El Cielo / Paraíso en la Biblia. (Entre lo Absurdo y lo Irracional)

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¡Por fin!... ¡La recompensa!

Después de años y años de dedicación a Dios, cumpliendo sus estatutos, acatando sus ordenes, siendo buenos y siguiendo al pie de la letra su palabra… y después de morir, al fin seremos recompensados con lo que siempre hemos esperado: “El Cielo/Paraíso”.

Y asumo que el Creyente Cristiano que lee esto no será tan ingenuo como para dedicarle toda su vida, esfuerzos y dinero a un Dios sin saber exactamente cuál es la recompensa por obedecer a Dios.

Curiosamente cuando le pregunto al Creyente Cristiano cómo será ese Cielo/Paraíso, casi nunca están seguros de cómo sería. ¿Por qué?... Porque la Biblia, que es la palabra que supuestamente nos dejó Dios para entenderlo… no aclara casi nada. Solo nos dice unas cuantas frases repetitivas y surrealistas de cómo será ese Cielo/Paraíso que tanto anhela el esperanzado cristiano. Y lo poco que nos dice sobre el Paraíso… es francamente de locos.

Veamos qué es lo que nos dice la Biblia sobre el Cielo/Paraíso:

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¿Qué es el Cielo/Paraíso?

Como ya hemos dicho, es la recompensa que Dios ofrece a los hombres por acatar sus mandamientos y estatutos establecidos en la Biblia.

También podemos decir que el Cielo/Paraíso es la vuelta al “Jardín del Edén” original hebreo expresado en Génesis de donde fueron expulsados Adán y Eva por desobedecer a Dios. En otras palabras, ganarse el paraíso sería como estar en el Edén cuando vivieron Adán y Eva antes de meter la pata.

Debemos recordar que para acceder a este Cielo/Paraíso debemos superar el “Juicio Final”, en el cual seremos juzgados por nuestras obras y por nuestra fe después de morir cuando Jesús regrese por segunda vez. Si fallamos en este Juicio, nos espera el castigo, el cual será aplicado en un horrible sitio llamado “Infierno”.

Hay que acotar que el término paraíso se menciona solamente tres veces en el Nuevo Testamento

1ra mención: Lucas 23,43
2da mención: 2 Corintios 12,4
3ra mención: Apocalipsis 2,7

Lucas también hace mención de algo parecido al cielo llamado “El seno de Abraham” que podemos revisar en los artículos:

- La increíble y absurda historia del “Rico y Lázaro”

- La Farsa del “Seno de Abraham” o el “Limbo de los Profetas”

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¿Dónde está el Cielo/Paraíso?

Es creencia popular suponer que el Cielo/Paraíso está ubicado por encima de nuestras cabezas, en el cielo; por eso implícitamente se mira o se señala hacia arriba cuando nos referimos al Cielo/Paraíso donde irán los buenos después de morir. Esta creencia se basa en algunos versículos Bíblicos que parecen insinuarlo así:

1 Corintios 2,2-4

12:2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.

12:3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),

12:4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.

Pablo nos habla de un supuesto “tercer cielo”. Según las creencias que tenían los iluminados Judíos de la época (incluyendo a Pablo), el primer cielo es el que vemos normalmente arriba, el firmamento celeste; el segundo cielo es donde se encuentra el sol, la luna y el resto de las estrellas; y el tercer cielo es donde habita Dios y donde irán a pasar la eternidad quienes sean salvos. De este modo Pablo deja muy en claro que el Cielo/Paraíso se encuentra arriba.

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Mateo 6:10

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

Mateo nos vuelve a aclarar que el reino de Dios estará en el cielo.

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Sin embargo, no todos creen que el cielo se encontrará arriba en el firmamento; algunos versículos parecen insinuar que el Cielo/Paraíso será aquí mismo, en la tierra.

Proverbios 2:21

Porque los rectos habitarán la tierra, Y los perfectos permanecerán en ella,

Proverbios 11:31

Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; ¡Cuánto más el impío y el pecador!

Salmos 37:29

Los justos heredarán la tierra, Y vivirán para siempre sobre ella.

2 Crónicas 6:18

Mas ¿es verdad que Dios habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener: ¿cuánto menos esta casa que he edificado?

Estos versículos parecen decir que en efecto, el Paraíso, estará en la tierra.

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Apocalipsis 21:2

Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

Y Apocalipsis aclara que ese sitio se llamará “Nueva Jerusalén”. Es bastante curioso que el que el Paraíso lleve el nombre de la ciudad sagrada de los Judíos; esto podría indicar cuál es la verdadera religión. ¿Será que todos los Cristianos están equivocados?

En todo caso la gran pregunta aquí es… ¿Dónde estará el Cielo/Paraíso? Si la misma Biblia se contradice o dice cosas ambiguas sobre esto… ¿Cómo confiar que el resto de lo que nos diga sobre el Cielo/Paraíso sea cierto?

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¿Qué haremos ahí?

Una vez que accedamos al Cielo/Paraíso suele surgir una pregunta: Si estaremos allí toda la eternidad… ¿En qué pasaremos el tiempo?

La misma Biblia responde claramente esto:

Daniel 7,9-10

7:9 Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente.

7:10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.

Obviamente compartiremos el cielo con el mismísimo Dios que parece ser el publicitado viejito de barba y ropa blanca que todos nos imaginamos. Pero según esto parece que nuestro principal pasatiempo en las eternidades del Paraíso será “servir” a Dios; lo cual es irónico ya que Dios es perfecto y no necesita nada ni de nadie.

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Isaías 60:21

Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.

Creo que está muy claro… Dios desea que nos salvemos solo para que estemos eternamente alabándolo, glorificándolo y diciéndole “si tú, tú… eres el mejor”

¿Por qué querría un Dios que es perfecto y que sabe que es lo máximo, que nosotros le alabemos y adulemos por toda la eternidad?... ¿Qué megalomanía y complejo de superioridad es este?

Pero la verdadera pregunta que debemos respondernos es: ¿Por qué querría una persona pasar una eternidad adorando y sirviendo a un Dios que es todo poderoso y que en teoría no necesita nada? ¿Para eso nos esforzamos tanto durante toda nuestra vida? ¿Para alabar y rascarle la espalda a un Dios que desea adoración a toda costa?

¿No le parece eso incoherente amigo lector?

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Características del Cielo/Paraíso.

Leamos ahora lo que nos dicen algunos versículos de cómo serán las cosas allá y como estaremos nosotros.

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Apocalipsis 21,3-5

21:3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

21:4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

21:5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

Parece que Dios estará a nuestro lado en todo momento; cosa que no es de extrañar ni debería sorprendernos ya que Dios es en teoría Omnipresente, es decir, que siempre ha estado a nuestro lado… solo que nunca se hace evidente.

Pero he aquí lo más importante de todo: No habrá llanto, ni dolor, ni quejas. En otras palabras ¡Seremos felices! Todos nuestros deseos y necesidades estarán cubiertos.

Es esta característica del Paraíso la que hace que la gente se una a las religiones y llenen los bolsillos de los líderes religiosos con dinero: La promesa de que no habrá dolor ni sufrimiento en el más allá. La gente no quiere ir al Cielo para alabar a Dios, o compartir con los ángeles; la gente anhela el Paraíso para no sufrir, para ser felices; simplemente deseamos que todo lo malo que hemos pasado en la tierra ya no exista. Este ha sido el gran mecanismo de manipulación de las religiones: La promesa de felicidad.

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Apocalipsis 21:23

La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

Al parecer esas pinturas donde Dios, Jesús y los ángeles tienen una especie de halo luminoso sobre sus cabezas son completamente ciertas. Según esto Dios irradia luz propia que servirá para iluminar el universo. También, al parecer, no habrá ni sol ni luna que nos iluminen. Con la “luz de Dios bastará”.

Aquí debemos aclarar un evidente error del versículo en cuestión. Allí nos dice que la luna “Brilla”. Esto es a todas luces una gran mentira. La luna NO brilla. La luna es un cuerpo opaco que NO emite luz propia; simplemente actúa como un espejo y esa es la luz que vemos al mirar la luna. Al parecer el escritor Juan o Dios quien lo inspiró, no saben nada de astronomía básica.

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Juan 14,2-3

14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

También Jesús andará entre nosotros. Esto será interesante: si Jesús y Dios son la misma persona ¿Quién es el que estará caminando por ahí? ¿El viejito de barba blanca o el judío delgado bañado en sangre?... quizá mientras camina se va transformando en uno o en el otro dependiendo de su estado de ánimo.

¡Alucinante… ¿verdad?!

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Isaías 55,12-13

55:12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.

55:13 En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.

Veamos ahora un poco de Botánica celestial: según esto los arboles aplaudirán y el monte cantará. Muchos dirán que es una parábola o que está en sentido figurado; pero recordemos que es el Paraíso, el dominio de Dios, que puede hacer lo que quiera; así que ver a un árbol aplaudiendo un concierto del pasto de los montes debe ser cosa común allá.

¿Se imagina usted una eternidad escuchando canciones vegetales y arboles aplaudiendo?...

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Isaías 11:6

Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.

También habrá animales en el Cielo/Paraíso. Asumo que estos animales no pasaron por un juicio final ni juzgaron su comportamiento. Supongo que estarán ahí por… ehhh ¿Decoración? ¿Curiosidad? ¿O quizá Dios quiere montar una especie de zoológico/circo celestial?

Lo cierto es que en el cielo NO habrá perros (ver artículo: De por qué Dios odia los perros).

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Apocalipsis 7,15-17

7:15 Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.

7:16 Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno;

7:17 porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.

Volvemos a confirmar que estaremos ahí para “servir” a Dios. Seremos sus “Criados” o servidumbre personal.

Pero al menos no sufriremos de hambre, ni sed ni de insolación (ya que no habrá Sol)… así que si a usted le gustaba broncearse en la playa… olvídelo.

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Isaías 55:1

A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.

El sistema monetario está obsoleto en el Cielo/Paraíso. Pero el comercio y la compra-venta aun funcionan.

Es algo.

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Isaías 65,17-25

65:17 Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.
65:18 Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo.
65:19 Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor.
65:20 No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito.
65:21 Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas.
65:22 No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos.
65:23 No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos.
65:24 Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.
65:25 El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.

¡Esto es importantísimo!... ¡No habrá memoria!

Es decir, una vez que accedamos al Cielo/Paraíso Dios nos formatea el cerebro y nuestra memoria es completamente borrada. Por lo tanto seremos eternamente felices sin memoria. Esto nos corrobora que en la ignorancia está la felicidad.

Nos vuelven a repetir que no habrá llanto y todo será alegría y felicidad. Es decir… ¡Una gozadera!

Pero el versículo 20 dice algo interesante: El niño morirá de cien años… (¡!??) ¿en el Cielo/Paraíso morirán los niños? ¿Qué es esto?

Bueno, ya sabemos que Dios no se la lleva muy bien con los niños (ver artículo: De por qué Dios odia a los niños), pero por lo que leemos aquí los únicos que morirán en el paraíso serán los pobres niños. ¡Que ensañamiento de Dios con los infantes!... los persigue hasta en el Paraíso.

En el resto de los versículos nos dice cosas que revela mucho de cómo será el Cielo/Paraíso:

- Viviremos en casas.
- Trabajaremos.
- Comeremos.
- No maldeciremos.
- Dios nos seguirá escuchando y espiando como siempre.
- El Leon come paja y las serpientes comen polvo… ehh ¿serpientes en el paraíso?

¡Todo esto es demasiado cool!

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Isaías 60,18-21

60:18 Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.

60:19 El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria.

60:20 No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados.

60:21 Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.

Dios nos dice que no habrá violencia. Eso está bien. Pero luego nos presenta una gran contradicción que raya en lo absurdo.

Ya habíamos leído que en el paraíso no habrá ni sol ni luna (Apocalipsis 21,23 y Apocalipsis 7,16), de nuevo nos lo vuelven a ratificar (Isaías 60,19); pero sorprendentemente en el siguiente versículo… ¡Vuelven a aparecer el Sol y la Luna!, y no solo eso, sino que siempre estarán fijas en el firmamento.

Claro, siempre sale algún Creyente Cristiano que dice: “Ahí lo que quiere decir es que habrá Sol, pero no iluminará, ya que la luz provendrá de Dios”… Entonces, ¿Cómo sabemos que el sol está en el firmamento si no ilumina? Es absurdo, ya que para ver cualquier objeto debe ser iluminado o proyectar luz. ¿o es que acaso la luz de Dios es tan potente que se refleja en el sol y así lo veremos? Además, si el sol no ilumina ni hace nada… ¿Qué hace ahí? ¿Para qué lo quiere Dios? ¿Como adorno?

En serio amigo lector… ¿No le parece absurdo esto?

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1 Corintios 2:9

Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.

En el Cielo/Paraíso veremos cosas que nunca hemos visto (entre ellas al mismo Dios supongo). Asumo que el Cielo será un paraíso (valga la redundancia) de imágenes surrealistas y cosas extrañas. Una especie de subidón de LSD.

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Isaías 33:24 

No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad.

No habrá enfermedad y todos los que estén en el Cielo están perdonados (obvio porque salieron airosos del Juicio Final).

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Ezequiel 34:25

Y estableceré con ellos pacto de paz, y quitaré de la tierra las fieras; y habitarán en el desierto con seguridad, y dormirán en los bosques.

Todo será paz y no habrá fieras… asumo que los leones que juegan con ovejitas han perdido su instinto cazador; supongo que Dios también les lavó el cerebro.

También habrá desiertos y bosques.

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Levítico 26,11-12

26:11 Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará;

26:12 y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo.

Y claro… Dios será la atracción principal (imagino que estará permanentemente iluminado con reflectores cual obra de teatro)… y estará en medio de todo metiendo sus narices en nuestros asuntos como siempre.

Y claro… seremos suyos. Seremos propiedad de Dios.

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Amigo Creyente lector…

Usted es libre de creer en lo que le venga en gana. No es mi asunto ni el de nadie si usted ha decidido invertir toda su vida y ahorros en ganar un Cielo. Es su asunto.

Solo le pido en pro del bienestar de quienes le rodeamos que al menos verifique con un mínimo de cuidado la recompensa que recibirá. Nadie en su sano juicio invertiría literalmente toda su vida en algo de lo cual casi no sabe nada… o lo que es peor, lo poco que sabe son solo absurdos e incoherencias. Lamentablemente millones de personas lo hacen cada día… esforzarse por ganar un premio cuya definición es abstracta, imprecisa e irracional.

Y no lo digo por usted… lo digo por mi y por quienes estamos a su alrededor. Repito; Si usted quiere perder su vida en ese “premio”… allá usted. Lo que deseo evitar es que, por desgracia, ese Dios le exige cosas que me afectan directamente a mí y a las personas que quiero. Ese Dios desea que gane su “premio” afectando negativamente al resto de las personas.

Cada bruja quemada, cada niño bautizado, cada persona que rehúsa tratamiento médico, cada guerra santa, cada dolor ocasionado por la religión… tiene detrás una persona que busca desesperadamente ganar ese premio a toda costa.

Inclusive a costa de la felicidad de los demás.

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(Ver: El Cielo/Paraíso visto desde el Ateísmo)

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                  Ver: El Infierno visto desde el Ateísmo

                              Ver: Jesus en el Infierno

                   Ver: La Farsa del “Seno de Abraham”

                         Ver: La Farsa del Juicio Final.

       Ver: Los 10 Momentos más Horripilantes de la Biblia

     Ver: Los 10 Libros mas Crueles y Polémicos de la Biblia

           Ver: Las 10 Historias más Bizarras de la Biblia

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