Pruebas de la Inexistencia de Dios. Prueba 9. Dios no es infinitamente bueno: El infierno lo atestigua

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Prueba IX de la Inexistencia de Dios.

Dios no es infinitamente bueno: El infierno lo atestigua

El dios Gobernador o Providencia es y debe ser infinitamente misericordioso. La existencia del infierno prueba, sin embargo, que no lo es. Seguid de cerca mi razonamiento: Dios podía –puesto que era libre– no crearnos, pero nos ha creado. Dios podía –puesto que es todopoderoso– crearnos buenos, pero nos ha creado buenos y malos. Dios podía –puesto que era bueno– admitirnos a todos en su Paraíso después de nuestra muerte, contentándose como castigo con el tiempo de sufrimientos y de tribulaciones que pasamos en la tierra. Dios podía, en fin –puesto que es justo– no admitir en su Paraíso a los malos, negándoles el acceso, mas antes debiera destruirlos totalmente a su muerte y no condenarlos a los sufrimientos del infierno.

Porque quien puede crear, puede destruir; quien tiene poder para dar la vida, lo tiene para destruirla, para aniquilarla. Veamos: vosotros no sois dioses. Vosotros no sois ni infinitamente justos, ni infinitamente misericordiosos. Pero tengo la absoluta seguridad, sin que por esto os atribuya cualidades que quizás no poseéis, que si estuviera en poder vuestro, sin que esto os exigiera un gran esfuerzo, sin que resultara para vosotros ningún perjuicio moral ni material; si en vuestro poder estuviera, repito, dentro de las condiciones indicadas, evitar a un ser humano una lagrima, un dolor, un sufrimiento, afirmo que lo haríais sin titubeos, sin vacilaciones. ¡Y sin embargo, no sois ni infinitamente buenos, ni infinitamente misericordiosos! ¿Seriáis vosotros mejores, más misericordiosos que el Dios de los cristianos?

Porque, en fin, el infierno existe. La Iglesia lo enseña; es la horrible visión, con cuya ayuda se siembra el espanto de los niños, en los viejos, y entre los pobres de espíritu y temerosos; es el espectro que se instala en la cabecera de los moribundos a la hora en que la muerte les arrebata todo su valor, toda su energía y toda su lucidez. ¡Y bien! El Dios de los cristianos, que dicen es de piedad, de perdón, de indulgencia, de bondad y misericordia, arroja a una parte de sus hijos –para siempre– a un antro de torturas, las más crueles, y de suplicios, los más horrendos. ¡Cómo es de bueno! ¡Cuán misericordioso!

Conoceréis sin duda estas palabras de las Escrituras: “Muchos son los llamados, pero pocos los elegidos.” Estas palabras significan, sin abusar de su valor, cuán ínfimo será el número de los salvos, y considerable el de los condenados. Esta afirmación es de una crudeza tan monstruosa, que se ha procurado darle otro significado. Poco importa: el Infierno existe y es evidente que los condenados –muchos o pocos– sufrirán los más crueles tormentos

Preguntamos ahora nosotros: ¿a quién pueden beneficiar los tormentos de los condenados?

¿Acaso a los elegidos? ¡Evidentemente, no! Por definición, los elegidos serán los justos, los virtuosos, los fraternales, los compasivos, y seria absurdo suponer que su felicidad, ya incomparable, pudiera ser acrecentada con el espectáculo de sus hermanos torturados. ¿Será, pues, a los condenados mismos? Tampoco, puesto que la Iglesia afirma que el suplicio de estos desgraciados no acabará jamás, y que por los siglos de los siglos sus sufrimientos serán tan horripilantes como el primer día. ¿Entonces? Entonces, aparte de los elegidos y de los condenados, solo existe Dios.

¿Es, pues, Dios, quien obtendrá beneficios de los sufrimientos de los condenados? ¿Es, pues, Él, ese padre infinitamente bueno, infinitamente misericordioso, quien se regocijara sádicamente con los dolores a que voluntariamente a condenado a sus hijos?

¡Ah! Si esto es así, este Dios se me aparece como un feroz inquisidor, el más implacable que se pueda imaginar. El infierno prueba que dios no es bueno ni misericordioso. La existencia de un Dios de bondad es incompatible con la existencia del Infierno. O bien el infierno no existe, o bien Dios no es infinitamente bueno.

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Este es el famoso y contundente argumento del Infierno.

Piénselo bien amigo Creyente lector: Usted no es Dios (no tengo que recordárselo), ni es todopoderoso, ni es infinitamente bueno ni infinitamente sabio; pero de seguro si le preguntase si desearía que su peor enemigo o la persona mas malvada o malévola del mundo sufriese tormento eterno para siempre jamás, estoy seguro que usted como ser humano pensante, noble y piadoso, no lo aceptaría. Ahora imagínese este castigo eterno para una buena persona que rompa uno de los mandamientos de Dios, cualquiera; digamos “Ser Ateo” (no creer en Dios), la persona que se declare Atea sin duda está rompiendo ni más ni menos que un gran mandamiento “Amar a Dios sobre todas las cosas”, pues según su Dios que es todo amor y misericordia, esta persona, independientemente si es un ciudadano ejemplar y respetable, irá irremediablemente al infierno a sufrir un tormento y dolor eterno. Estoy bastante seguro que usted no desearía ese destino para mi o a cualquiera de mis colegas. En ese sentido usted es muy superior en bondad y clemencia que el mismo Dios. En otras palabras, usted es más perfecto que Dios.

Claro, muchos de los Creyentes argumentarán la clásica y trillada excusa: “Nuestra mente no puede entender los designios de Dios. El sabe porque hace las cosas de esa manera”. Ya hemos dicho con anterioridad que SI podemos conocer la mente y los deseos de Dios. No nos podemos pasar la vida simplemente atribuyendo nuestra ignorancia a las barbaridades que sabemos (según la misma Biblia) que Dios es capaz de hacer.

Un nutrido grupo de Cristianos tienen del infierno un concepto diferente al que la Biblia expone. Muchos no creen en la existencia literal del Infierno como lugar de tormento eterno, esto obviamente porque contradice las características de bondad y misericordia de Dios. Los Protestantes llamados “Testigos de Jehová” afirman esto. Según ellos el castigo para los pecadores después de morir y finalizado el juicio es la oscuridad total, la muerte eterna. El pecador estará simplemente “off”. Una especie de “Dormir sin soñar”. Este concepto del infierno se parece mucho a la idea que tiene algunos Ateos de lo que ocurre luego de morir (incluyéndome). Entonces… ¿Cuál es el castigo? El no poder disfrutar de los beneficios y la alegría que nos brindará el paraíso. A mi en lo personal esto no tiene sentido, ya que al estar muerto y sin consciencia no se puede extrañar o anhelar nada. Me parece absurdo.

Muchos otros (como los que responden a continuación) tienen la creencia de que el infierno que debemos pasar los pecadores es precisamente esta vida que vivimos actualmente en la tierra. Cosa que me parece casi tan absurda como el caso anterior ya que si esto fuese cierto tanto bondadosos como malvados sufriríamos los castigos infernales, por lo que no tendría sentido tratar de ser bueno si igual padeceríamos las sanciones.

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Veamos algunas respuestas de los Creyentes Cristianos promedios a la pregunta:

¿Crees que existe el Infierno?

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Yo creo en Jesucristo, y El dijo que el infierno existia, pero dijo que esta preparado para el diablo y sus agneles, no para nosotros. Pero si decidimos no aceptar la salvacion que Dios nos da por medio de El, entonces iremos a ese lugar, aunque no esta preparado para nosotros por Dios

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claro k si, no lo creo lo afirmo

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No, es algo metaforico, asi como el cielo, o el paraiso.

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claro que lo hay y la Biblia lo dice, pero hay muchos que estan engañados por el diablo haciendoles creer que ni existe él, y mucho menos el infierno
lo que no existe es el purgatorio

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no existe, ni el diablo, solo es cuestion de dominar el lado malo de cada quien, esto es controlar los impulsos malos que hay en cada uno. El infierno es la cobranza de todos tus pecados, algo asi como que en el pecado llevas la penitencia y no es algo asi como la confesiòn y expiaciòn de manera automàtica, y el infierno esta aqui mismo antes de morir.

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por supuesto. hay bien y hay mal, hay blanco y hay negro hay cielo y hay infierno, la biblia lo menciona muchas veces. Esto no quiere decir que sea un lugar físico donde se manda a las almas, pues las almas no tienen cuerpo.

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Aquí en la tierra, en este mismo lugar desde donde estoy haciendo llegar este mensaje, ahí donde tú estás y los demás: todos los días alguien se muere de hambre, todos los días hay guerra, todos los días hay catástrofes. Todos los días hay seres humanos que explotan a sus semejantes, todos los días de todos los años de todas las épocas éste es el infierno en que nos tocó vivir.

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Si vivis de acuerdo del Dios misericordiosos, seguro que no vives en esos infiernos en donde, por negar todo, no creo que pudieses vivir tranquilo y tu vida seria un infierno. Ese es el infierno que vivimos. El solo hecho que una persona no se encuentre bien consigo misma y ande por las calles haciendo el mal, ya lo vive, por cierto. Si ese no es tu problema, por mas que se pueda negar a Dios, siempre, siempre vivirás esperanzado de volver a la miserecordia de Dios. El nunca nos abandona. Muchos lo negamos, pero Él no. Nos acepta como somos, tal cual.

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El infierno dicen muchos que no existe, incluso hay religiones que lo niegan pero la verdad es que segun las escrituras es un lugar real,
Los que lo niegan son como los que te invitan a las drogas, que te dicen: No no te va a pasar nada, o es algo que tu puedes controlar y dejarlo cuando quieras etc. el chiste es que cuando te das cuenta estas metido hasta el cuello y sin ver siquiera una salida y es cuando dices, Porque nunca escuche a los que me decian que las drogas matan ?
No se si me explique, pero te aseguro que el Infierno si existe.

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El llamado "infierno" es un término abstracto para definir la sepultura común de la humanidad.
Se usa el término "infierno" para indicar que las personas están muertas, no piensan ni sufren.
Si tú, o yo, o cualquiera, muere, indefectiblemente se dice que "va" al infierno.
Dios resucitará a todos los muertos que están en el infierno.

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creo en el cielo y en el infierno pero el infierno no me motiva a ser el bien para mi el infierno esta alli para los pecadores yo me guio por la palabra de dios y por la iglesia

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Fuente:
http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20100923073659AAhyVyD
http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20070323220751AAHP9wL

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Es interesante como de manera resumida y puntual la religión Católica nos describe que es el Infierno y sus características. Vale la pena leerlo:

1. ¿Qué es el infierno? Se llama infierno al destino de quienes mueren en pecado mortal. Es la sentencia condenatoria del juicio de Dios. Es la situación de castigo y sufrimiento que padecen quienes murieron sin arrepentirse de sus pecados graves.

2. ¿Qué castigos hay en el infierno? Los sufrimientos del infierno son eternos, nunca terminan, y suelen agruparse en dos tipos:

* Pena de daño.- Apartamiento de Dios, Bien supremo. Es lo más trágico del infierno.

* Pena de sentido.- Graves sufrimientos que incluyen la presencia y odio de los demonios y de otros hombres condenados. Suele mencionarse un fuego especial.

3. ¿Quiénes están ahora en el infierno? Ahora mismo sufren esa situación los hombres que murieron sin arrepentirse de sus pecados y los demonios. Entre los demonios se conoce uno especialmente malvado que suele llamarse satanás. Entre los hombres condenados no se sabe con seguridad el nombre de ninguno, como tampoco se conocen los nombres de quienes están en el cielo, salvo los santos reconocidos por la Iglesia. Varios santos mencionan visiones de hombres y demonios condenados en el infierno, pero no dan nombres concretos.

4. ¿El infierno es una autocondena? En parte es una autocondena pues cada persona toma deliberadamente las decisiones que le llevan a esa situación. En parte es una sentencia divina (juicio), pues el Señor lo ha establecido así.

5. ¿Si Dios es bueno y misericordioso, cómo hay infierno? Este tema ha sido muy comentado. Demos algunas respuestas:

* Dios ha querido que la libertad humana sea real, de modo que no da lo mismo obrar bien que mal. Nuestras decisiones determinan nuestro destino.

* La bondad y misericordia divinas se muestran en las abundantes facilidades que proporciona para salvarnos. Por ejemplo: perdona nuestros pecados una y otra vez, cada vez que recibimos el sacramento de la confesión. Estos medios de salvación le costaron su pasión y muerte en la Cruz.

* Probablemente las penas del infierno son inferiores a las que merecen los pecados.

6. ¿No podría ser el infierno de duración limitada? Los ángeles poseen una voluntad muy fuerte, y sus decisiones son irrevocables. Por esto los demonios no pueden arrepentirse de las decisiones malvadas que tomaron. Lo mismo sucede con las almas de los condenados: después de la muerte su voluntad queda ya firmemente dirigida hacia el mal y no pueden arrepentirse.

Fuente: http://www.ideasrapidas.org/infierno.htm

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Amigos Creyentes Cristianos, nosotros los Ateos no creemos en el infierno ni en ningún lugar de tormento eterno. La lógica y el sentido común nos impiden tener este tipo de creencias. Claro que nos gustaría que los criminales y desalmados que pululan en este mundo tengan su merecido. Vemos con angustia e impotencia como muchas personas de probada maldad y mal corazón alcanzan a vivir muchos años en abundancia y totalmente al margen de la ley; mientras también comprobamos que la gente buena suele sufrir y tener muchos problemas para afrontar la vida. Es muy injusto; Y no hay nada que nos garantice que los malos al morir reciban un castigo acorde con sus delitos. El pensar que les espera un infierno es simplemente nuestro deseo de justicia magnificado. ¿Cuál sería la solución a esto? Lamentablemente hay que confiar y tratar de mejorar los métodos de justicia humana, juicios más rápidos y efectivos. Tristemente nuestros métodos de castigo para el infractor de las leyes son el encarcelamiento, la pena de muerte (en algunas partes) e inclusive la tortura… cada uno de estos con sus pros y contras, y su respectiva polémica.

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Fuente: Sébastien Fauré. 12 Pruebas de la Inexistencia de Dios.

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" Lo único que lamento de ser ateo es no poder verte la cara cuando te enteres de que no hay cielo ni infierno...”        Anónimo.