Darwin Murió por el Mal de Chagas (Noticia)

En el Artículo anterior tratamos la falsa “conversión” de Darwin en el lecho de muerte y también hablamos sobre su extraña enfermedad de la cual no se tenía idea de cuál era su etiología; hasta tal punto que es llamada “La enfermedad de Darwin”.

Las últimas investigaciones parecen arrojar laguna luz sobre este caso que cegó la vida de un insigne ser humano.

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Darwin murió por mal de Chagas

Aseguran los historiadores consideran que el científico contrajo la enfermedad durante un viaje por Sudamérica

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El Universal

Barcelona (España) Domingo 15 de noviembre de 2009

Los historiadores creen que Charles Darwin (1809-1882) murió por problemas del corazón. Ahora, nuevos indicios relacionan esta insuficiencia cardíaca con el mal de Chagas, que el naturista contrajo en su viaje por Sudamérica.

El bicentenario del nacimiento de Darwin ha vuelto a poner sobre la mesa la idea de que el autor de El origen de las especies (1859) arrastró durante su vida las secuelas de esta patología parasitaria, transmitida por la picadura de un chinche (la vinchuca) -portador del parásito Trypanosoma Cruzy, causante del Chagas- cuando recorría El Chaco argentino en 1834.

La picadura y sus síntomas posteriores, que ahora se cree estaban relacionados con el Chagas, quedaron recogidos en el diario de salud que Darwin, un gran hipocondríaco, mantuvo en su viaje a bordo del Beagle, que marcó la vida del naturista y de la ciencia, ya que fue la base de su revolucionaria teoría evolucionista, explica, Jordi Serrallonga, investigador del Parc Científic de Barcelona.

El Chagas (descrito por primera vez hace un siglo por Carlos Chagas) era originariamente una patología endémica de zonas rurales pobres de Latinoamérica (donde hay 15 millones de personas infectadas y 100 millones más en riesgo de contagio), y se ha ido extendiendo a otros continentes como consecuencia de los flujos migratorios.

La enfermedad se caracteriza por una fase aguda, en la que puede producirse la muerte del infectado, aunque a veces es asintomática.

A ésta, le sigue una segunda fase indeterminada, que puede durar de 10 a 30 años, y una tercera crónica, que afecta entorno a 40 por ciento de los infectados y que se manifiesta con dolor digestivo, complicaciones neurológicas y problemas cardíacos.

Estos últimos pueden acabar con la vida del paciente u obligarles a llevar marcapasos o a un trasplante, explica Joaquim Gascón, investigador del CRESIB y coordinador del consultorio en esta patología del Hospital Clínic.

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Debate. Darwin nunca creyó que sus problemas de salud fueran provocados por una enfermedad contraída en sus viajes

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El Chagas, que provoca inflamación de los tejidos del corazón y del esófago, es una enfermedad silenciosa que puede ser letal si no se detecta a tiempo y cuyos tratamientos no son efectivos por completo, a no ser que sea detectada en los primeros años de vida.

En España, la enfermedad ha crecido rápidamente en lo que va de siglo y afecta ya a 68 mil personas, la mayoría de ellos ciudadanos latinoamericanos o españoles que han vivido en aquel continente, "desde México hasta Argentina".

En España, se trata de una cifra elevada que la convierte "en la patología importada más importante", que contrasta, por ejemplo, con los 400 casos de malaria anuales registrados, explica Gascón, que, junto a Serrallonga, participó esta semana en una jornada organizada por CosmoCaixa con el título "¿Quién mató a Darwin?

Al no existir el insecto vector en España, el Chagas sólo se puede transmitir por medio de transfusiones de sangre, trasplantes de órganos de personas con la enfermedad o de madres a hijos (algo que ocurre en el siete por ciento de los casos).

Gascón recalca que "que se trata ya de un problema de salud pública" y que un diagnóstico adecuado y precoz ayudaría a prever futuros contagios y las secuelas en su fase crónica.

Desde 2005 es obligatorio que los bancos de sangre hagan un cribado del Chagas a todos los donantes con riesgo, al igual que en los trasplantes de tejidos y órganos.

Aunque la muerte de Darwin por Chagas era una posibilidad que algunos científicos rechazaban porque el naturista anotó en su diario que tras la picadura tuvo fiebre muy rápidamente, y ese síntoma no se asociaba entonces al mal, estudios actuales realizados por el Clínic de Barcelona indican que hay casos en los que sí es habitual esta sintomatología en la fase inicial, afirma Serrallonga.

De hecho, el propio Darwin nunca creyó que sus problemas de salud tras el viaje con el Beagle, que casi le recluyeron en su casa de campo hasta el final de su vida, tuvieran que ver con alguna enfermedad contraída en su aventura de ultramar.

Otras teorías alentaban esta idea asegurando que los problemas de salud del biólogo inglés fueron en muchos casos psicosomáticos. Sin embargo, explica Serrallonga, un análisis de aquellos síntomas, sobre todo sus continuos vómitos y náuseas -Darwin siempre tenía a mano una palangana- hacen indicar que el Trypanosoma Cruzy corría por su cuerpo.

Sólo un análisis de los tejidos del naturista, enterrado en la Abadía de Westminster, solucionaría por siempre este enigma.

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Fuente:
- http://www.eluniversal.com.mx/notas/640062.html

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¿Qué une una transfusión de sangre Charles Darwin y la selva amazónica?

 

¿Qué relación tie.nen las transfusiones de sangre en Cataluña, Charles Darwin y la selva amazónica? La respuesta es la enfermedad de Chagas, un mal endémico de Iberoamérica. Fue allí donde probablemente Darwin la contrajo durante su viaje por el mundo en el barco Beagle, una travesía que, a su vez, posiblemente causó las complicaciones cardíacas que provocaron su muerte.

La enfermedad de Chagas la produce un parásito microscópico llamado Trypanosoma cruzi, y se transmite por las defecaciones tras la picadura de un chinche (Triatoma y Rhodnius). Estos insectos pican tanto al hombre como a diversos mamíferos, especialmente a los perros.

Después de la picadura se produce una reacción inflamatoria aguda conocida como Chagoma o signo de Romañá. Los parásitos pasan de la piel a la sangre y se localizan en diversos tejidos como los musculares, y especialmente en el corazón. En caso de que el corazón resulte afectado, éste presenta arritmias y embolias, que curan en la mayoría de casos, pero que en un 10% de ellos suponen el fallecimiento de la persona.

Tanto el diagnóstico como el tratamiento mediante insecticidas o fármacos son conocidos hace años, cosa que contribuyó a una espectacular regresión de la enfermedad en Suramérica a finales del siglo XX.

Normalmente, el insecto se halla en habitáculos rurales, donde suelos y paredes son de barro y los techos de paja. Esto provoca que las pinturas insecticidas no sean efectivas, ya que sólo lo son en paredes y techos de materiales como el yeso o el cemento.

Para poner una barrera a la propagación del insecto y proteger a un mayor número de habitantes, habría que proporcionar a la población viviendas con paredes compactas e impermeables, para luego poder pintarlas. Esto resulta prácticamente imposible, así que los esfuerzos han de concentrarse en edificios comunitarios como: hospitales, escuelas o cuarteles.

Otro aspecto positivo es que hay especies biológicas que podrían actuar contra el parásito o contra el insecto portador. Este aspecto ya se investiga, y se trataría de un ataque más sostenible ambientalmente que el uso de insecticidas.

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Trypanosomas y leishmanias, primos y residentes en los países más pobres del mundo.

Trypanosomas y leishmanias son parásitos microscópicos que causan varias enfermedades. Algunas son conocidas, como la enfermedad del sueño, la fiebre negra, o la enfermedad de Chagas. Otras no lo son tanto pero continúan afectando a millones de personas en los países más pobres del mundo.

La variedad de síntomas y localizaciones de las enfermedades hace que, a veces, olvidemos un hecho importante: los Trypanosomas y las leishmanias son parásitos de la misma familia. Esto facilita el diagnóstico de laboratorio. En cambio, cada uno es transmitido por la picadura de determinados insectos como la mosca tsé-tsé, los mosquitos flebótomos y algunas especies de chinches. Así es como estos insectos transmiten las enfermedades a personas, perros y otros animales.

Según cálculos de la OMS cada año hay 3 millones de casos nuevos, pero afortunadamente se dispone de insecticidas y tratamientos farmacológicos efectivos. Este hecho ha llevado a diversos investigadores a buscar algún fragmento común en sus moléculas, que permitiría ir más allá y encontrar una vacuna polivalente contra todas las enfermedades asociadas a estos parásitos.

Llegados a este punto podemos decir que tenemos una noticia buena y otra mala.

La buena es que se han encontrado diferentes fragmentos de los genes, que mediante la llamada ingeniería genética han podido ser vinculados, de manera que se han producido anticuerpos dirigidos contra todos ellos, y en cantidades suficientes como para poder “fabricar” tanto reactivos para análisis clínicos como posibles vacunas.

La mala noticia es que las diversas empresas que habían empezado a comercializar estos equipos de diagnóstico rápido, y que anunciaban la próxima disponibilidad de las vacunas, los han retirado del mercado.

Posiblemente la causa de esta retirada resida en que éstas contaban con fondos provenientes de gobiernos como los de India y Brasil, fondos que posiblemente han sido recortados por la crisis económica. O quizá el motivo sea que los resultados obtenidos en el laboratorio y en las pruebas de campo a pequeña escala no se han visto confirmados después, al ampliar las zonas geográficas de aplicación.

Esto, junto con el hecho de que las grandes compañías no ven un gran mercado en el tema, ya que las enfermedades prácticamente no tienen incidencia en los países ricos, probablemente ha llevado al estancamiento actual.

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Situación en el siglo XXI

Una novedad en la lucha contra la enfermedad de Chagas es que la inmigración la ha trasladado del campo a la ciudad, más concretamente a los suburbios peor urbanizados de las grandes ciudades de América y de diversos países de Europa.

En este aspecto, investigadores del hospital de Vall d’Hebron de Barcelona han comunicado que hasta un 42% de las mujeres de origen latinoamericano presentan infección placentaria y que, en el año 2006, nació un bebé infectado. Estos hechos han llevado al Servicio Catalán de Salud a efectuar un cribado sistemático de la enfermedad en todas las donaciones de sangre y tejidos (trasplantes). Se confía en que las medidas de análisis sistemáticas y el tratamiento farmacológico sirvan para poder controlar la enfermedad en nuestro país.

Así, hemos terminado el siglo XX con 2 millones de nuevos casos de enfermedad de Chagas al año, y con nuevos frentes abiertos lejos de Suramérica, pero con la esperanza -basada en los tratamientos, diagnósticos y vacunas, actuales y en desarrollo-, de poder llegar a erradicarla antes de que acabe el siglo XXI.

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Fuente:
- http://www.intervida.org/es/publicaciones/estudios/-que-une-una-transfusion-de-sangre-charles-darwin-y-la-selva-amazonica-

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Ver: La Muerte de Darwin. Y las Mentiras Cristianas sobre su Conversión.

Ver: La Muerte de Voltaire. La Verdad sobre su Arrepentimiento Final

Ver: Nietzsche y su “Supuesta”Conversión en el Lecho de Muerte

Ver: La Muerte según el Ateísmo

Ver: La Muerte según el Cristianismo

Ver: La Muerte según la Biblia

Ver Sección: Actualidad y Noticias

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