El papel de la Biblia en el daño a la fe Cristiana
Quizás por eso los devotos evitan leerla
David Madison
15/11/2024
Mark Twain planteó una vez este dilema: “No son las cosas que no entiendo de la Biblia las que me preocupan, sino las cosas que sí entiendo”. ¿Cuántos laicos de la cristiandad han hecho este mismo descubrimiento inquietante? Y Twain también tenía razón cuando dijo que “la fe es creer en algo que sabes que no es verdad”. ¿Cuántos fieles cierran los ojos, cierran la mente, reprimen la curiosidad y deciden confiar en lo que su clero enseña sobre Dios? Muy pocos clérigos, desde el púlpito un domingo por la mañana, les darán esta tarea: “Por favor, cada uno de ustedes, lea el evangelio de Marcos, todo, esta semana. Léalo con atención, con espíritu crítico, y escriba las preguntas que se le ocurran al respecto. Sea valiente, incluso las preguntas más difíciles son bienvenidas”.
Hace unos años publiqué algunos artículos sobre cada capítulo del evangelio de Marcos, por la sencilla razón de que contiene tantos problemas y absurdos. Cualquier persona con capacidad de pensamiento crítico puede detectarlos; cualquier persona devota con tales capacidades puede ver cómo su fe está en peligro. Leerlo de forma critica es una tarea obligatoria, especialmente para aquellas personas devotas cuyo clero las ha instado a leer el evangelio de Marcos. La conclusión es obvia: ¿cómo puede alguien tomar en serio este evangelio? No logra calificar de divinamente inspirado. Hay demasiados errores y fallas en la trama, demasiadas tonterías; existen abundantes detalles. Marcos (quienquiera que haya sido el autor real) escribió una teología torpe, sin ninguna prueba de que poseyera las habilidades de un historiador.
Debido a la disposición tradicional de los evangelios, es común no darse cuenta de que Marcos fue el primer evangelio en ser escrito —probablemente al menos cuarenta años después de la muerte de Jesús— y que grandes porciones del mismo fueron copiadas tanto por Mateo como por Lucas, quienes cambiaron la redacción como les pareció conveniente, incluyendo el supuesto texto de Jesús.
Echemos un vistazo a sólo algunos de los defectos.
En Marcos 1, leemos que Juan el Bautista proclamó “un bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados…” (v. 4). Jesús se presentó para ser bautizado, después de lo cual vino una voz del cielo: “Tú eres mi hijo amado; en ti tengo complacencia” (v. 11). Una creencia cristiana favorita es que Jesús no tenía pecado, pero este texto parece sugerir que Dios estaba complacido con él después de que sus pecados habían sido limpiados por el bautismo. El autor del evangelio de Mateo no estaba contento con esto, por lo que agregó un texto de Jesús dando a entender que el bautismo era solo para aparentar: “Juan se lo impedía, diciendo: “Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?”. Pero Jesús le respondió: “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia”. Entonces consintió” (vv. 14-15). En el evangelio de Juan, con su teología altamente inflada, Jesús no es bautizado en absoluto.
Pero los lectores críticos también deberían quedar perplejos ante la afirmación de que Dios habló desde el cielo. Esto refleja la ingenuidad antigua de que Dios reside en un reino por encima de las nubes y por debajo de la luna, por lo que solo tiene que hablar para ser escuchado. En la historia de la transfiguración en el capítulo 9, encontramos la misma tontería: “Entonces una nube los cubrió, y desde la nube se oyó una voz: “Este es mi Hijo amado; a él oíd” (v. 7). ¿Dios habla desde el vapor de agua? La agenda de Marcos, como propagandista del culto de Jesús, es clara: quiere afianzar la afirmación de que Jesús es el hijo de Dios. Este tipo de fanfarronería no era poco común en los cultos de la época.
Pero los lectores escépticos pueden ver el mayor fallo de la trama aquí: ¿el dios cristiano puede hablar desde el cielo, desde las nubes? Si es así, ¿por qué no ha hecho un buen uso de esta habilidad a lo largo de los siglos? Durante la Peste Negra del siglo XIV, cuando millones de personas murieron horriblemente y la iglesia culpó al pecado, ¿por qué Dios no gritó desde el cielo: "No, no es el pecado! Son las pulgas, son las ratas que propagan la pulga!". Cuando Adolf Hitler despotricaba sus odios a miles de personas en los estadios, ¿por qué Dios no gritó desde el cielo: "No escuchen a este malvado loco, desháganse de él!"?
En Marcos 4:1-12, Jesús explica a sus discípulos que el propósito de enseñar en parábolas es engañar a la gente, para que no se arrepientan y sean perdonados. Los eruditos devotos han estado angustiados por este texto durante mucho tiempo, porque no tiene ningún sentido. Él asegura a sus discípulos que el secreto (o misterio) del Reino de Dios ha sido entregado a ellos, no a extraños. Una vez más, Marcos se dirige aquí al culto de Jesús: ellos poseen el secreto para ganar el Reino.
De hecho, la venida del Reino es el enfoque principal del evangelio de Marcos, por lo que hay tan poca enseñanza ética en esta descripción de Jesús. El mensaje principal aquí es prepararse para la llegada del Reino. De hecho, uno de los peores versículos del evangelio es 14:62: Jesús afirma que él es en verdad el Mesías. Promete a quienes lo están juzgando que “… verán al Hijo del Hombre [es decir, a él mismo] sentado a la diestra del poder y viniendo con las nubes del cielo”. Obviamente esto nunca sucedió.
En Marcos 5 encontramos la historia de un enfermo mental que vivía entre las tumbas, vociferando y maltratándose a sí mismo. Como los demonios lo poseen (así lo supone Marcos), reconoce a Jesús de lejos, porque Jesús también es del reino espiritual. Los demonios convencen a Jesús de que los transfiera a una piara de 2.000 cerdos. Presumiblemente, Jesús realiza el truco con un hechizo mágico, y los cerdos se precipitan por un acantilado y se ahogan en el mar. No sorprende que, al final de la historia, la gente de la región le pida a Jesús que se vaya. Desde la perspectiva de una comprensión moderna de cómo funciona el mundo, no hay forma de que esta historia califique como algo más que folclore mágico. ¿Podemos presionar el botón de borrar?
En su artículo sobre las cosas fantásticas en Marcos, Richard Carrier afirma en la Introducción:
“Hay al menos un acontecimiento imposible narrado en cada capítulo de Marcos. De hecho, el recuento es mucho más de uno. Por lo tanto, Marcos es mucho más mitológico en su composición que cualquier historia o biografía genuina de la época. Y Marcos se parece solo a la ficción y la mitología antiguas en este sentido. Y, sin embargo, Marcos es la primera narración de un Jesús histórico y la fuente principal (y la única realmente conocida) de todas las demás”.
He mencionado sólo algunas de las cosas extrañas que aparecen en el evangelio de Marcos.
Cualquier persona devota que desvía su atención de estas realidades para seguir creyendo sabe de qué estaba hablando Mark Twain: “ La fe es creer en algo que sabes que no es verdad”.
David Madison fue pastor de la Iglesia Metodista durante nueve años y tiene un doctorado en Estudios Bíblicos de la Universidad de Boston. Es autor de dos libros.
Traducido del original:
https://www.debunking-christianity.com/2024/11/the-role-of-bible-in-damaging-christian.html
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