Hoy hablaremos del niño más querido por la antropología y la ciencia moderna. Su nombre es “Selam” que significa "paz" en amárico el idioma de Etiopía. Es llamado como “El bebé de Dikika” y por algunos es conocida como “La hija de Lucy” por su proximidad geográfica y genética con la famosa hembra fósil del Australopithecus afarensis descubierta en 1973.
Selam (sigla DIK-1/1) es el nombre dado a los restos de una niña de la especie Australopithecus afarensis de 3 años de edad, cuyos huesos fueron encontrados e identificados por primera vez en el año 2000, en el yacimiento de Dikika del complejo arqueológico de Hadar, en la depresión de Afar del Gran Valle del Rift en Etiopía. Aunque no es la primera vez que se encuentran huesos fosilizados de crías infantiles de Australopithecus, estos siempre habían aparecido aislados; nunca se había encontrado un conjunto de huesos pertenecientes a un mismo individuo infantil. La razón es sencilla: resulta muy difícil que los huesos de las crías de varios millones de años fosilicen, debido a su fragilidad.
Cinco años después, una vez recuperados todos los huesos, 20 de septiembre de 2006 un equipo internacional de científicos presentó el fósil a la prensa. Los restos tiene una antigüedad de 3,3 millones de años, y son los más antiguos y completos de un homínido encontrados hasta la fecha. Por ello, este descubrimiento constituye un verdadero motivo de felicitación, pues se ha podido recuperar un esqueleto casi completo de una niña de Australopithecus. Hasta ahora el ejemplar infantil más famoso que se había hallado era el célebre cráneo del Niño de Taung, que con sus 2,5 Millones de años. fue descubierto casualmente en 1924 y perteneciente a la especie Australopithecus africanus, nombrada así por Raimond Dart y que fue la que dio nombre a este género de homínidos.
El Proyecto de Investigación de Dikika está dirigido por el científico etíope Zeresenay Alemseged. Zeresenay ha tenido que separar los pequeños huesos de la niña de la arenisca en la que se encontraban atrapados con la ayuda de un taladro de dentista.
Selam es el fósil más completo de un niño del pasado, pues, a diferencia de Lucy, se han encontrado algunos dedos, un pie, el tórax completo y sobre todo la cara, que posee los rasgos simiescos propios de la especie. Su volumen cerebral es de 330 cc. La niña, de tres años, tiene los dientes de leche todavía completos y los dientes permanentes aún por salir. Sus hombros, omóplatos y dedos curvados parecen indicar que podía trepar a los árboles, y sus caderas y piernas, especialmente el ángulo del fémur hasta la cadera, muy parecidas a las de un humano, que caminaba sobre los pies.
Lucy y la niña descubierta ahora pertenecen a la misma especie: Australopithecus afarensis. La diferencia es que Lucy corresponde al esqueleto de una hembra adulta, y tiene 3,2 Millones de años; es decir: cien mil años menos de antigüedad que Selam. Al parecer Selam murió víctima de una riada. Su cadáver pudo haber sido arrastrado por una crecida de aguas y fue depositado a orillas de un lago cercano al actual río Awash; allí fue cubierto rápidamente por sedimentos. Luego, el barro se endureció, conservando los huesos hasta su hallazgo hace algunos años y su progresivo desenterramiento hasta hoy. Fue esto, justamente, lo que contribuyó enormemente a que tres millones trescientos mil años después la descubrieran miembros del Dikika Research Project (DRP). Todavía quedan algunos restos en la roca y del cráneo aún no han podido separarse los dientes.
El cráneo fue hallado por Tilahun Gebreselassie la tarde del 10 de diciembre del año 2000. El momento justo del descubrimiento lo describe Alemseged con gran emoción en una entrevista concedida a Kate Wong:
“Yo estaba a pocos metros de allí. Enseguida nos dimos cuenta que se trataba de un homínido. La ausencia de prominencias en las cejas, la falta de un surco postorbital, los caninos pequeños, la sínfisis vertical de la mandíbula; todos estos caracteres así lo indicaban. Me quedé mirando alrededor (observando el suelo circundante) y enseguida vi la frente. Pero con sólo cuatro miembros de nuestro equipo de investigación allí no fue posible hacer los trabajos de excavación necesarios para recuperar los restos. Tuvimos que volver a Adis Abebba para hacernos con los suministros necesarios”
En esa misma campaña y en las del 2002 y 2003 se encontraron los restos postcraneales que hoy se le asocian, y que se hallaban por detrás de la cabeza enclavados en una dura bola de arenisca. El cráneo se hallaba enclavado en una matriz de arenisca y ha costado cinco años, y más de mil horas, de paciente trabajo el poder extraerlo sin dañarlo, para ello incluso se han tenido que utilizar herramientas de dentista. Pero el esfuerzo ha merecido la pena, porque, por primera vez, se ha podido recuperar la cara de un ejemplar de Australopithecus afarensis.
Por otra parte el cráneo está casi intacto excepto partes de ambos parietales. Esta ausencia permiten observar las marcas que el cerebro dejó impresas en el endocráneo; lo que posibilitará estudiar la estructuración cerebral de estos australopitecinos a fin de compararla con los humanos. También se aprecia una ligera deformación en la parte trasera del cráneo. La mandíbula inferior ha sido hallada todavía conjuntada con la mandíbula superior y conserva todos los dientes en muy buen estado, excepto las coronas del incisivo inferior izquierdo.
El hueso hioides ha podido recuperarse bien preservado justo debajo del paladar. Este hueso es muy importante, pues permite obtener información sobre el aparato fonador de los homínidos. Sin embargo, es todo un milagro el que se haya podido encontrar, pues se trata de un cartílago y es dificilísimo que fosilice.
Hasta ahora no se sabía nada de su comportamiento, pero los nuevos datos apuntan a que el papel de sus progenitores era muy parecido al rol que desempeñan hoy los padres, y posiblemente, este bebé haya recibido de ellos muchos cuidados y atenciones (como mimos y caricias).
Gracias a el hallazgo de Selam y particularmente a su casi completo cráneo se ha podido comprender mejor el comportamiento y la estructura anatómica de los Australopithecus afarensis y se han reafirmado muchas de las opiniones que se tenían de Lucy y sus parientes.
Aunque Selam solo vivió 3 cortos años, su contribución a la ciencia y al entendimiento de nuestro origen, durará siglos.
Gracias Selam, fuiste una buena niña.
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Lucy. La chica mas querida por el Ateísmo.
Darwin. De la fe al agnosticismo científico.
Evolución, teorías y leyes científicas.
¿Como llegamos aquí? (Evolución biológica)
"Creo que en la discusión de los problemas naturales, deberíamos comenzar no con las Escrituras, sino con experimentos y demostraciones." [Galileo Galilei]
Me parece muy interesante el artículo, todo lo que sepamos sobre el origen del hombre siempre es bienvenido.
ResponderEliminarSegún me comenta un amigo que se está examinando de Paleoantropología, no hay claridad en saber hacia qué momento el hombre pudo considerarse como tal. Sin embargo, sí está claro que el Australophitecus aún distaba mucho de serlo, así que, más que niña, yo la llamaría "hominidita o primatita", sobre todo porque yo tengo una niña pequeña y dónde va a parar (mejorando lo presente)...
Me llama también la atención la frase de Galileo, me parece muy acertada, pero él no siempre la aplicó. En realidad, el proceso a Galileo empezó porque él quiso apoyar el Heliocentrismo y otras proposiciones en la Biblia, y sus detractores le echaron en cara precisamente que él no daba pruebas experimentales y se basaba impropiamente en la Escritura. De hecho, el Heliocentrismo, ya mucho antes enunciado por Copérnico, se estudiaba como hipótesis en las universidades (que entonces eran todas de la Iglesia), lo mismo que hasta hace poco se enseñaba en las nuestras la hipótesis del caldo primitivo para el origen de la vida en la Tierra.
Galileo, por cierto, pese a su carácter fortísimo (realmente chulesco) y a su injusta condena por la Inquisición (fue recluido de por vida en su casa y retirado de la enseñanza activa), fue un científico ejemplar y un cristiano devoto, aunque bastante ligero de cascos, cosa no muy rara en la época -y en todas las épocas- entre la gente importante. Una hija suya (no estaba casado, por cierto) fue monja, y le atendió en su vejez hasta su muerte. Se le impuso como expiación, rezar cada día unos salmos penitenciales, y los siguió rezando devotamente hasta su muerte, aunque ya había cumplido la condena años antes. Galileo es un personaje verdaderamente representativo de su época, y creo que bastante simpático. Me parece que se debería hacer más desde la Iglesia por su restauración honorífica, porque, por encima de que el proceso pudiera ser correcto en sus formas y que él hizo todo lo que pudo para ganarse enemistades, lo cierto es que fue castigado cuando lo que merecía era un premio.
yo soy fijista y dios a creado todo, esto es basura
ResponderEliminarVaya anónimo 2 no creo poder contra tu poderosa argumentación, por favor tenme piedad, jajaja.
ResponderEliminarEl artículo no está nada mal, sólo veo un error que me mata; fuisteS. Por favor, me hace daño a los ojos.
ResponderEliminar@Anónimo
ResponderEliminarSaludos Anónimo…
¡Corregidoooo!
Jesús de Nazaret era descendiente del Australopithecus africanus o del chimpance idiotus?
ResponderEliminarYo no creo que haya muerto en una riada como dice el artículo, a mí se me hace los cristianos lo asesinaron, ya que seguramente se vieron amenazados ante esta especie, porque hay que recordar que los cristianos son humanos desde siempre. Y no duden que Jesús también haya estado relacionado con el crimen.
ResponderEliminar¡Esos cristianos! No contentos con haber extinguido a los dinosaurios, también eliminaron su competencia el Australopithecus ateus.
Un saludo a todos.