retiene su vida sin amarla, responde a un contenido
moral. No lo hace por temor, sino por deber". Para Kant
-prosigue Balabán- las leyes de la libertad son leyes de la ética.
Voluntad no es arbitrariedad. Según Kant, lo detestable del suicidio
es precisamente el uso que hace la persona de su libertad para
autodestruirse. La realización de la libertad humana es vivir como
seres humanos, no morir. Una persona puede rebelarse contra su
situación, pero no contra su propio ser, contra su propia vida, ya
que es un deber que cada hombre se considere a sí mismo y a su
prójimo como un fin, no como un medio. Usar a uno o al prójimo como
medio es condenable desde el punto de vista moral y absurdo desde el
punto de vista lógico.
En
conclusión, la fortaleza de Masada tiene aspectos entrañables que
el mundo y el pueblo israelí deben exaltar. Es un monumento
espectacular de la historia. Pero no es bueno blandir como paradigma
el suicidio colectivo que allí tuvo lugar.
El
debate no ha concluido. El solo hecho de que tenga lugar con pasión
y descarnada crítica es otra prueba de la salud espiritual que, pese
a todo, sigue soplando en la tierra de Israel.
Fuente:
http://www.lanacion.com.ar/456560-los-suicidas-de-masada-un-dudoso-ejemplo-para-israel
__________________________
Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Suicidio_colectivo_ritual
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Ver:
Excusas Cristianas: Nº 12
“Estás equivocado; pero no tengo tiempo de explicarte”
Ver:
Excusas Cristianas: Nº 13
“¡Los Ateos También...! (Tu quoque)”
Ver:
Excusas Cristianas: Nº 14
“Amenazas e Insultos a los Ateos”
Ver:
Excusas Cristianas: Nº 15
“Muchas más Absurdas Excusas sin Sentido”
Ver:
Top 10 Versículos Bíblicos usados como Excusas en los debates con Ateos
Excusas Cristianas: Nº 12
“Estás equivocado; pero no tengo tiempo de explicarte”
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Excusas Cristianas: Nº 13
“¡Los Ateos También...! (Tu quoque)”
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Excusas Cristianas: Nº 14
“Amenazas e Insultos a los Ateos”
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Excusas Cristianas: Nº 15
“Muchas más Absurdas Excusas sin Sentido”
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