Pablo en Corinto. Entre Mentiras y Conversiones Milagrosas (Jesús no Existió)

Un desconocido emisario religioso judío llamado Pablo llega a un concurrido puerto romano. Por casualidad se topa con otros judíos del mismo oficio quienes le dan trabajo y también le ofrece alojamiento. Nuestro emisario pertenece a una nueva, minúscula secta, dentro del judaísmo, y (¡qué suerte!) resulta que sus nuevos amigos y empleadores también lo son. Mal recibido en la sinagoga donde intenta ganar conversos, resulta estableciéndose al pie de la misma porque un neófito coincidencialmente vive “pegado” de la sinagoga (Justo). Los vociferantes judíos de la ciudad rechazan su mensaje (excepto precisamente el líder de la misma Crispo, quien parece sería quien lo reemplazara a él). Nuestro encantador predicador y por la amistad con este Crispo, escapa de ser juzgado por el gobernador provincial, y continúa su misión. Una pujante iglesia es establecida, y nuestro audaz evangelista se traslada con sus "buenas nuevas" a nuevos pastos.

Esta asombrosa sucesión de eventos fortuitos que ocurren durante la estadía de Pablo en Corinto desafía toda credibilidad.

El período de 18 meses de Pablo en Corinto es el punto máximo de su entera cruzada misionera.

Al parecer y según dice Murphy O'Connor, en su libro His Story, p86:

"La iglesia de Corinto arrancó volando... Las conversiones sucedieron tan rápidamente que debe ser entendible la existencia de una estrategia muy bien planeada."

Pero… ¿Es cierto todo esto?

La llegada de Pablo a Corinto lo podemos leer en el capitulo 18 de Hechos.

Aquí en Corinto, más que en ningún otro sitio y como ya hemos visto, logra varias impresionantes conversiones y deja una comunidad que, aunque rota por una abundancia de disputas, merece dos epístolas mayores que para siempre guiarán a la iglesia entera.

Pero como no tenemos absolutamente ninguna evidencia verdadera de los éxitos sorprendentes de Pablo en Corinto; nos atenemos a lo que ya Pablo nos tiene acostumbrados: Magia.

2 Corintios 12,11-12.

12:11 Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy.

12:12 Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.

Curiosamente, la trama en Hechos no contiene “Señales, prodigios y milagros”  que reportar diferentes a las conversiones instantáneas mismas (ningún cegamiento de magos rivales como en Paphos, ni levantamiento de entre los muertos como en Troas, ni exorcismo de espíritus o altamente localizados temblores de tierra como en Filipi) ¿Tal vez el autor estaba quedándose corto de ideas?

Pablo nos dice que el “primer fruto de Acaya” es Stefanas quien (impresionantemente) “se han dedicado al servicio de los santos” (1 Corintios 16.15). Aparentemente, junto con Fortunato y Acaico, había suplido a Pablo con “aquello que faltaba”

En la mitología de los Hechos es Crispo, (el director de la sinagoga) nada menos, quien oye a Pablo y de inmediato abraza la nueva fe (junto por supuesto con su familia completa). La conversión es espectacular y no convincente en absoluto, particularmente si el resto de los judíos se había declarado “todos al tiempo” en hostilidad contra Pablo. (Hechos 18,8)

Otro converso instantáneo es Tito Justo, evidentemente desde antes respetuoso de Dios, y éste individuo le ofrece hasta su casa a Pablo, permitiéndole armar negocio al pie mismo de la sinagoga en el centro de la ciudad. Totalmente Soñado. (Hechos 18,7)

Aparentemente, el sucesor de Crispo como líder de la sinagoga es Sostenes, quien echa a perder el “juicio” de Pablo en tan mala forma que la turba se vuelve contra él, y lo golpea delante del tribunal (Hechos 18,17). Interesantemente, la golpeadura pudo tener un efecto benéfico, porque Pablo encabeza su primera carta a la iglesia de Corinto con: “Pablo, un apóstol de Cristo, y Sostenes, nuestro hermano” (1 Corintios 1,1).

¿Dos sucesivos jefes de la sinagoga convertidos al Cristianismo?... Solo en la tierra de la fantasía cristiana.

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¿Deslumbró Pablo en la βῆμα?

Hechos 18,12-13

18:12 Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y le llevaron al tribunal,

18:13 diciendo: Este persuade a los hombres a honrar a Dios contra la ley.

Recientes generaciones de cristianos han reverenciado un montón de ladrillos y restos de un muro llamados la “bema” (βῆμα en griego) como el sitio donde el procónsul Galión indultó a Pablo de acusaciones traídas por los judíos de Corinto de que estaba predicando cristiandad. Sin duda el evento, completo con forcejeos, está muy vívido en la mente cristiana, pero como hecho histórico es completamente inexistente.

El centro de Corinto honraba la dignidad imperial. Adornando el foro principal, del lado este, se hallaba la Basílica Juliana, con estatuas de Augusto, sus sucesores y tribunal. El edificio funcionaba tanto como el lararium (santuario) y como corte en asuntos que requerían la arbitración imperial. Al oeste, sobre una parte alta que dominaba el foro, estaba el templo de Octavia, hermana de Augusto. En el foro propiamente dicho, una estatua monumental dedicada al divino Augusto construida por los Augustales, sacerdotes del culto imperial.

La “Bema” o el supuesto tribunal donde Pablo impresionó a los ciudadanos Corintios.

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Enfrentando el foro del lado sur existía un extensor número e edificios oficiales, incluyendo el Bouleuterion, el senado de Corinto. Decisiones que afectaran a la ciudad (que tenía dos ejecutivos, los duoviri) se tomarían y proclamarían aquí, a los ciudadanos en el rostrum (la llamada “silla de juzgamiento” o bema) afuera. Plutarco nos dice que Nerón mismo lo usó para proclamar la “libertad” (exención de impuestos) de los griegos.

"La ciudad de Corinto ha sido escenario por dos veces de la misma bonificación para los griegos; porque fue en Corinto que Tito en otra ocasión y Nerón ahora, (en ambos casos durante los juegos ístmicos) concedió a los griegos que se auto-gobernaran y fueran libres, Tito por medio de un heraldo, y Nerón en un discurso público, pronunciado personalmente, en el tribunal del mercado en medio de la multitud."

– Plutarco, La vida de Tito Flaminio, 12.

El rostrum no era una corte, y el “juzgamiento” aquí de un oscuro predicador judío ante el gobernador es ridículo.

En cualquier caso, asuntos puramente locales, no harían sido atendidos por el procónsul de Roma, quien parece residía al otro lado del golfo en Delfos. No le gustaba Corinto. (Séneca, Epistulae Morales 104).

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En la fábula cristiana, la supuesta super-estrella pionera de la fe es rutinariamente engrandecida mediante encuentros con los grandes y poderosos. Galión era hermano de Séneca, tutor de de Nerón y primer ministro. El encuentro ficticio de Corinto abre la puerta a una posterior y más audaz invención, ¡Las cartas entre Pablo y Seneca mismo!

Hechos 18,14-15

18:14 Y al comenzar Pablo a hablar, Galión dijo a los judíos: Si fuera algún agravio o algún crimen enorme, oh judíos, conforme a derecho yo os toleraría.

18:15 Pero si son cuestiones de palabras, y de nombres, y de vuestra ley, vedlo vosotros; porque yo no quiero ser juez de estas cosas.

Uno podría razonablemente preguntarse, ¿quien estaba disponible para dejar constancia de las palabras de Galión? Su altiva respuesta dando por resuelta la petición judía era puro teatro, directamente procedente de la imaginación del novelista cristiano. Como el clérigo convertido en ateísta Andrew Wilson observa:

"Lucas pone el boca de Galión el veredicto que le gustaría que otros magistrados pronunciaran sobre sus propios contemporáneos."

– Wilson, Paul - Mind of the Apostle, p179.

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Erasto… ¿Evidencia Cristiana?

Romanos 16,23

Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto.

La idea de que la iglesia de Corinto tuvo miembros de cierta clase alta siempre le gustó a ciertos cristianos, los ricachones, incómodos con la idea de que era solo una religión de esclavos. Es por tanto con cierto gusto que los acólitos de Pablo en Corinto eran identificados como de las clases sociales “más respetables”.

En 1929 se halló en la esquina noreste del teatro de Corinto una piedra de mármol de pavimento con una inscripción. Fechada en la segunda mitad del Siglo 1, la inscripción (originalmente en metal) leía: ERASTVS PRO AED S P STRAVIT. Esto es una abreviación de ERASTUS PRO AEDILITATE SUA PECUNIA STRAVIT y traduce “Erasto en retorno de su nombramiento como edil, a por propia cuenta.”

Inscripción donde se nombra a “Erasto”; por la cual los Cristianos
lo toman como “Evidencia” de Pablo en Corinto. Nada más falso.

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Para aquellos ya comprometidos con la fe esto era prueba arqueológica del nuevo testamento, En la llamada Carta a los Romanos (presumiblemente escrita en Corinto) Pablo envió saludos de un Erasto, tesorero o director de trabajos públicos de la ciudad. ¡Que viva! ¡Aleluya!

Y hay más: Timoteo dice que Pablo escribió

2 Timoteo 4,20

Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto enfermo.

Y el libro de Hechos nos dice que Pablo…

Hechos 19,22

Y enviando a Macedonia a dos de los que le ayudaban, Timoteo y Erasto, él se quedó por algún tiempo en Asia.

Examinada de cerca, esta “evidencia” rápidamente se evapora.

¿Es probable que el edil llamado Erasto en la piedra de pavimento se a el mismo identificado como un oikonomos en Romanos? (Oikonomos en griego es equivalente al oficio menor de arcarius, el tesorero oficial).

Bajo Augusto, el oficial y edil había perdido mucho de su importancia, pero era todavía un cargo importante en el cursus honorum hacia un cargo político alto. Un edil era un oficial político superior un quaestor pero subordinado al praetor. La siguiente promoción era la de cónsul Romano.

¿Podría Pablo realmente haber enviado a un miembro de la elite dominante de Roma, el tesorero de la ciudad capital de Grecia, en una vuelta a Macedonia como lo dice Hechos? La idea es palpablemente ridícula. Dado que el nombre Erasto no es particularmente inusual; la supervivencia casual de la placa de piedra inscrita con un nombre del Nuevo Testamento de seguro que es coincidencial con otro nombre similar.

El menos que confiable Timoteo 2, una de las epístolas "pastorales" es ampliamente reconocible como una de las creaciones literarias de la iglesia de fines del Siglo 2.

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Los cristianos y el Asklepieion

"Los Aricianos tienen una historia que concuerda con la inscripción de la piedra, de que cuando Hipólito fue muerto, debido a las maldiciones de Teseo, Asclepio se levantó de entre los muertos.

Al hacerlo, se negó a a perdonar a su padre rechazando sus oraciones, y se fue donde los Aricianos en Italia. Allí se hizo rey y dedicó un recinto a Artemisa, donde hasta mi tiempo, los ganadores en combate singular quedaban al servicio de la diosa como sacerdotes. El concurso no estaba disponible para ciudadanos libres, solo para esclavos que hubieran huido de sus patronos."

– Pausanio, Periegesis Hellados, 2.27.4.

No todo Corinto fue destruido por Mummius en 146 a.C. El templo de Apolo se salvo, como también los santuarios de Demeter y Kore, al sur de la ciudad, y un santuario del sanador Asclepio en el norte.

Antes de ser usurpado por Cristo, Asclepio era una de las más populares deidades del Mediterráneo oriental. Sus santuarios se hallan a través de todo el mundo greco-romano, incluyendo hasta la ciudad de Jerusalén. Asclepio ofrecía una gama de tratamientos holísticos incluyendo masajes, infusiones de hierbas, interpretación de los sueños, y baños…

En Corinto, el centro cultural tenía un gimnasio asociado, con comedor y baños para los enfermos y depósitos de agua para alimentar la fuente curativa de Lerna. En las ruinas del pequeño templo y su patio cerrado, centenares de partes humanas en terracota de tamaño natural, ofrendas al dios, y una colección de piedras en una caja han sido recuperadas. Interesantemente, dentro del recinto del Asklepieion se han hallado las más antiguas estelas funerarias en Corinto. ¿Fundieron acaso los primeros cristianos a Asclepio con el Cristo?

En el Siglo 4 luego de una existencia de miles de años, el santuario de Asclepio fue cerrado por los emperadores cristianos. La población de la ciudad (si duda menos sana que antes) comenzó a bajar en número. Hacia el Siglo 6 las víctimas de la peste fueron enterradas allí en los abandonados depósitos de agua.

Cristo reinaba. Pero al parecer hacía más falta Asclepio.

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Vemos con alarma como la estadía y las “supuestas” conversiones de Pablo en Corinto están llenas de irregularidades y manipulaciones (descaradas mentiras en realidad). Como ya vimos en el artículo anterior, la Historia no acompaña en lo más mínimo a la seguramente ficticia estancia de Pablo en Corinto. Como en el resto de sus viajes, la falsedad esta asociada de forma indeleble al gran Apóstol Pablo.

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Fuentes:
- Murphy O'Connor, His Story
- P. Themelis, Ancient Corinth 
- J. Stobart, The Glory that was Greece 
- W. Keller, The Bible as History 
- E. Spatharis, K Petropoulou, Ancient Corinth 
– Plutarco, La vida de Tito Flaminio
- N. H. Sitwell, Roman Roads of Europe 
- J. Murphy-O'Connor, Paul, a Critical Life 
- Pausanio, Periegesis Hellados
- J. Finegan, Light from the Ancient Past 
- A. N. Wilson, Paul; The Mind of the Apostle

               Ver: Pablo; Conclusiones desde el Ateismo

                     Ver Artículos sobre: Pablo de Tarso 

                            Ver: Pablo, El Falso Apóstol 

                       Ver: Jesús no Existió. Introducción.               

                              Ver Sección: Análisis Bíblico.

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